32 💜 Sonrisa inquebrantable.

231 37 11
                                    

El pasado nos frena

┈┈┈┈┈┈┈┈◈┈┈┈┈┈┈┈┈

Podía sentir como cada vez aquel molesto pitido que le atravesaba la cabeza de un lado a otro se volvía más y más doloroso, las constantes gotas de agua que caían de una tubería un poco lejana hacían eco en los oídos de ___, pestañeó incontables veces tratando de acostumbrarse a los sonidos exteriores que perturbaban su orientación.

Cabeceando trató de llevarse las manos a la cabeza dándose cuenta de que una soga bien atada las inmovilizaba a su espalda, el frió repentino que llegó a su cuerpo la hundió en un lejano recuerdo abrió los ojos con desesperación encontrándose con la inevitable oscuridad, no podía ver absolutamente nada, el cuarto estaba privado de cualquier sustento de luz.

Movió sus hombros chocando estos con el respaldo de la silla de madera, mordiéndose el labio frotó sus muñecas contra la soga una y otra vez intentando que esta se aflojara un poco, pero lo único que logró fue hacerse daño. Raspó su garganta con un suspiro de frustración, no sabía por qué estaba ahí, qué era lo que querían de ella y tampoco porqué lo último que recordaba era aquel nombre del que se despidió hace años.

«Hibiki»

¡___! escuchó en su mente, ___, ¡¿estás ahí?!

Lo estoy, lo estoy.

Santo Kami, qué alivio suspiró. Llevo un rato tratando de que me escuches.

Acabo de reaccionar, lo siento.

Una puerta de metal se abrió entre la interminable oscuridad, no sabía de dónde provenía por culpa del eco que había en la habitación. Cerró los ojos ante la intensa luz que se posó sobre ella al segundo después, volvió a pestañear intentando acomodarse al haz de luz que solo le dejaba ver a un metro y medio a la redonda.

—¿Quién mierda anda ahí? —preguntó firme.

—Mmh, no hay necesidad de ser groseros, querida, pero debo admitir que tienes agallas para dirigirme la palabra de esa manera —habló el sonriente hombre exponiendo su figura al límite de lo que la luz permitía—. Hibiki-chan, ¿verdad? —___ volvió a mover sus hombros en un intento fallido de aflojar la soga.

—¿Por qué me llamas así? —preguntó haciéndose la desentendida, no había forma de que el supiera eso.

—Repito, eres muy valiente, Hibiki-chan —dijo después de una rápida mirada.

—¿Quién te dijo que me llamo así? Soy ___ —lo escuchó reír.

—Se muchas cosas sobre ti, Hibiki, incluso lo de tu doble personalidad —habló dando lentos pasos por la orilla de la luz.

—Tus gorilas se equivocaron de persona, déjame ir.

—Hasta los gorilas harían un mejor trabajo —comentó viendo como ___ elevaba la mirada—, Les pedí que tuvieran cuidado contigo.

—Suélteme.

—Todavía no he terminado de hablar contigo —habló severo, ___ paso saliva—, Hoy me siento benévolo por ser un encuentro tan... especial, te concederé tres preguntas, ni más ni menos —advirtió a su espalda.

___ se mordió el interior de la mejilla. Algo en su tono de voz le quitaba el aire, y estar inmovilizada no la calmaba en nada, sólo fue una pesadilla, pensaba, escuchando el eco se los zapatos de vestir del contrario haciendo palpitar su memoria.

—Solo la Hermana superiora sabía de ese nombre, lo que no entiendo es por qué tú... —detuvo sus palabras al darse cuenta de lo que ocurría, escuchó la risa de Tougou a su espalda, se le erizó el vello por el terror.

Las 2 Colas Del Gato Perdido「Ichimatsu x Lectora」Where stories live. Discover now