Steve Chaplin era un respetado doctor de su comunidad. Era bueno en lo que hacía, raramente sus pacientes llegaban a correr riesgos y podía decir, orgullosamente, que hace diez años no perdía un paciente gracias a la enfermedad del mismo. Era oncólogo infantil, por lo que obviamente esto de no haber dejado que sus pacientes perdieran la batalla contra el cáncer durante diez años, era raro.
El doctor Chaplin era un muy buen doctor, que como miles de buenos doctores había estudiado por años para llegar a donde estaba ahora. Gracias a eso, y a un talento probablemente innato, raramente le era difícil saber qué pasaba con un paciente.
-Pá,- Matthew estaba de pie, en la puerta del estudio de su padre. Allí, el hombre guardaba sus libros de medicina, tenía fichas médicas de pacientes cuyas enfermedades habían sido difíciles de curar, y una serie de cosas así, relacionadas con su trabajo.- Mamá dice que un poco de ayuda sería bueno ahora.
Podían escuchar las voces desde el segundo piso de la casa. Veronica y su madre discutían acaloradamente desde hace una hora, más o menos. Su madre, al parecer, ya había tenido suficiente de darle espacio a Veronica.
La joven había aparecido en la casa, pudiendo ver, y antes de que alguien dijese algo respecto a este "pequeño" cambio, vino a decir que estaba embarazada.
Las gemelas no estaban en casa, pero en lo que respecta a Matthew y a Diego, les gustó un poco la idea de ser tíos. Especialmente a Diego.
La madre de Veronica había entrado al dormitorio de la joven, en el que ella se había encerrado.
Veronica ya estaba al borde de una crisis de nervios y su madre seguía haciendo preguntas que Veronica o no sabía cómo responder, o no podía. Se habían puesto a pelear poco después, entre que una no quería decir nada y la otra no podía creer que su hija supusiera que podía llegar a la casa, decir que podía ver y que estaba embarazada y asumir que nadie iba a preguntar nada, además de molestarse ante el más mínimo indicio de duda.
-No creo que sea buen momento, Matt,- Dijo el papá de los niños Chaplin, a la vez que sus ojos se paseaban velozmente por un libro que tenía sobre el escritorio.- A veces, las mujeres pelean entre sí, y se dicen cosas, que luego no recuerdan y hacen como si nunca hubiesen discutido... Pero si van a recordar cualquier cosa que yo diga.
- Papá, creo que no entendiste.- Matthew se sentó frente al escritorio de su padre.- Veronica va a tener un bebé.
-Lo sé.- No despegó la mirada del libro.- Y creo que podré discutir con ella acerca del tema y hablar de sus opciones cuando esté más tranquila. No quiero que tome una decisión de la que después se arrepentirá, y agitada como está...-Dejo un silencio que rápidamente fue reemplazado por los gritos de Veronica y su mujer.- No va a tomar la mejor de las decisiones. Debe descansar.
-Papá... No estás tomándole el peso al asunto, creo que...
-Matthew, yo creo que tú eres quien no entiende.- Observó al mayor de sus hijos.- Con tu depresión, aprendí que hay cosas que requieren tiempo, tiempo para sanar, pensar... Y como padres es mejor dar apoyo que presionar. Prefiero apoyar a tu hermana, darle su espacio, y después ayudarla a tomar una decisión. Si Veronica no quiere que le hagamos preguntas es por algo, y creo que ese algo tiene que ver con el hecho de que Nico no esté aquí.
-Probablemente está escondiéndose de nosotros.- Diego había llegado, estaba de pie en la puerta.- Matt y yo deberíamos ir a golpearlo. Pero sólo un poco, porque después no podremos ser tíos demasiado cercanos porque Nico va a estar molesto porque lo golpeamos.
-No creo que Nico este escondido.- Su padre los miró por sobre sus anteojos, seriamente.
-¿Tú crees que él la dejó?- Matthew se tensó automaticamente.
