Fix Me {Leo Valdez}

9. Alice resulta ser más asombrosa de lo que creía

Me senté al lado de ella y comencé a formar con el código morse “TODO ESTÁ BIEN”, por su parte ella contestó “ESTOY CONFUNDIDA”, la miré a los lejos y pude ver su expresión totalmente neutra.

-¿Y bien? –pregunté.

-Mi padre dijo que reencarné los poderes de una hija suya, llamada Clairé que vivió hace más de tres mil años. Esos poderes, o dones, son el poder de la curación, el perfecto manejo del arco y flecha, y controlar la luz –suspiró- Eso explica porque mis dolores no duran mucho, también que a mi primera vez de disparar una flecha, haya dado en el blanco. Aunque todavía no sé cómo manejar la luz.

-Tú… ¿qué? –quedé boquiabierto- Tienes que estar bromeando.

Forzó una sonrisa.

-No, la verdad es que no.

-Wow.

-¿Crees que soy rara? –me preguntó mirando al frente, no atreviéndose a mirarme a los ojos.

Me eché a reír.

-¿Lo dices en serio? –me levanté- ¡Estás hablando con el tipo súper atractivo capaz de lanzar fuego!

Ella me observó, y pude ver una ligera sonrisa asomarse.

-Además, tienes los mismos poderes que una mestiza súper famosa que ayudó a muchísimos héroes. ¡Y vaya que dones! ¿Curar a la gente, controlar la luz y habilidad con el arco y flecha? Alice, eres genial –extendí mi mano para que la tomara y se levantara.

Tenía una expresión asombrada y parpadeó varias veces.

-Gracias Leo, yo… gracias –tomó mi mano para levantarse, y me abrazó.

Estoy seguro que me sonrojé.

Se separó rápidamente y se cruzó de brazos.

-Sería asombroso que Olivia Fletcher pensará lo mismo que tú.

-¿Quién?

-Mi hermana –esbozó una mueca- En el desayuno y el almuerzo (que por cierto te perdiste) me preguntaron sobre la visita de Apolo y eso… ella se negó a creerme diciendo que era imposible y bla, bla, bla –colocó sus manos en la cintura e imitó una voz- “Alice, por muy bien que sepas contar historias, eso es totalmente imposible, y te agradecería que dejes de intentar llamar la atención” –a continuación uso dos dedos para simular vomitar. Estallé en carcajadas.

-¿Olivia Fletcher dijiste? No puedo ubicarla –comenté.

-Ya sabes –dijo algo molesta- Cabello rubio y corto y ojos verde pino, un poco más alta que yo.

-Ah –murmuré, ya la había recordado. Por supuesto que no diría en voz alta que ella estaba buenísima, porque estaba seguro que ella tomaría la herramienta más próxima y me la lanzaría.

-No quiero llevarme mal con ella, pero ya me lo hizo imposible –resopló- Por suerte están Jane y Samantha, ellas me parecieron agradables, y algunos de mis hermanos también. Oh, también estuve conversando con Connor Stoll, entrenamos un poco, muy simpático.

-¿Connor Stoll? -pregunté intentando disimular mi sorpresa.

-Sí.

-Ah –comencé a mirar hacia otro lado, luego decidí cambiar abruptamente de tema- Oye, niña del sol –ella enarcó las cejas al oír ese apodo, pero pude ver como se reía, lo que me puso feliz- Ya está atardeciendo, ¿qué tal si me muestras aquellos poderes tuyos?

-Hum, no pienso combatir ahora, estoy agotada. Pero puedo mostrarte mis poderes curativos.

-De acuerdo.