—O sea, que el infelíz ese vino aquí para qué, ¿recuperarte?

—No, vino a estudiar. Él está en el área de finanzas. Nada que ver con nosotros.

—Que se aleje de ti. —dijo el castaño, pero antes de que ella pueda decir algo, la tomó de la cintura, y juntos, caminaron hacia la clase de filosofía y ética.

—No soy nada tuyo, así que, suéltame. —le recalcó esta, quitando su brazo al rededor de su delicada figura.

— ¿Por qué tan enojada Mon amour? ¿O prefieres My Love? ¿O algo así?

— ¿Puedes dejarlo ya? —preguntó, en cuanto se sentaba junto a Liam, el cual besó su mejilla al verla.

—Claro que no, ¿qué hace ese franchute acá?

—En primera, te dije que vino a estudiar. Y en segunda, no seas así de despectivo, porque ese franchute, nació en el mismo lugar que yo. —le recordó estz frunciendo el ceño. — ¿Lo entiendes British boy? ¿O te lo deletreo?

— ¿Se puede saber porqué pelean ahora? —inquirió Zayn, sentándose junto con Niall, en un banco adelante de Charlie y Liam.

—Porque el novio de Charlotte apareció.

— ¿Tu novio? ¿Tienes novio Charlie?

—No, no tengo novio. Es solo un amigo.

— Con el cual compartiste fluídos corporales. Eso no se me hace mucho a la amistad.

— ¿Quiero recordarte que el primer día de clase me besaste dos veces?

—Te besé tres, y eso no es problema, porque sé que te encantó. —le dijo el chico, y ella, antes de que rectifique lo que estaba diciendo, volvió a hablar. —Pero, él, aparece de la nada y te llama Mon Amour. ¿Qué es eso? ¿Cómo te va a decir así?

— ¿Mon amour?

—Mi amor, Niall. —le explicó Liam.

—Lo sé, no soy idiota Liam.

—Buenos días, clase. —dijo el señor Burton, sentándose en su escritorio. — ¡Siéntese Sr. Styles! —le dijo a Harry, ya que estaba, parado, al lado de Charlotte. El muchacho, le dedicó una mirada envenenada a aquel hombre, para luego, entregarle una larga y significante mirada a la castaña, la cual se dió cuenta, que el tema de Louis no iba a pasar desapercivido para el castaño. La clase pasó como siempre, aburrida, larga y tediosa. El Sr. Burton era tan aburrido, tan teórico y tan... Tedioso.

Luego de la clase, los cinco muchachos se dirigieron al patio del recreo, donde se cruzaron con Anne, la cual saludó a Charlotte, y con un poco de verguenza, a los otros cuatro muchachos, mientras que se iba con May, una amiga de ella. Se sentaron en la misma mesa de siempre, donde Liam, con una sonrisa, colocó una bolsa plateada sobre la mesa.

— ¿Qué es eso?

—Es para Charlie, saquen la mano. —le dijo a Niall, el cual, quería tomar la bolsa.

— ¿Para mi? —preguntó con una sonrisa la muchacha, y el chico, asintió, mientras esta tomaba la dicha bolsa y la abría. Dentro, había un taper de plástico, y dentro de este, porciones cortadas en forma de cuadraditos, un bizcochuelo de chocolate con crema y canela.

—¡Ay Liam que rico! ¡Gracias! —dijo ella, parándose de su lugar y abrazando al muchacho. Este, le sonrió, a lo que ella, agarró el taper y comió un pedacito de aquella torta. — ¡Está delicioso! ¡Eres un excelente chef!

—Gracias. —comentó un poco avergonzado.

—Cocinas, sabes idiomas, eres dulce, tierno, inteligente... Eres el novio perfecto, Liam. —le dijo ella, con una sonrisa.

—Charlie... ¿Está muy rico? —preguntó Niall, mirando la porción que ella tenía en su mano, la muchacha, asintió enérgicamente, llevándose otro pedazo a la boca. — ¿Eres buena verdad? ¿Les vas a convidar a tus queridísimos amigos?

— ¿Por qué debería? Me lo regalaron a mi.

—Dale, Charlotte. No seas egoísta. —habló esta vez, Zayn. Entonces, la castaña, mientras reían ante la mirada hambrienta de los muchachos, les dio dos porciones a cada uno. — ¿Tu quieres? —indagó hacia Harry, el cual negó. —Juro que Liam es increible cocinando. —le aseguró, mientras le estiraba una porción, el chico, receloso, se acercó al pedazo y lo romó entre sus manos, mientras tocaba, con una roce fino y ligero, los elegantes y largos dedos de ella. Sonrió.

—Es verdad, está bueno. —comentó Harry, mientras masticaba lo dado por Charlotte, y sus dos otros amigos, asentían ante la confirmación de las palabras dichas por el castaño. Pero, antes de que ninguno pueda decir nada, un muchacho de pelo chocolatoso, se acercó a ellos, con una sonrisa, dirigida principalmente hacia Charlotte.

—Excusez-moi. (Disculpen). —dijo el, entrando en escena. — Puis-je prendre Charlotte pour quelques minutes? (¿Puedo robarles a Charlotte un minuto?)

—Bien sûr, Louis. (por supuesto, Louis). —dijo ella, hablando hacia el pelinegro. —Vuelvo en un ratito. Y no me coman más. —les advirtió, mirando a los tres muchachos. Ella, se alejó del grupo, para ir a hablar con el francés a solas.

—Es un idiota, afeminado, bueno para nada.

—Supongo que eso se lo dices a Louis. —dijo Zayn, diciendo el nombre del chico, imitando la voz de Charlotte.

— ¿Cómo se atreve a venir a hablar con ella mientras está con nosotros?

—Viene desde Francia a verla, supongo que es un poco justo.

—Liam... ¿Podrías dejar de ser el santo-párroco un minuto? —le pidió enojado, el británico. — ¿Por qué habla con él? ¿Será que le seguirá gustando?

— ¿Seguirá?

—Fueron novios. —les explicó Harry lanzándole una mirada de odio al pelinegro.

—Tienes competencia, Hazza...

—Ese estúpido. No es ninguna competencia, Charlotte va a ser mía. Lo juro. —dijo el chico, mientras observaba a la distancia a la castaña, la cuál sonreía. —Tienes que verlo de esta manera, Zayn. —le explicó, ya que fue él quien habló con anterioridad. —Charlotte es como una pieza de arte, no puede estar en una vulgar galería de un museo, debe estar en una recidencia privada, siendo admirada por un coleccionista que sabe de la belleza del arte, y no, siendo vista por un montón de turistas inverves que solo toman fotos. —dijo Harry, dejando más confundido a Zayn. —Es una piedra preciosa, y la voy a agregar a mi colección.

TROUBLEMAKER - Harry StylesWhere stories live. Discover now