Cap.38

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Oí pasos apresurados a través de la puerta, simplemente, los ignoré. Seguí jugando con Helen, la cual estaba tumbada en mi cama y apretaba mi dedo y abría y cerraba sus verdes y potentes ojos. Sentí la puerta abrirse de golpe y ni siquiera me molesté en darme la vuelta. La cerró más suavemente, y sus pasos se acercaron a mí hasta que pude sentir que me abrazaba. Envió su aliento caliente a bajar por mi espalda, y después, despositó un beso en mi mejilla. Se sentó al lado de Helen y me observó durante unos segundos.

-No te molestes por lo que....

-Kendall...-Lo paré y lo miré a los ojos.- No estoy molesta.-Suspiré y me dedicó una media sonrisa.- Sólo tiene razón, Dustin fue muy claro al decirlo, y tiene toda la razón, admítelo.-Suspiró ahora él.- Kendall.-Llamé su atención y volvió a verme a los ojos.- ¿Crees que me he molestado por eso?-Con la mirada me indicó un sí.- No, no lo he hecho. Mírame. Estoy aquí, contigo, llevamos casi un año juntos y tenemos una niña preciosa. ¿Crees que me puedo separar de ti?

-Tienes razón.-Besó mi mejilla.- Soy un estúpido, de verdad que no quise conocerte así, te lo he dicho unas cien veces.-Reí.- Pero bueno.-Suspiré- ¿Sabes qué estaría bien?-Volví a mirarle a los ojos.- Casarnos.

-¿C-Casarnos?-Pregunté estática, al ver tal preposición.

-Sí, casarnos.-Confirmó.- Piénsalo. Tenemos una hija y ni siquiera estamos prometidos. ¿No crees que sería adecuado estar casados y ser una pareja más...?-Me miró extrañado.- ¿Normal?-Completó su pregunta.

-No lo sé, Kendall, es un poco precipitado.-Suspiré- ¿Cómo te vas a casar si hay policías por todo el continente buscándote?-Hizo una mueca.- Por el juzgado te pillarían, y por la iglesia no se puede teniendo ya una hija.

-Sí, es verdad...-Bufó.- Pero algún día tendremos que casarnos, ¿No?

-Claro.-Respondí.- Pero más tarde, no por ahora. Ella sólo tiene una semana, y yo no tengo ganas de más líos, hoy han ocurrido demasiadas cosas.-Suspiró ahora él.-Estoy cansada Kendall.-Le miré y mis ojos se inundaron de lágrimas, desconociendo yo misma la razón.-Quiero dormir.-Le contesté mientras veía que la niña había caído en un plácido sueño. Eran más de las doce.

-Sí, está bien.-Besó mi frente.- Durmamos.-Dijo quitándose su camisa y los pantalones, para quedarse sólo con bóxers. Hice lo mismo para quedarme con ropa interior y meterme entre las suaves y calentitas sábanas de nuestra cama. Kendall se esperó un poco y cogió a Helen en brazos para llevarla a su cuna.- ¿Puede dormir con nosotros?-Preguntó infantilmente.

-¿Con nosotros?-Asintió y sonrió. Negué con la cabeza divertida y me hizo un puchero curvando su labio inferior hacia fuera.-Kendall, no debemos acostumbrarla a que duerma con nosotros, además, ya está dormida...

-Me da ternura abrazarla por las noches, (Tn)_____.-Fruncí el ceño.- Oh, vamos, el primer día no pasa nada.

-¿Y no te da ternura abrazarme a mí?-Pregunté pícara. Subió los hombros para quitarle importancia y me hice la ofendida.- Oh, de acuerdo, pero luego no me vengas pidiendo que hagamos cosas, cuando tienes a la niña por medio.-Apagué la luz de la habitación y me tumbé de espaldas. Rápidamente, Kendall volvió a encenderla.

-Está bien, está bien.-Dejó a Helen en su cuna.- ¿Ahora haremos cosas?-Preguntó pícaro. Reí y negué con la cabeza.

-No, Kendall, otro día.-Besó mi mejilla, pero lo detuve.-Dije que otro día.-Volvió a besarla y se acostó a mi lado para luego suspirar y abrazarme por detrás, haciendo cucharilla. Apagó las luces y medio cansada, caí en un profundo sueño.

...

-¿Qué ha pasado aquí?-Pregunté exaltada al ver nuestra habitación.- ¿No puedo irme ni una sola hora a comprar pañales?-Pregunté ahora con sarcasmo, esto era una ruína.

Había leche por el suelo, pañales sin usar pero abiertos, también por el suelo, donde se veía todo pegajoso por el pringue de la crema corporal que también estaba derramada. La cuna estaba en medio de la habitación, Helen no paraba de llorar, y Kendall iba de un lado hacia otro corriendo intentado no resbalar. Kendall tenía su ropa manchada, probablemente leche o vómito de Helen, el pelo revuelto que le hacía una pequeña cresta, llevaba sólo una zapatilla y sus pantalones negros se habían convertido en grises. Ella, por otro lado, estaba tumbada en la cuna, sus gritos ya rompían tímpanos, iba igual de manchada que Kendall, pero llevaba un pijama blanco más difícil de lavar. ¿Qué había pasado?

-¡Ayúdame! ¡Soy un desastre!-Gritó mientras seguía corriendo por el cuarto.- Helen quería comer, le di de comer, pero se me fue de las manos, y acabamos así.-Dijo mientras limpiaba con un mocho la suciedad del suelo. Reí y tomé a Helen en brazos.

Le quité el pijama completamente sucio, le cambié el pañal por uno nuevo de los que había comprado y la volví a vestir con ropa limpia. Rápidamente, preparé un biberón de los que tenía en mi mesilla de noche y se lo di. No era tan difícil.

-Eres un idiota, Kendall.-Bufé- No sabes cuidar de tu hija ni por una mísera hora.-La niña se terminó el biberón y la tumbé de nuevo en su cuna, donde se quedó nuevamente dormida.

-No es culpa mía, esta niña parece un angelito pero es justamente lo contrario.-Me crucé de brazos y no pude evitar reír. Me daba risa verlo en tal situación.- ¿De qué te ríes? ¡Es verdad! Me vomitó encima porque no le gustaba el biberón que le hice para ella, ¡No sé cocinar!, que quieres que haga. Luego, intenté cambiarle el pañal sucio, pero comenzó a llorar de nuevo, sin saber por qué. Y finalmente, le vi que llevaba toda la piel reseca, así que intenté ponerle un poco de crema coporal, pero con su pequeña y desastrosa mano, la tiró por el suelo. ¡Tiene más fuerza de lo que crees! ¡Es muy mala!-Dijo haciéndome reír de nuevo. Era tan tierno.

-No es mala, Kendall, es sólo un bebé.-Dije mirandóla atentamente.- Lo que ocurre, es que a veces eres muy tonto, y no sabes como cuidarla.

-Pero la amo, igual que a ti.-Reí de nuevo y me tomó en brazos.

-Eso ya lo sé, ¡Pero no me toques!-Grité haciéndolo reír ahora a él.- Vas todo pringoso, dúchate y luego ya me dices lo que me tengas que decir.

-De acuerdo.-Dijo bajándome y dedicándome una tierna sonrisa.

Criminal con sentimientos {Kendall Schmidt & tú} #CCS1Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang