Capítulo Doce.

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Llevaban mirándose en silencio como una eternidad. Nico estaba pensando en qué mierda podía haber pasado para que su novia despertara pudiendo verlo, cuando se durmió completamente ciega.

Era bueno en la cama, pero dudaba que fuese tan bueno para hacer ver a un ciego.

Esa, se prometió, era la primera y última broma respecto al tema que haría, porque le alarmó pensar que, probablemente, sería algo que diría Valdez. 

Primero sueña que es Percy y ahora suena como Valdez. Cada día se conocía menos.

Volvió a concentrarse en lo que estaba pasando, que era mucho más importante que la idea de que estaba convirtiéndose en ellos.

Los ojos de Veronica era, efectivamente, verdes. Bueno, eso le causaba cierto alivio.

Nico notó, de pronto, que se sentía sumamente calmado ante lo que estaba pasando.

Si. Eso era lo que llamaban estar en shock.

Ella, por otra parte, estaba mirándolo fijamente. La cara de pánico que tenía en ese momento era, indudablemente, un signo claro de que ni ella misma tenía idea de qué estaba pasando, cómo estaba pasando o por qué estaba pasando. 

Bien, bien.

¿Esto era bueno? Ella no lo sabía, la verdad lo único que Veronica sabía con certeza era que por primera vez en su vida estaba viendo y por fin estaba logrando calmarse, principalmente porque estaba dejando de ver borroso y ahora estaba demasiado ocupada escudriñando la cara de la persona frente a ella como para  entrar en pánico.

Nico no era feo. 

En lo absoluto, era innegable que era bastante bien parecido. A Veronica casi le pareció una vergüenza que un rostro así estuviera con alguien como ella, que no podía apreciarlo realmente. La imagen que tenía de la cara de Nico, estaba formada únicamente por el camino que seguían sus dedos cuando tocaba su rostro. Desde la forma de la nariz hasta la curva de su ceja. Todo parecía calzar perfectamente con el rostro que ella tanto toqueteaba cuando estaba con él. 

Sin embargo, le parecía difícil poder asimilar que ese rostro que veía, -Que concepto tan lejano parecía eso.- Era el mismo rostro del que Nico era dueño.

Era sumamente extraño pensar que ese rostro era el mismo que su novio. Que esa boca era la boca que la besaba, que esos ojos la miraban o que esa nariz era la misma que le daba una sensación graciosa cuando Nico besaba su cuerpo. Que esas pestañas eran las mismas que había sentido en su propia mejilla cuando Nico estaba demasiado cerca o que ese rostro era el mismo que se hundía entre sus piernas.

No pudo evitar el sonrojo abrumador que la empezó a ahogar cuando pensó en eso último. Ese rostro probablemente era el que se contraía cuando llegaba al orgasmo y Veronica no pudo evitar ponerse a pensar en todas las muecas que debía hacer cuando estaban juntos.

¡Es qué era todo tan raro!

¿Acaso ese era el mismo Nico que le decía que la amaba? No sabía como sentirse respecto a eso, siempre había tenido curiosidad por ver, pero nunca pensó que podía satisfacer esa curiosidad de un día para otro, así como así.

Si así era Nico... ¿Cómo era ella?

-Yo...-Nico iba a hablar, pero la mano de Veronica cubrió su boca.

Blind Spot, Weak Spot. (Di Angelo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora