—Es bastante sencillo. Si quieres, te ayudo.

— ¿Clases contigo? No, gracias. Lo que menos vas a hacer, es explicarme algo.

—Oh, vamos. Puedo ser un excelente tutor. Preguntale a Liam, o a Zayn o a Niall. Zayn casi repite de curso el año pasado, y lo ayudé a rendir seis materias.

—Claro, pero a Zayn, no lo besabas ni lo mordías en el cuello.

—Uhh no, que asco. —contestó él, mientras besaba el cuello de ella. —Pero, puedo controlarme por un par de horas.

—No, no puedes. —le dijo ella, con una sonrisa en sus labios, mientras se girabay posaba sus labios sobre los de él, en un contacto inocente y lleno de ternura, seguido por Harry, el cual no se movió, y siguió con ese beso puro, con ese contacto celestial, sin romper la simplicidad del beso. Cuando se separaron, el chico abrió los ojos, y puedo ver los de ella cerrados, con una sonrisa tímida en los labios, haciendo sonreír abiertamente al anglosajón.

—Prometo que voy a hacer que te saques un cien sobre cien, pero claro, a cambio de algo.

— ¿No haces nada de favor, verdad?

—Cariño, estudiamos abogacía. Los abogados jamás hacen favores, hacen todo por algún beneficio. —le contestó con una sonrisa. —Entonces... ¿Aceptas?

— ¿Qué quieres a cambio?

—Sorpresa.

—No, tus sorpresas me dan miedo.

—Te juro que involucra ropa. En ningun momento estás desnuda. —le comentó el, mientras ella le pegaba el el pecho. —A no ser de que no quieras estar vestida, entonces, yo me encargaría de lo demás. —volvió a hablar, y se ligó otro golpe de parte de ella. —De acuerdo, de acuerdo. Vestidos los dos. —continuó con una sonrisa.

—Está bien, acepto. —dijo ella, con una sonrisa. — ¿Cuándo nos juntamos?

— ¿Mañana? No hay práctica y tendríamos tiempo.

—No, no puedo. Tengo que ir a la oficina.

—Deja, yo llamo a mi padre y le digo que vamos a tener una responsable y amorosa cita de estudios.

—Si, claro, y te va a creer... ¿Qué va a pensar tu padre de mi? No, no. Mañana debo ir a la oficina.

—Deja, yo le digo. —volvió a insistir él, y antes de que Charlotte pueda contraatacar, el muchacho posó sus labios sobre los de ella, acallado cualquier reclamo de parte de la francesa.

Con un saco de hilo blanco y salmón, zapatos de tacón igual, un short verde militar convinando con una pequeña bifanda, y un saco blanco encima, Charlotte fue hasta la cocina y se sirvió un vaso de gaseosa, para luego, ir hasta el balcón a observar quien era, luego de que el timbre sonó. Bajó las escaleras casi corriendo, y le abrió la puerta a Harry, el cual, lucía un traje azul Francia, elegante, como siempre.

—Sexy, muy, muy sexy. —comentó el chico, mientras la tomaba de la cintura y besaba sus labios.

—Gracias, muchas, muchas gracias. —dijo ella, haciendo reír al castaño. —Pero, hemos venido a estudiar. —le recordó, arrastrándolo por las escaleras hasta su departamento.

— ¿Y el asensor?

—Se descompuso, mañana van a venir a arreglarlo. —le explicó ella, mientras pasaban las puertas de su casa, y ella, cerraba con llave, y antes de girarse, el muchacho la tomó por la cintura, y la apoyó, entre su cuerpo y la puerta, muy apegada a él. —A estudiar, Harry. ¿Recuerdas?

—Es que, adoro tu perfume a rosas. —le explicó el chico, haciendo sonreír a la castaña, mientras besaba los labios de ella cortamente, y ambos, iban hasta el living.

—Entonces... Si cada sociedad, históricamente, ha creado –y crea– sus propias normas penales, con rasgos y elementos característicos según el bien jurídico que en cada caso se quiera proteger. ¿Qué es el Derecho Penal?

—Es el conjunto de normas jurídicas que regulan la potestad punitiva del Estado, asociando a hechos, estrictamente determinados por la ley, como presupuesto, una pena, medida de seguridad o corrección como consecuencia, con el objetivo de asegurar los valores elementales sobre los cuales descansa la convivencia humana pacífica.

—Estas estudiando de memoria, Charlotte. Eso no sirve.

—Pero está bien contestado.

—Si, pero no estudies para sacarte un cien en la evaluación y listo. Estudia para aprender. —le dijo el, frunciendo el ceño. —Tienes que pensar con lógica y pocas palabras que es. ¿De acuerdo?

—De acuerdo. —dijo ella, y así pasaron toda la tarde estudiando, hasta que se hizo la noche, y las doce de la noche marcaban el reloj sobre la chimenea del living de la castaña, y el sueño perdurable de ambos se hizo presente, más que nada, en la dueña de casa.

TROUBLEMAKER - Harry StylesNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ