Capítulo diecinueve: Confesión.

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¿Qué tiene que ver Shiemi en todo esto? o.O

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— ¡Me gustas! — chilló rojo como tomate con los ojos fuertemente cerrados.

— Rin...— la rubia sonrió por su declaración.

En el marco de las escaleras, se encontraba Amaimon con una expresión en blanco...no era su usual inexpresividad de ocasiones, era...frialdad, y una mirada llena de odio. Sintió el corazón detenérsele al verle dar la vuelta y marcharse.

HORAS ANTES, ACADEMIA DE EXORCISTAS...

— ¡Apresúrense jóvenes! — comentó la voz de Tsubaki, su excéntrico maestro de deportes — Deben ser agiles para poder combatir plenamente con los demonios.

Era el octavo día desde que asistía a aquel curso, en el cual habían conocido a su maestro de deportes, el cual tenía un método de enseñanza "muy práctico". Claro, si podía llamarse práctico al hecho de ser perseguidos en la arena por Leaper. A todos los del curso se les había hecho raro que solamente estuvieran viendo lo teórico, debieron preverlo, tendrían que acondicionarse físicamente.

— ¡Esto debe ser una broma! — chilló Shima.

— Eres simplemente patético — bufó Izumo, acelerando el paso y siendo perseguida por un "holgazán" Shima.

Siendo su primer día conociendo a Tsubaki, a todos les tocó correr simultáneamente en la arena, unos más concentrados que otros. Al frente iba Ryuji, seguido de Rin, Izumo, Shima, Konekomaru, Shiemi quien cada rato caía, Paku y Takara junto con Yamada en último lugar. Se daba perfectamente cuenta que lo hacían adrede para no perder la vista sobre su objetivo.

— ¿Qué quieres? — rezongó Suguro al ver a Rin corriendo a la par que él.

— Simplemente no quiero quedarme tras de una tortuga como tú — respondió rebasándolo.

— ¿¡AH!? — volvió a rezongar el joven.

Sabía que no debía meterse con los demás, sin embargo, de no hacerlo sería demasiado sospechoso. Si bien, era perfectamente capaz de volverse responsable cuando lo ameritara, tener un comportamiento excelente simplemente sería...lo más extraño que podría pasar. Al punto de poner en alerta a su padre por ese cambio en él. Así que, terminó detonando una competencia entre él y Suguro, la cual no tenía pensado perder.

— ¡Jóvenes! — gritó Tsubaki cuando Suguro derribó a Rin de una patada certera a la espalda — ¡Esto no es una competencia, están aquí para aprender!

Rin frunció el ceño, ¿Aprender a ser exorcista? ¡Es lo que menos quería! Pero, desafortunadamente, ya era uno. Se levantó del suelo, viendo como Tsubaki le llamaba la atención a Ryuji, mientras que él se sacudía el polvo de encima ¿De qué estaría hablando con él? Es más, ¿No se suponía que los llamaran a los dos? Era frustrante.

— Nunca antes alguien se había puesto a la par con Bon — dijo Shima, sonriéndole.

— Él tiene muy en claro su ambición — murmuró Konekomaru, algo apenado del comportamiento de su amigo.

— "¿Ambición?" — Rin tuvo que retenerse a preguntar — Sea lo que sea, a ver si lo consigue ese cabeza de gallo~...

Rin se mantuvo tranquilo, sin inmutarse mucho, viendo como a Bon terminaban de reñirlo. Tenía una idea de la "ambición" que Suguro Ryuji poseía, cabe decir que, aunque sonase bastante cruel era imposible. ¡Derrotar a Satán! Por favor, si él siendo hijo de ese demonio tenía una remota posibilidad de lograrlo...

Entre demonios... [Amaimon X Rin] #PGP2018 #PR2018Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum