37 💜 Inesperado ambiente peludo.

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El pasado nos frena

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Viernes por la tarde, ___-chan había llegado del trabajo más temprano de lo usual y a pesar de eso lo único que quería eran unas largas horas de sueño. Después de un perezoso "Llegué" y un enérgico "Bienvenida" subió al segundo piso a dejar su bolso y recostarse, esperaba ver a Ichimatsu en el cuarto leyendo alguno de sus gruesos libros o escribiendo en dos cuadernos al mismo tiempo, pues hoy era uno de los días donde su horario era más corto.

Abrió la puerta mientras daba un gran bostezo y entró a la habitación con los ojos cerrados, una sonrisa brilló en su rostro al ver a Ichimatsu leyendo frente a una pequeña mesa donde había uno que otro cuaderno repartido junto a unos pocos lápices.

—¡Ichimatsu! —exclamó cayendo sobre las piernas de este—. Te extrañé —musitó mientras lo abrazaba, acurrucándose en su vientre.

Sin dejar de leer, Ichimatsu llevó una de sus manos a la cabeza de ___-chan donde comenzó a hacerle suaves y lentas caricias, enredando sus dedos en el cabello de esta, aumentando progresivamente el sueño en ella.

Ichimatsu se encontraba más contento que hace unos minutos, la sola presencia de ___-chan lograba alegrarlo y más hoy que la había escuchado exclamar con alegría. Volver a hablar con los demás parecía tener resultados bastante prácticos en ella puesto que la ha visto sonreír varias veces en la semana.

La chica dormitaba sobre las piernas de Ichimatsu mientras éste escribía oraciones en uno de los tantos cuadernos que había en la mesa, miraba alternadamente el cuaderno y el libro a su lado sin dejar de acariciar el cabello de ___-chan a quien le dedicaba breves miradas para deleitarse con sus suaves facciones.

El chillido que pegaron sus hermanos en el primer piso despertó a la chica y casi logra que Ichimatsu lancé el lápiz del susto que les dieron, ambos se miraron confundidos unos segundos para luego decidir bajar a investigar qué había ocurrido.

Asomándose por la escalera se dieron cuenta de que Osomatsu estaba recargado sobre sus manos, miraba el interior de la sala mientras reía en voz baja. Se acercaron a paso lento cuando el mayor notó la presencia de ambos.

—Ahora eres tío —rió el de rojo.

Sorprendido por las palabras de su hermano, Ichimatsu se apresuró a entrar a la sala donde los hermanos formaban un círculo en una esquina. Jyushimatsu acariciaba suavemente la espalda de Choromatsu que parecía haber visto algo de lo más asqueroso, Todomatsu no dejaba de sacar fotos embelesado con lo que había sucedido y lo único que le hizo gracia unos breves segundos a Ichimatsu era la expresión de horror que tenía Karamatsu.

En medio de sus cuatro hermanos, Gin lamia el lomo de uno de sus siete minúsculos gatitos, todos recostados sobre una musculosa azul con el rostro del dueño en ella. Incrédulo a la escena Ichimatsu cayó de rodillas ¿Cómo era posible que confundiera un embarazo real de un diestro*? Aunque bueno, eso explicaba el aumento de peso y apetito que había sufrido después de su último celo.

El agradable ambiente que había adoptado el lugar con el reciente nacimiento se fue al traste cuando Karamatsu intentó tomar su prenda de vuelta, Gin sin arrepentimiento alguno le arañó el rostro erizando su pelo y gruñendo. En ese momento Ichimatsu reaccionó a la situación y rápidamente se colocó entre Gin y sus hermanos haciendo de barrera, sin oportunidad para reírse del lloroso rostro de su hermano mayor.

—Mantengan su distancia —sentenció.

—Pero Ichimatsu-niisan, todavía no termino de sacarles fotos.

Las 2 Colas Del Gato Perdido「Ichimatsu x Lectora」Where stories live. Discover now