10 💜 Dentro de cálidas paredes.

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No es un simple sentimiento

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Al salir tan apresurada de aquel cuarto no se había percatado del daño que se estaba haciendo, más temprano que tarde con la suerte que tiene, varias punzadas de dolor similares a agujas de lana la recorrieron desde su pierna hasta los hombros. Dio saltitos lejos de la habitación y luego se apoyó en la pared a revisar su herida.

—¿Eres tonta o te haces? Corriendo de esa manera —regañó su subconsciente.

—¿Siempre me hablarás solo para regañarme o podemos tener una conversación como la linda persona que somos? —espetó—, Además estoy segura que habrías hecho lo mismo de estar aquí —añadió mirando con claridad su pierna.

En su pierna ya no estaba la parte de su buzo roto cubriendo la herida, ni siquiera había una venda que la cubriera del exterior, pudo ver como los dientes del animal habían abierto su piel, bordeando unas pequeñas entradas habían varios colores, morado, verde, azul, entre otros; se tocó el lugar y se arrepintió al momento, el dolor la despertó de un tirón.

—Está bien, Jii-chan, la próxima vez tendré más cuidado —se regañó buscando la puerta hacia el baño.

Para su desgracia lo único que había similar a un baño era una puerta de madera al lado contrario de donde ella se encontraba, apretó los labios y sonrió con desesperación ¿Qué podría ser peor?

Acumulando valentía se levantó apoyándose en la pared y miró su objetivo, la puerta de madera, esta se hizo tan lejano que temió por no llegar, pero aun así, restándole importancia salto en un pie rápidamente por el pasillo.

La puerta corrediza del cuarto donde anteriormente había estado se abrió de la nada, haciendo que ella se cayera de cara al piso por culpa del susto. Con la cabeza aún hacia el piso sintió la mirada fija e indiferente de Ichimatsu sobre ella, la puerta se cerró en un instante y escuchó al chico aguantarse una fuerte risa, giró su cabeza hacia la puerta para verlo al salir. Cuando se volvió a abrir la puerta Ichimatsu tenía la misma expresión que siempre, pasó de ella y se dirigió a las escaleras arrastrando los pies.

—¿No vas a ayudarme? —le preguntó ___ con las manos apoyadas en el suelo lista a impulsarse hacia arriba.

—Tú fuiste la tonta que se cayó —se burló.

Al estar apoyada en la pierna buena hizo hablar a su mano algo molesta por las palabras de Ichimatsu que casi llegaba en el primer piso, aunque estaba ya muy acostumbrada a comentarios de ese tipo, la costumbre de hacer ese gesto con la mano quedó al ver cómo le disgustaba al de morado.

Llegó al baño cansada por su travesía y sin mirar previamente la ropa, que le había dejado la amable señora que todavía no tenía el gusto de conocer cara a cara, cerró la puerta tras de si. Estuvo un tiempo averiguando como prender el agua caliente, y luego de unos minutos se fijó en el tapón que debía poner para que el agua no escapara, aun después de las advertencias que le hacía su subconsciente.

Estuvo demasiado tiempo en el baño, y no es una exageración. Entre tratar con cuidado su herida los primeros minutos pasó a decir groserías cada vez que le ardía por el jabón o el agua. Su cabello estaba hecho una maraña, más de una vez se le enredaron las manos mientras se enjuagaba y combinado a espontáneos ataques de tos, no fue muy llevadero. Luego de maravillarse por cómo había quedado su cabello después de lavarlo el problema fue secarlo, no sabía cómo, siempre había andado con el cabello mojado a todas partes así que optó por lo más fácil, enrollarse la toalla en la cabeza.

Las 2 Colas Del Gato Perdido「Ichimatsu x Lectora」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora