Cap.9

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-Buenos días.-Saludó mientras se sentaba a mi lado. Bostecé y levanté la cabeza para encontrarme con Kendall, el cual me miraba con una sonrisa.

-Buenos días.-Dije yo levantándome y sentándome en un rincón de la cama.-¿Qué haces aquí tan temprano?-Pregunté viendo el reloj azul. Eran las siete de la mañana.

-Quería decirte una cosa...Ahm...-Se rascó la cabeza- He decidido...-Suspiró- Bah, da igual, ya te lo diré en otro momento.-Pero que poca paciencia tenía.

-Kendall...-Lo miré frunciendo el ceño y suspiró de nuevo. Jugaba con sus pulgares nervioso.

-(Tn)_____, me has hecho pensar y... He decidido no jugar más a esto.-Negué con la cabeza sin entender.- No voy a raptar a más gente. Huiré de todo, tal vez me quede en un sitio fuera de que nadie sepa de mí. No quiero que me encierren por hacer una cosa que no me gusta.-Subí mis manos a mi boca, aguando mis ojos.

-Eso es... ¡Eso es genial, Kendall!-Grité lanzándome a él con un abrazo- No sé como mi padre te odia.-Sonrió.

-¿Tú no me odias?-Negué con la cabeza- Me alegra oírlo.-Sonrió.- Bueno, espero que no me delates.

-Nunca lo haría. Me enseñaste muchas cosas este día.

-Te amo, (Tn)_____...

...

Desperté. Oh, mierda, todo había sido un maldito sueño. ¿Por qué no se hacía realidad? Aunque ni siquiera sabía el por qué me había imaginado que me amaba, la verdad. Supongo que comenzaba a gustarme. ¡Pero qué digo! No me puedo enamorar de un criminal. Él no me quiere, sólo quiere el dinero, y aunque sea un buen chico, me raptó por un propósito, y no me iré hasta que lo consiga.

-¿Kendall?-Le llamé con un bostezo. Él se acercó a mí, parecía estar dentro de casa.- No sé tu edad.-Dije de la nada, igual se sentía extraño.

-¿Para qué quieres saberla?-Rió- Es de groseros preguntar la edad de una persona.

-Tú sabes la mía.-Le respondí inocente. Era verdad. Él suspiró.

-Tengo diecinuéve.-Dijo frunciendo el ceño. Qué joven era para tener esa vida de criminal que llevaba encima.- ¿Por qué lo preguntas?-Subí los hombros.

-Pura curiosidad.-Sonreí y me levanté de la cama para vestirme. Sólo iba con mi sujetador de puntillo y mis braguitas a juego, por lo que Kendall se quedó mirándome atónito. Me acerqué al armario, donde ayer vi que había ropa. Tomé unos vaqueros lisos y una blusa blanca. Se las esnseñé a Kendall.-¿Puedo cogerlo?-Él asintió aún recorriendo su vista por mi cuerpo. Me sentía un poco incómoda.-No tardo.

Entré en el cuarto de baño y me puse la ropa, me peiné con el cepillo y me puse unas bailarinas blancas que había en un cajón. Busqué alguna pinza entre los cajones del baño, si había ropa, también habría accesorios. Encontré compresas y pinzas, vaya, Kendall estaba en todo. Quería cuidar bien de su secuestrada. Sonreí y las guardé mientras me ataba el cabello en dos coletas. Ya estaba lista. Salí del baño y me encontré con Kendall de nuevo sentado en la cama. Subió la vista al notar mi presencia y le dediqué una sonrisa.

-¿Te gusta?-Me di una vuelta para mostrar mi cuerpo. Espero que tenga el mismo gusto que yo.

-Estás muy hermo...-Paró y tragó saliva ruidosamente- Te queda bien.-Sonreí y me senté a su lado.

-¿Qué hacemos?-Pregunté de un suspiro. No quería estar aburrida el resto de la mañana. -¿Tienes algo para divertirnos?-Negó con la cabeza.- Vayamos afuera... A jugar con el agua.-Le hice una cara de cachorrito, sólo quería bañarme un poco. Él rió y se levantó. Paró su mano para yo después cogerla y ayudarme a salir de la casa. Era peligroso, y sin él, no me atrevía a hacerlo.-¡Espera un momento!-Dije parando de caminar.- Nos olvidamos los bañadores.-Suspiré y me di la vuelta para volver a la casa, pero Kendall me cogió de la cintura y me hizo retroceder.

-Hey, hey.-Me hizo mirarle a los ojos- Quieta ahí. No necesitamos bañadores.-Cogió mi mano y comenzó a correr, yo tuve que seguirle a una gran velocidad. ¿Pretendía que me bañara desnuda?-Bueno, ya llegamos.-Así era. Habíamos dado la vuelta al río.- ¿Qué? ¿Te vas a bañar o no?-preguntó divertido.

-No tengo bañador.-Rió- Y sé lo que estás pensando, ni en sueños me voy a bañar desnuda.-Dije cruzándome de brazos.

-No estaba pensando eso.-Paró de reír- Estaba pensando en hacer esto.-Dijo de golpe y me empujó para uqe me cayera dentro del río, que no tenía corriente. Tocaba el suelo, pero aún así, me asusté. ¡Iba toda mojada!

-¡Idiota! ¿Por qué lo has hecho? ¡Estoy empapada!-Rió más.

-Lo hice porque es divertido.-Se tiró de bomba a mi lado, cosa que me salpicó toda la cara- Admítelo.-Negué con la cabeza.

-Nunca. ¡Estamos con ropa!-Grité.

-Hay más en la casa, y se puede secar... Es ropa "Secable"-Dijo haciendo comillas con los dedos y ahora no pude evitar reír. De acuerdo, me divertía con él. Y... ¿Me estaba gustando mi secuestrador? Si llego a decir eso delante de mi padre, me mata.

Criminal con sentimientos {Kendall Schmidt & tú} #CCS1Where stories live. Discover now