Cap.6

3.6K 217 12
                                    

-Ahí tienes...-Dijo de un suspiro mientras me lanzaba el móvil en mi regazo.- Pero voy a estar vigilándote, así que será mejor que no digas cosas que no debes.

-Gracias.-Sonreí y marqué el número de mi hermano, me moría por hablar con él. Después de dos sonidos, descolgó.- ¿Lo-Logan?-Dije no muy segura de hablar con él.

-¿(Tn)_____? -Una lágrima corrió por mi rostro de felicidad. Por fin hablaba con mi hermano- ¡(Tn)____ ven a casa inmediatamente! ¡Los agentes de policía llevan dos días buscándote!-Gritó desde el otro lado del teléfono.

-No pu-puedo...-Logan calló- Estoy secuestrada.-Dije llorando con más intensidad.

-¿Qu-Qué?-Dijo mi hermano con un hilo de voz. Creía que se desmayaría en ese mismo instante- ¿Cómo que estás secuestrada? ¿Quién te tiene? ¿Dónde estás? ¿Es una broma, no?-Dijo riendo sin humor en la última pregunta.

-No es una broma, Logan. Estoy secuestrada.-Miré a Schmidt. Me miraba tristemente.

-¿Qué es lo que quiere para que te deje ir?-Preguntó con temblor en su voz.

-No lo sé.-Miré de nuevo a Schmidt.- Mi hermano quiere saber que es lo que quieres para dejarme ir.-Repetí las palabras de Logan.- Dímelo.

-Cinco millones de dólares.-Dijo orgulloso. Abrí la boca a tope, si no fuera a estar pegada a mi cráneo, hubiera perforado el piso.

-¿Y bien? ¿Qué quiere?-Dijo Logan preocupado. 

-Él quiere... cinco millones de dólares.-Mis lágrimas volvieron. Sorozollé y al parecer mi hermano me oyó. Necesitaba que estuviera conmigo ahora mismo.

-Bien, no te preocupes, princesa, saldrás de ahí. No llores. Hey, escúchame. Para de llorar.-Sorbí por la nariz e intenté calmarme- Eso es. No te pongas nerviosa. Te prometo que haré lo imposible para sacarte, te juro que mataré a quien te tenga secuestrada una vez fuera... Te lo prometo.-Mi hermano suspiró- Te quiero demasiado, (Tn)_____... Saldrás de ahí. Dime quien te tiene raptada.

-Schmidt...-Cerré los ojos con frustación.- Kendall Schmidt.-Logan se calló. Parecían las peores palabras que hubiera dicho nunca.- Estoy en Philadelphia, Logan.

-Ese cabrón...-Bufó- Bien, por ahora lo único que tienes que hacer es esperar. Tienes que ser fuerte, e intentar calmarte cada vez que veas que las lágrimas se aproximen. Te sacaremos de ahí, tarde o temprano.

-Logan...-Schmidt me pidió el teléfono.

-Dámelo ya. Hablaste suficiente.-Asentí mientras me despedía de mi hermano.

-Tengo que colgar. Te quiero, hermano.-Dije mientras apretaba el botón rojo.

-Y yo a ti...-Es lo último que escuché. Schmidt me quitó el teléfono con suavidad y lo guardó en su bolsillo.

-Supongo que ya sabe donde estás.-Asentí- Bien, antes o después saldrás de aquí, pero yo necesito ese dinero.-Suspiró. Había repetido las mismas palabras que mi hermano.

-¿Para qué Schmidt? ¿Para qué lo quieres?-Pregunté interesada. Cuanta más información le sacara, más posibilidades tendríamos de encerrarlo.

-A ver, yo te llamé por tu nombre por que a ti te molestaba que te llamara "Nena", así que ahora quiero que me llames por mi nombre también, ¿Entendido?-Asentí- Si te soy sincero... No sé para qué necesito el dinero.-Le miré confusa- Mis jefes me lo han pedido, y siempre que no cumplo sus órdenes, acaban golpeándome.

-¿Golpeándote? ¿Y trabajas para ellos?- Dios, qué vida más triste tenía este chico.- Renuncia...

-No puedo. Acabarían matándome... la vida no es tan sencilla. Ellos sólo me quieren para secuestrar a personas, pero yo ya soy bastante buscado, y me sé varias técnicas, así que soy mejor que cualquier otro chaval.

-Necesito ducharme.-Dije prácticamente ignorando su frase y me levanté del suelo. La verdad es que con sólo oírlo, me entraban escalofríos. Pobre Kendall.

-Sí, como sea.-Se despeinó el cabello- Ahí está el baño.-Repitió señalando la puerta anaranjada de la habitación. 

Caminé hacia el baño, necesitaba refrescarme. Hacía dos días que no me duchaba, ni si quiera había meado. Parecía una tontería, pero no podía vivir sin un baño. Entré y Kendall no se apartó, así que quedamos frente a frente. Me fijé en sus ojos. Verdes, claros y bonitos ojos. Perfecta estructura de la cara y perfecto cutis. Labios rojo cereza y dientes blancos como la nieve. Vaya, si que estaba bueno. 

-Ejem...-Aclaré mi garganta para que me dejara pasar.

-Oh, sí, perdón.-Se hizo a un lado mientras no dejaba de mirarme.-(Tn)_____ espera...-Me di la vuelta para verlo y sin apenas pasar un segundo, estaba pegado a mis labios.

¿Me estaba besando? Dios, estaba besando a un criminal. Sus labios se acoplaban a la perfección con los míos, siguiendo un ritmo bastante bueno. No podía parar de besarlo, vaya, ¡Esto era una droga! Después de unos segundos nos separamos por falta de aire y nos quedamos mirándonos.

-Me t-tengo que ir.-Tartamudeó nervioso y salió de la habitación.

Reaccioné. ¡Oh, Dios mío! Había besado al enemigo de mi padre, al chico que me tenía secuestrada, ¿Cómo había podido ser tan imbécil? Una vez en sus labios, no podía parar de besarlo, ¡Por qué! Mierda, todo era culpa mía. Debí haber reaccionado antes y pegarle una bofetada, era lo que se merecía.

-----------------------------------

¡¡Chicaaas!! Quiero comentarioooos para el siguiente capítulo, porfa, no tengo ningún comentario por ahora... y me faltan leídos.

Criminal con sentimientos {Kendall Schmidt & tú} #CCS1Where stories live. Discover now