-¿Entonces por qué fue?- Hades resguardó a Ate con su cuerpo, interponiéndose nuevamente entre Zeus y una diosa.
Poseidón, por otro lado, había abandonado la sala en cuanto se le comunicó a Ate su castigo.
-No tienes por qué cuidarla.- Murmuró Zeus a su hermano del Inframundo.- A ella no le tocaré un pelo.
-Lo siento si no confió en ti.- Respondió Hades.
-¿No confías en mi? Ah, claro,-Rodó los ojos.- Pero si dejas a la diosa del engaño que estaba dispuesta a sacrificar a tu hijo a tus espaldas, ¿Si confías en Ate, que quiso incriminar a Nico?
-Yo...
-¿No recuerdas acaso que en está misma sala estuvimos a punto de castigar a tu hijo por su crimen?- Señaló a Ate, a espaldas de Hades.- Ella casi mata a tu hijo, Hades.
-Ven.- Perséfone tomó la mano de su marido y lo arrastró tras ella, a un costado del salón.- No quiero verte a ti en problemas por un asunto que no te incumbe, Hades.
-Esto me incumbe más de lo que uno pensaría...-Murmuró él.
-Si ustedes creen que esperé para dejar a Ate creer que ganó,- Zeus caminaba al rededor de ella y le hablaba a todo el salón.- Están equivocados... Ate asesinó a mi hijo, ¿No es cierto?
Ate notó ahora todas las miradas en ella, los ojos azules de Zeus perforándole el alma.
-Yo nunca quise--
-Dije,-Interrumpió a la diosa.- Ate asesinó a mi hijo, ¿No es cierto?
-Si,-Dijo ella, mirándolo a los ojos.- Pero mis intenciones--
-Eso no es lo que importa ahora.- Zeus la señaló.- Asesinaste a mi hijo, hace varios meses, y si... Lo supe hace varios meses, pero tuve un motivo noble.
-¿Qué?- Hera señaló a Ate, confundida.- ¿Crees que algo relativo a este asunto es noble?
-Por supuesto, querida,- Zeus, sorpresivamente, sonrió.- Por qué yo sigo las reglas.
-¿Qué quieres decir?- Le preguntó, asustada, Ate.
-Déjame ser el primero en felicitarte, Ate,- Le dijo él.- Hoy, en poco tiempo, serás abuela.
-Yo...
-Hades y tú, cabe recalcar.
Perséfone miró a Hades, helada. Ya entendía.
-Quiero cumplir, noblemente, nuestras leyes.- Dijo Zeus, mirando a su 'público'.- Las leyes dicen semidiós por semidiós.
-Él...
-Hijo por hijo. No hijo por nieto e hijo.- Zeus le sonrió a Ate.- Alégrate, dejaré al nieto vivir.
-Él...-Perséfone apretó la mano de Hades.- Él esperará a que ella de a luz y...
-Y Veronica, hija de Ate, por Lucas, hijo de Zeus.- Sentenció Zeus.
Némesis, que debía dar el pase para considerar si el castigo era justo o no, se limitó a asentir con al cabeza, mientras que Ate lanzaba un lamentó desolador.
...
Veronica sintió, nuevamente, el atisbo de dolor en todo su cuerpo.
Le habían suministrado morfina, y le decían que siguiera pujando. La mano de Nico estaba sujeta a su mano izquierda, mientras él intentaba darle ánimos. Ella intentaba pujar, y le decían que iba muy bien, pero de pronto todo se había vuelto borroso y demasiado extraño para ella.
Estaba sumamente cansada, confundida y mareada. No podía hablar, y no sabía por qué. Ni siquiera sentía el dolor recorrer su cuerpo con cada contracción... Lo único que había era Nico, su mano con la de ella y su voz a su lado.
Todo se sentía demasiado lejos, muy lejos. Las voces de los doctores, la sensación en las piernas, las luces que previamente eran cegadoras... Todo estaba borroso.
Y de pronto, un rayó iluminó el cielo nocturno y Veronica lo sintió demasiado cerca.
-¡Una vez más, Ronnie!- Oyó que decía Nico.
Un llanto agudo inundó la sala. Veronica comenzó a ver las cosas borrosas, sintió los labios de Nico en su frente.
Un bulto cálido se hizo espacio entre sus brazos, a la vez que perdía completamente la vista.
Se sentía muy feliz, demasiado feliz, no podía verlo pero lo amaba, lo amaba demasiado y de pronto creyó que todo estaría bien. Sintió algo tocar su mejilla, y sonrió. Sentía el rostro llenó de lágrimas y por una fracción de segundo todo fue real... Pero un segundo trueno sacudió el alma de Veronica.
-¿Señorita Chaplin?- Alguien tocaba su rostro con manos frías.
-Doctor, tenemos un problema.- Decía otro.
-Señor Di Angelo, debe salir.- Nico soltó su mano y todo lo que quedaba era su pequeño bulto cálido que se apoyaba en su pecho.
-¿Qué está pasando?- Nico se oía claramente.
-Alguien llévese al bebé.
Alguien tomó a su pequeño bebé de entre sus brazos y sintió que todo se volvía frío se convirtió en nada. Estaba helada, y de pronto el frío se fue y no tenía calor ni el rostro húmedo ni nada.
-¿Señorita Chaplin?- Dijo alguien.
Ya no sentía nada. Estaba adormecida, casi.
-¿Veronica?- Estaba lejos. Todo estaba lejos.- ¿Veronica, me escucha?
Estaba cansada.
-¿Ronnie? -Nico era lo única que de pronto se oía cerca, y la hacia despertar un poco pero luego se le adormecía todo.
Veroncia sintió que se hundía. Estaba cayendo, no sabía a donde ni como parar.
-¡Alguien saqué al chico de aquí!- Su doctor estaba lejos, a cientos de miles de kilómetros.
-¡Ronnie!- Claramente oyó a Nico de pronto, y eso la sobresaltó lo suficiente por un par de segundos.
Intentó aferrarse a Nico, quería sujetarse de Nico y quería su bulto cálido de vuelta pero se sentía demasiado cansada y de pronto ya no se pudo mover en lo absoluto.
Lo último que oyó, fue Nico.
Lo último que vio, fue Nico.
...
welp
Una pequeña 'pista' (O adelanto, en realidad): El próximo capítulo es flashback.
¿ideas?
¿Se sienten emocionalmente estables?
Capítulo Veintiséis.
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