35 💜 Vacío.

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El pasado nos frena

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Chibita, que había ayudado a los hermanos a entrar al lugar, se encaminó como pudo hacia el almacén, lugar donde los sextillizos y Tougou se encontraban, llevaba el cuerpo inerte de la chica en su espalda y con la esperanza de no encontrar a ninguno de los hermanos con una bala en el cuerpo al doblar aquella esquina. No se había enterado de lo que habían liado.

—Ya encontré a...

El pequeño detuvo sus palabras al encontrarse con algo realmente aterrador, además de sorprendente. Una gigantesca nube negra había roto el techo del almacén, había dejado inconsciente a todos los subordinados de Tougou y además tenía a este entre sus manos, sonreía con malicia mientras miraba con sus rojos ojos al indefenso hombre en sus manos.

—¿Q-qué demonios? —musitó del miedo.

El ser, que se hacía llamar Akumatsu, se dio cuenta de la presencia de ambas personas cuando la chica comenzó a toser, suavizó un poco el agarre que tenía sobre Tougou al ver a la chica con vida.

—Dónde...

No logró terminar de hablar puesto que comenzó a toser sin control, preocupado, Chibita la bajó de su espalda y le tomó la temperatura, tenía fiebre. Akumatsu hizo una mueca de desagrado, sentía el odio de los hermanos recorrer su cuerpo al ver así a ___, apretó el agarre haciendo gritar de dolor a Tougou al sentir como unos cuantos huesos se fracturaban.

—¿Quién es? —preguntó ___ cuando se forzó a abrir los ojos en dirección al grito.

—Akumatsu, a su servicio —saludó mostrando a Tougou entre sus nubosos dedos.

Chibita ayudó a ___ a levantarse, quien mirando cómo podía a aquella nube negra trataba de poner algo en orden.

—¿Qué eres? —preguntó con la voz rasposa.

—No tiene importancia, lo que importa es qué pasará con él —habló refiriéndose a Tougou. ___ se aferró al cuerpo de Chibita al verlo más de cerca, pero ahora él se encontraba en una situación similar, cubierto de heridas y de su propia sangre, sin embargo, parecía no complicarse con ello, ¿y por qué hacerlo? Había dejado una profunda huella en la mente de los sextillizos, y eso solo lo hacía sonreír de satisfacción.

—Tienes derecho a una última pregunta —mencionó con extraña calma hacia la menor.

Tenía la garganta seca y amarga, su estómago quemaba como nunca y con suerte podía mantener los ojos abiertos. Tougou por otro lado no parecía importarle su posición, aunque pudieran ser sus últimas palabras, no hacía más que esperar la respuesta de su hija ¿Qué podría preguntar? Ya sabía suficiente.

—Mi nombre es ___ —sentenció—, Muérete, bastardo.

Tougo bufó divertido.

—Quien diría que cumpliría una falsa promesa —murmuró con el rostro de la mujer en mente.

Con una sonrisa, Akumatsu encerró a Tougou en su mano, el espacio se fue haciendo cada vez mas pequeño a medida que se elevaba a la altura de la cabeza de Akumatsu, soltando varios quejidos del dolor que le provocaba el ser lentamente triturado. En la cima, fue silenciado. ___ cayó al piso tosiendo con fuerza, la fiebre había aumentado y estaba sudando frío. Chibita volvió a subirla a su espalda, y por más que la idea de que los sextillizos acababan de matar a una o más personas lo que le estaba ocurriendo a la chica era de mayor importancia.

—¡Hey, infelices! Tenemos que llevarla al hospital, maldición —gritó.

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Las 2 Colas Del Gato Perdido「Ichimatsu x Lectora」Where stories live. Discover now