14. Olivia Fletcher

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Esto es claramente muy extraño.

Liv es más amigable de lo que parece a simple vista, no puedo entender porque a Alice le disgusta tanto. Además, cabe aclarar que está realmente buena.

De acuerdo, ya no podía más. Tenía que hablar con Alice, me levanté de mi silla en el taller rápidamente, y no me di cuenta de la madera floja que había en el estante sobre mí y me golpeé la cabeza.

-Maldición.

Fui caminando hacia la enfermería algo nervioso, toqué la puerta dos veces con los nudillos, y cambié mi peso de un pie al otro. Escuché risas provenientes de ahí adentro así que abrí la puerta y vi a mi amiga riendo junto con Piper y Connor Stoll.

Ella fue la primera en percatarse de mi presencia.

-¡Leo! –se bajó del taburete en el que estaba y me abrazó- ¿Qué tal todo? Hace eones que no te veo –se echó a reír, y se separó.

-Bien –respondí, tragando saliva, y algo incómodo. Dirigí mi mirada hacia el lugar, estaba todo perfectamente organizado, menos la mesa color caoba que se hallaba en el medio, ahí había taburetes, dónde antes estaba sentada Alice, y todavía se encontraban Piper y Connor.

-Creo que será mejor que nos vayamos –dijo Piper animando a Connor- Hace ya un rato estamos aquí –rió- Adiós.

Ambos me sonrieron mientras pasaban por mi lado, y al instante desaparecieron por la puerta.

-Em… así que ellos estaban aquí desde hace un rato –dije algo molesto. Me sentía dolido, lo admito.

-Sí, ¿pasa algo? –me preguntó sorprendida

-No, nada. Sólo que pensé que si tenías un rato libre, irías a buscarme –comenté.

-Leo, no me digas que estas molesto –enarcó una ceja- Ellos vinieron a buscar unas cosas, y nos hemos quedado hablando.

-De acuerdo –resoplé- Ha sido una estupidez, perdón.

-No pasa nada –se sentó, y me animó a sentarme en el taburete de al lado- ¿Qué ha sido de tu vida en estas dos semanas niño de fuego?

-Ya sabes, he tenido montones de citas, en cuanto la intimidante de mi amiga cara de babosa se va, las mujeres me cayeron del cielo –reímos- Aunque obviamente, siempre han estado ahí, sólo que les das miedo. Pero, ¿qué puedo decir? Ni yo mismo soy capaz de resistirme a mis encantos.

-Claro –murmuró alargando la “A”- Entonces mejor me quedo lejos, así el Amo y Todo Poderoso Señor del Fuego puede estar feliz con sus mujerzuelas –sonrió.

-Nah, no te preocupes. Puedo soportarte, y de todos modos, siempre habrá mujeres persiguiéndome –ambos nos echamos a reír nuevamente.

-Vaya, te he extrañado –me dijo mirándome- Me he muerto del aburrimiento un centenar de veces, todo esto es agotador –suspiró- Hace dos meses que estoy aquí.

Me alarmé.

-¿Acaso quieres irte del campamento?

-¡No! –se sorprendió- Jamás. Es solo que me resulta raro estar lejos de mi móvil, o de mis libros, revistas, televisión, amigos y mi portátil. Todo este trabajo y entrenamiento me mantienen ocupada, eso es lo bueno –sonrió- Y por supuesto, mi molesto amigo también.

-Mmm, quizás puedas hablar con Quirón o el Señor D para que te den permiso para visitar tu casa un día o dos –sugerí.

-Eso sería espectacular, pero todo eso tendrá que esperar. Sigo muy ocupada por aquí –me ofreció una sonrisa tímida- Ya enserio, ¿qué has estado haciendo?

Me encogí de hombros.

-Lo de siempre, construir y reparar, y he hecho una nueva amiga: Liv.

-¿Quién es Liv? –preguntó extrañada.

-Tu hermana –dije con tono de obviedad- Olivia.

-¿Eres amigo de Olivia Fletcher? ¿La odiosa y pesada Olivia Fletcher? –me preguntó, claramente enfadada.

-Y-yo eh… pues sí –dije algo nervioso, cuando quería, podía ser intimidante.

-No lo puedo creer –resopló y se bajó del taburete y comenzó a ordenar medicinas que ya estaban ordenadas.

-Es agradable cuando la llegas a conocer, créeme –le aseguré- Hemos hablado bastante, y la he llevado al búnker casi todos los días y…

-¿La llevaste al búnker 9? –me interrumpió levantando un poco la voz- ¿Por qué? ¡Ni siquiera debe interesarle la mecánica e ingeniería!

-Te sorprenderás al enterarte de que sí le interesa –le dije guiñándole un ojo.

-Esto es increíble –dijo masajeándose las sienes- Es una hipócrita, ahora ya sé porque se ha portada tan bien conmigo repentinamente. Todo era puro teatro.

-Eh, es tu hermana.

-Cállate –me espetó.

-Oye, ¿te encuentras bien? Estás alterada, acaso estás en tú… ya sabes –dije algo nervioso, ella me miró con una mezcla de enojo y horror.

-¿Qué d-diablos? ¿Me estás insinuando que esto se debe a mi período? Oh por todos los dioses –me fulminó con la mirada- No puedo creerlo, sencillamente, no puedo creerlo.

Uf, mujeres.

-Alice, cálmate, no pasa nada. Liv es buena chica, cuando la conozcas… -puse mi mano en su hombro.

-Ya la conozco, Leo. No lo entiendes –sacudió la cabeza- Me voy –dijo retirando mi mano de su hombro- He descuidado mis entrenamientos, lo siento, tengo que irme -comentó y se marchó dejándome solo en la enfermería.

 Vaya, solo de nuevo.

Fix Me {Leo Valdez}Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora