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Narra Rubén

Atendía la hora mientras aquellas agujas recorrían cada segundo deseando que llegase hora punta para salir de una vez a mi querida casa. Comenzaba a doler mi cabeza y no lograba escuchar bien al profesor que yacía explicando tal cosa de los átomos cuando al final estudiar del libro era la solución para aprobar. Seguía persiguiendo con mis ojos la larga aguja que le quedaba poco camino para llegar a su hogar y que tocase el timbre de salida, apoyé mi mano sobre mi mejilla inclinando mi cabeza en forma de cansancio y aburrimiento deseando salir de aquel prisionero lugar. Ya pasaron los minutos restantes, tocó el timbre. Recogí mis posesiones de aprendizaje almacenándolas en mi rosada maleta, ahorcándola a hombros para ir a mi casa a medio correr cuando pude fijarme en la entrada y se me quitaron las ganas de todo, Mangel estaba de pie esperando a alguien y no me extraña que ese alguien sea yo ciertamente, bajé las escaleras proponiendo ignorarlo para luego seguir mi camino a casa donde caería en un profundo sueño después de haber comido. Ya me encontraba a pocos metros de la puerta y ese gilipollas ya estaba mandando indirectas con gestos, guiños y mordeduras de labios a las que yo simplemente ignoré por que no me causaban ningún extroverío.

- ¿No te cansas de hacer el subnormal?

- Y tú, ¿No te cansas de ser tan jodidamente pasivo?

- Estúpido ignorante...

Seguí mi recorrido pero fui detenido por un agarre de muñeca que me mandó el capullo que hablé con él hace pocos segundos, una vez más me acorraló contra la pared dejándome sin escapatoria ninguna entre su aliento y sus labios. Yo me saqueaba intentando escapar pero era negable, me sostenía tan fuerte que paraba la circulación de sangre en mis muñecas transformándolas en moratones, uno más para la colección.

- ¡Déjame de una puta vez en paz!

- No, hasta que seas mío

- ¿Qué necesitas que haga para que me sueltes?

- Qué repentino, bueno me bastaría con que me besases, por ahora...

- Ni de coña - giré mi cabeza denegando su acercación a mis labios -.

- Pues de aquí no vas

- ¿No hay otra cosa?

- No - sonrió pícaramente que me dió un leve rojecimiento de mejillas -.

- ¿Si te doy el beso me dejas ir?

- mmm...sí

- Vale, pero no de larga duración

- Eso ya lo veremos...

Se acercó a mis labios poco a poco hasta mantener completo contacto con los míos, fui correspondiendo sus actos, poco a poco correspondía hasta que no pude parar. Insertó su lengua en mis fuerzas bucales a las que yo correspondí como estúpida, no podía detenerme en ningún momento, era como algo adictivo...

Era una adicción

Supe el tiempo transcurrido en el beso y ya era bastante, decidí parar dejándolo con ganas, apartó su rostro y me miró fijamente aflojando mis muñecas, dándome paso a salida, me encontraba bastante avergonzado de aquello, ¿cómo alguien que odiaba podía mantenerme así?, no lo sé pero tengo algo claro y es que a lo mejor en el beso me atrapó pero en sus redes no caeré nunca. Me estaba alejando poco a poco, acelerando mi paso a cada segundo hasta dar con la salida del edificio y mantener mi ritmo hasta mi casa sin detención de nadie, estaba bastante rojo y resguardarme en mi cuarto era la mejor manera de recuperar mi cordura...

¿Qué he hecho?

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ALL YOU WANT TO YOU NA NA NANAAAAAA *le tiran ladrillos* vale vale ya sé que tardé bastante en actualizar y la realidad es que desde que se me jodió el celular no estoy activa en ninguna parte, pero os traje capítulo salseante ah /._./ me deberíais de agradecer *le lanzan flores* ah muchísimas gracias guapos así cuando coja las vacaciones actualizaré muchísimo más os quiero bayyss <3

❝addict❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora