36 💜 La ilusión del vestido azul.

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El pasado nos frena

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Sábado por la tarde. El otoño se encontraba en su último mes de control, pero aun así había algunos pocos montones de hojas repartidos por el lugar, los árboles comenzaban a sentir aún más frío, sintiendo envidia de aquellos con hoja perenne.

Lo que aquella pareja estaba teniendo no podría llamarse una cita como tal, más bien era solo un pequeño paseo que sugirió dar la chica al sentirse demasiado sofocada en casa, habían dado una caminata por el parque repleto de hojas en tonos anaranjados, habían niños jugando a la pelota en una zona libre de árboles y una que otra pareja dispersa por los caminos.

Ambos sentados en una banca disfrutaban del calor del otro, el otoño no era ni tan frío como el invierno ni tan fresco como la primavera, pero ese día en especial la brisa te helaba la piel.

___-chan miraba en silencio un pequeño montículo de hojas del otro lado del camino cuando sintió unas suaves caricias en su cabello, cerró los ojos acurrucándose aún más en el pecho de Ichimatsu sin percatarse de que el silencio no le provocaba incomodidad ni ansias. No le gustaba pensar en ello, pero el recuerdo del reencuentro que tuvo con Hana después de lo ocurrido seguía vagando en su memoria.

El día que ___-chan despertó —luego de la visita de los padres—, Dekapan hizo la aclaración de que debería quedarse unos pocos días más por motivos de observación, aquel curioso hombre que solo vestía su ropa interior y una bata blanca de hospital quería asegurarse de que aquel extraño líquido estuviera bajo control y que no generara sorpresivos efectos secundarios además de algunas quemaduras en el estómago por lo que tenia cuidado con lo que se llevaba a la boca.

Razón de esto, al segundo día de su estadía Hana apareció de imprevisto en su habitación, llamando así la atención de las tres personas presentes, Jyushimatsu, Ichimatsu, y la chica; la pequeña sonrisa que habían logrado por fin sacarle a ___-chan se desvaneció por completo al ver la figura de la pelinegra posada en el umbral de la puerta, mirándola con arrepentimiento.

—Me alegra que estén-

—No hables... —interrumpió ___-chan.

Su tono de voz, profundo y severo, sorprendió a los dos chicos que la acompañaban, nunca la habían escuchado usar aquel tono por más enojada que se encontrara, no estaban en contra de eso, ellos tampoco querían verla ahora.

—Pero ___, yo...

—¡Dije que te callaras! —gritó poniendo de piedra a los hermanos—. Por tu culpa... Por tu culpa ___ se fue —habló sintiendo un ardor en la boca del estómago, acusando con la mirada a Hana—, ¡Por tu culpa! —exclamó.

Su ritmo cardíaco comenzó a acelerarse y la cabeza volvía a doler a horrores, Jyushimatsu sostuvo a ___-chan mientras esta trataba de acabar con el dolor empezando a tener los ojos cristalinos.

—¡Niisan! —exclamó preocupado el de amarillo.

Rápidamente Ichimatsu salió de la habitación llevándose a Hana en el proceso. Si la presencia de la pelinegra agravaba la actual situación de su novia, no permitiría que esta se volviera a acercar. Después de aquello ambas chicas no volvieron a verse, ___-chan fue dada de alta cuando Dekapan aclaró sus dudas aunque declaró que seguiría con los dolores de cabeza por un tiempo.

Con la brisa moviéndole suavemente el cabello ___-chan recordaba aquella escena con desaprobación, la pelinegra no era la culpable de lo sucedido y ahora que se encontraba un poco más calmada se daba cuenta de ello. Hana también había pasado malos momentos, la habían engañado.

Las 2 Colas Del Gato Perdido「Ichimatsu x Lectora」Where stories live. Discover now