Capítulo Dos.

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Nico se despertó a las 8 de la mañana, exactamente. Su habitación estaba exactamente como él la había dejado antes de dormirse, luego de que él y su novio hubiesen hecho el amor la tarde/noche anterior. Estaba seguro al cien por ciento de que su habitación estaba igual, pero a la vez era consciente de que faltaba algo.

-Están aquí.-Murmuró para sí mismo antes de incorporarse en la cama. Ni siquiera tuvo que hacer uso de sus poderes para sentir las almas de la gente para saber que su familia había llegado mientras estaba dormido.

Su privacidad. 

Eso faltaba, eso estaba antes de haberse dormido en comparación de ahora. Su privacidad, la privacidad que tenía en su casa para poder hacer lo que le diera la gana, la privacidad que le permitía poder pasar la noche con su novia sin estar todo paranoico de que alguien entraría en cualquier momento a la habitación o la privacidad de poder hacer todo el ruido que quisiera, sin estar pensando en que alguien los estaba escuchando.

Se levantó perezosamente de la cama. Veronica estaba dormida aún. Siempre, antes de dormirse, Nico se aseguraba de que ella estuviera en el lado de la cama que daba a la pared. Esto tenía dos explicaciones: La lógica y la real, la primera era que Veronica siempre, casi por ley, se levantaba después que Nico, y la otra era que Nico tenía el ridiculo miedo de que su chica fuese a caerse de la cama y no pudiera volver a encontrarla. Este miedo se remonta a los primeros días de su relación, en los que Nico aun no entendía perfectamente cómo funcionaba eso de ser ciega.

Llevaba bastante tiempo juntos y Nico había terminado por habituarse a la condición de la chica. Junto con esto, venían hábitos que Nico no tenía y había terminado por adquirir casi sin ser consciente de aquello. Esto llevaba a cosas tan simples como no proponer citas al cine a cosas un poco más complejas para él, como ser más organizado. Si dejaba todas las cosas en cualquier lado, lo más probable era que ella fuese a ser incapaz de encontrarlas.

Se levantó de la cama perezosamente. Recogió sus boxers del suelo y se colocó un pantalón de chándal. Caminó hasta el baño y se miró al espejo. No se notaba tanto lo que había pasado la noche anterior... O algo así. Tenía rasguños por los hombros, pero solo bastaba ponerse una playera para eso, lo que verdaderamente le preocupaba eran los chupones en su cuello. 

No tenía cómo cubrirlos y estaban casi en verano, era obvio que no sería convincente colocarse una bufanda y decir que era por el frío.

Eran solo dos en su cuello, el resto estaba en sus hombros o clavículas, y la playera se haría cargo de eso. Fue hacia la cama, donde Ronnie aún dormía a pata suelta, sin tener idea de lo que pasaba a su alrededor. Ella también tenía chupones, que él había dejado allí, pero podía cubrirlos con su cabello.

Nico caminó por la habitación, la verdad no quería salir aún. Vería sus chupones y le harían bullying. 

Del gabinete que estaba en el baño sacó curitas. Era mejor que nada.

Se colocó una playera de pijama y así salió de su dormitorio, procurando dejar la puerta cerrada para que, de haber ruido, Veronica no fuese a despertar.

Cuando revisó las auras poco le costó identificar a quienes habían llegado. Thals era la única que aún no estaba allí.

Por un momento se preocupó. Leo, Jason y Percy podían hacer comentarios... Poco aptos. En especial Percy, y no quería, bajo ningún concepto, que Ronnie se sintiera incómoda con ellos allí.

Decidió dejar esas preocupaciones para el Nico del futuro. Ella había demostrado aguantar mucho comentarios idiotas, como él mismo preguntándole si ahorraba mucho en electricidad.

Blind Spot, Weak Spot. (Di Angelo)Where stories live. Discover now