Aventura zombie *Parte 1 y 2 unidas* (Sin editar)

Capítulo I. Una nueva mañana

Se giró lentamente lo que hizo que me recorriera un escalofrío por todo el cuerpo y ya no tuve duda alguna. Ese ser no era humano o por lo menos ya no lo era.

Se levantó dejando inerte al gato entre un gran charco de sangre y con un gran gruñido se dispuso a atacarme. Menos mal que tenía buenos reflejos. Me hice hacia atrás rápidamente y empecé a golpearlo en la cabeza. Fue ahí cuando deseé haber cogido un cuchillo y no un simple garrote. Bueno, al menos lo dejé en el suelo, pero aún se movía.

Entré corriendo a casa y ahora si me disponía a coger el cuchillo más grande que hubiera.

Me quedé paralizada durante un momento.

¿Qué estaba pasando? Iba a coger un cuchillo para matar a un...un...¿Zombie? ¿O qué se supone que era eso?

Menos mal que parecía una mañana corriente, quién lo diría.

Vale Laura...deja de temblar...

Tras coger fuerza y no pensar demasiado en los acontecimientos, cogí un buen cuchillo y volví a salir dispuesta a todo. Entonces vi que alguien se me había adelantado.

Un chico que tendría varios años más que yo. Yo tenía 18 y el aparentaba unos 24 años.

—Tranquila, éste ya no volverá a levantarse.

Claro que no, le había partido la cabeza en dos con un enorme hacha que llevaba entre sus manos.

—Vale, ¿Me puedes decir que está pasando? ¿Qué se supone que es? ¿Un zombie?

—Sí. Y no es el único ¿Esta es tu casa?

—Sii...—dije tartamudeando.

—Te contaré todo lo que sé, pero entremos para estar más seguros.

Una vez dentro cerró todas las ventanas y las tapó con las cortinas. Sacó todas las posibles armas que se pudieran usar y las dejó bastante a mano.

Encendí las luces ya que nos quedábamos a oscuras y me senté en el sillón. Al acabar se sentó en frente de mí.

—Vale, estoy esperando —le dije para que comenzara a contarme que estaba pasando, pues aún no daba crédito a todo lo sucedido.

Pude ver que todo el valor con el que radiaban sus ojos momentos antes ahora era..¿Tristeza?

Tras una breve vacilación empezó a hablar.

-Hace dos días comenzó todo, cuando trajeron a toda España carne que estaba infectada por algún tipo de virus. Mis padres la compraron ese mismo día y la pusieron para la cena . Ayer estuvieron todo el día raros, no hablaban casi y se encontraban bastante mal. Hoy me he despertado con mi padre en frente de mi cama con la cara irreconocible. No era él. Se había convertido en...en esa cosa y se lanzó dispuesto a morderme por lo que no tuve más remedio que golpearle con la lámpara de la mesita. Bajé corriendo las escaleras y vi a mi madre en las mismas condiciones, andando como una muerta. Me quedé paralizado nada más verla, no podía creer que fuera cierto lo que mis ojos veían y no me dio mucho tiempo para procesarlo pues se lanzó contra mi. Preferí esquivarla pues no tenía la suficiente fuerza interior como para golpear a mi madre también...

Le miré infundiéndole confianza para que prosiguiera pues estaba temblando y no era para menos.

—Al salir vi a un par en frente de mi casa. Cogí un hacha que tenía mi padre en el garaje y acabé con todo el que se me puso por delante. Hasta llegar aquí, donde nos hemos visto.

—No me lo puedo creer... me he quedado sin palabras.

—Imagínate yo después de todo lo ocurrido. No se...ni siquiera sé como sentirme. Todo esto es típico de una película, no de la vida real. Por el amor de dios... ¡Mis padres son unos zombies!