Veronica llegó a la escuela a las 12 del día, junto a Nico. La familia de Nico se había quedado en la casa del mismo, quería acomodarse en la casa del chico, que ya les había dejado claro cómo dormirían: Le importaba un carajo, mientras Hazel no durmiera en la misma habitación que Frank.
-Me agrada tu familia.-Le dijo ella, cuando sintió que la mano de Nico se entrelazaba con la suya.
-Resultó bastante... Bien.
-¿Qué con ese 'bien'?-Le preguntó ella.- ¿Adonde vamos?
-Al gimnasio.-Contestó él.
-De acuerdo.
-Es que... -Reanudó lo del 'bien'-Resultó demasiado bien.-Nico entrecerró los ojos.- A mi las cosas no me salen así de bien a la primera. Es sospechoso.
-¿Qué podría haber salido mal, Nico?-Le preguntó ella, sonriendo.
-Es que... Nada contigo, la verdad, pero ellos... Ellos no te dijeron nada que hiciera las cosas incómodas o algo vergonzoso de mi.
-Suenas realmente sorprendido.
-Lo estoy. Gratamente.
-¿Entonces no quieres que te diga lo que Leo me dijo de ti en la cocina?
-¿Qué?
-¡Otp! -La voz de Anaís resonó desde el otro lado del pasillo.- ¡Esperenme, no quiero llegar sola!
Anaís Schindler era amiga de Veronica, pero se había adherido a Nico de igual forma y les decía 'Otp'
-Hola, Anaís .-Dijo Nico, observando a la chica tomar del brazo a Veronica.
-Sabes que no necesito que hagas eso, K.
Anaís vivía, al igual que Nico, preocupada de que Veronica no se cayera, ¿Por qué? No es muy claro, al parecer de Veronica, porque lo que está mal con ella son sus ojos no sus piernas.
-Lo haré igual... ¿Listos para la foto?
-Ajá.-Dijo Nico, pero Ronnie se mantuvo en silencio.
La mamá de Veronica tenía fotosde ella, de cada año escolar que la chica había cursado, y no se iba a quedar sin fotos ese año. A Veronica no le disgustaba esto, pero le parecía algo irónico... Ella no tenía idea de cómo era su cara.
Claro, podía imaginarse tocando su rostro pero nunca tendría una imagen realmente precisa de cómo era, al igual que pasaba con el color de su piel, ojos, cabello... No veía y no se veía.
-Si.-Dijo ella, finalmente.- Estamos listos.
Nico y Anaís debían sacarse la foto después de Veronica, ya que iban por orden alfabético y el "Angelo" no era lo que contaba, sino el "Di"
Cuando llegaron al gimnasio, ya era el turno de Ronnie. La chica se dejo guiar hasta la silla donde debían sacarle la foto.
-Vamos, linda,-La voz de la fotógrafa era distinta. La habían cambiado.- Sonríe.
La joven hizó caso y, finalmente, la fotógrafa le dijo que habían acabado. Le dijo que enviaría las fotos al correo electrónico de su madre, para que ella eligiera las mejores.
Su madre la llamó en ese minuto. Estaba afuera.
-No me voy a perder.-Le dijo a Nico, luego de oír como él le pedía a Anaís acompañarla hasta el auto de su madre. Él era el siguiente en sacarse las fotos.- Ni me voy a caer, ella siempre se estaciona en el mismo lugar.
-Sólo quiero que llegues bien.
-No necesitó que me lleven a todos lados, Nico.-Dijo ella.
-Podrías tropezar con algo. No traes bastón hoy.
