Cap.52

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PENÚLTIMO CAPÍTULO:

Estábamos en la boda de Dustin y Wendy. Todo era tan perfecto. Había globos, había tartas, había ambiente, pero sobretodo; había mucho amor.

Y aquí estaba yo junto a mis dos personas favoritas; Mi fabuloso novio que además era el padre de mi hija y mi perfecta hija que además era hija de mi novio. Reí sola ante mi pensamiento. Helen no había llorado en todo el rato, lo que me alegraba, era una niña muy buena a pesar de tener solo medio año de vida. Kendall iba muy elegante, estaba vestido con un smocking negro, todo en conjunto. Llevaba sus cabellos rubios totalmente bajo control, muy bien peinados, y no faltaba la sonrisa de felicidad en su rostro. Helen iba vestida con un diminuto vestido azul, zapatillas blancas y un pequeño lazo que adornaba sus cortos cabellos dorados. Yo por el contrario, llevaba un vestido rosado, tacones rosas altos también y el cabello suelto, totalmente suelto.

Vimos a la pareja feliz. Dustin estaba esperando en el altar a Wendy, incluso diría que estaba casi igual de guapo que Kendall. La música de bodas comenzó a sonar, un bello tintineo adornaba la melodía. Wendy y el señor Williams iban cogidos del brazos mientras niños pequeños tiraban pétalos rojos por los aires, dejando un rastro de amor en cada paso que daban. Wendy llegó al altar, donde miró fijamente a Dustin, el cual sonreía como un poseso.

El cura se aclaró la garganta y comenzó con la ceremonia.

-Hermanos, hermanas. Estamos presentes aquí por la unión de dos personas enamoradas, dos almas gemelas.-Miré a Kendall. Estaba escuchando atentamente y noté como cogía mi mano. Sonreí.- Dustin Earl Belt y Wendy Diana Williams.-Siguió leyendo el libro.- Ellos se unen hoy con la presente promesa de amarse eternamente.

Se hizo un poco largo, la verdad. El cura no paraba de hablar, hablar y hablar, y yo temía que Helen estallara en llanto de aburrimiento. Kendall miraba atentamente, hasta que se puso interesante.

-Entonces...-El cura ordenó a un padrino que trajera los anillos, eran muy bellos, la verdad. - Dustin Earl Belt, ¿Acepta como esposa a Wendy Williams, para protegerla, cuidarla y amarla hasta que la muerte los separe?-Preguntó con impaciencia. Había un silencio incómodo, era tan increíble estar en esta boda al fin.

-Sí, acepto.-Dijo Dustin con un hilo de voz, los nervios le mataban. Cogió el anillo del pequeño cojín y lo metió en el dedo de mi amiga Wendy, la cual estaba a punto de llorar de emoción.

-Y usted, Wendy Diana Williams, ¿Acepta como esposo a Dustin Belt, para protegerlo, cuidarlo y amarlo hasta que la muerte los separe?-Volvió con la gran pregunta y los nervios volvieron a carcomaner a Dustin.

-Claro que sí, acepto.-Contestó Wendy felizmente y alguien por detrás soltó un grito de emoción. Reí silenciosamente y esperé el gran momento.

-De acuerdo, pues yo los declaro marido y mujer. Puede besar a la novia.-Dijo por fin el cura las deseadas palabras, Dustin le quitó el velo a Wendy y acercó sus labios hasta que estos se rozaron y crearon un beso de amor, delante de las decenas de personas que los acompañaban.

Empezaron a aplaudir como locos, nos levantamos de los asientos de la iglesia para aplaudir más aún, era tan increíble. Pasaron de la mano felizmente a paso rápido, mientras que todos los invitados les tiraban arroz a la cabeza, para desearles buena suerte.

...

-Felicidades, amigo, fue una ceremonia fantástica.-Dijo Kendall tomando asiento entre el banquete de la fuente del exterior. Era hermosa, muy hermosa.

-Gracias, Kendall, Wendy y yo estamos muy agradecidos por esto, no hubiéramos logrado nada sin vosotros, ¡Y pensar que hacía apenas un año no nos conocíamos!-Gritó emocionado.- De verdad, a veces los amigos son las mejores personas del mundo.-Kendall se levantó de su asiento emocionado, y se estrecharon las manos mútuamente. Yo, por el contrario, besé ambas mejillas de Dustin, era un acto normal.- Disfrutad de la comida, nosotros estaremos en aquella mesa de allá.-Dijo señalando una mesa más larga que la nuestra.

-Disfruta tu también, colega.-Le contestó Kendall y le mandó una bella sonrisa. Me senté y dejé el carrito de Helen a mi lado.- Bueno, ¿Qué crees que tendremos de comer?

-¿Por qué estás tan emocionado?-Pregunté confusa.- Pensaba que estaría más emocionada yo que tú, pero veo que me equivoco. ¿Qué te tomaste, Kendall?-Le pregunté haciéndolo reír.

-No me tomé nada, cariño, sólo...-Suspiró entrecortadamente.- Te tengo una sorpresa, y no sé esperar para dártela.

-¿Ah, sí?-Le pregunté ansiosa.- Pues dámela.

-Aún no, no puedo. Cuando lleguemos a casa, mi amor.-Me respondió jugando con sus pulgares. Asentí.

Criminal con sentimientos {Kendall Schmidt & tú} #CCS1Where stories live. Discover now