Criminal con sentimientos {Kendall Schmidt & tú} #CCS1

Cap.22 -2a parte-

Maratón 2/2

*Imagen sacada de una novela que hay en Facebook. Ya créditos a la dicha página =) Aclaración: Mi novela no está adaptada, sólo encontré esa imagen y vi que tenía un título parecido, pero nada que ver*

-¡Pero qué has hecho!-Grité paralizada al ver lo que acababa de hacer mi padre.- ¡Por qué lo has hecho!-Me arrodillé al suelo mientras mis lágrimas y su sangre fluía al mismo tiempo. Le había apuñalado por la espalda, al estómago y algunas cortadas en las extremidades, pero la que más me preocupaba era la del pecho, sin duda.

-Llevo los últimos veinte años queriendo hacerlo, déjame cumplir mi sueño, hija.-Dijo engreído. Nunca creí poder odiar tanto a mi padre en estos momentos.

-Maldita sea, ¡Maldito cabrón de mierda!-Le grité.- Logan, llama otra vez al 911.-Ordené y nadie se movió. ¡Había tres heridos en esta sala! Y uno de ellos estaba grave.- ¡Logan! ¿No me oíste?-Alice comenzó a llorar de nuevo. Esto se estaba convirtiendo en una tortura.

-No lo haré, (Tn)____, él lleva haciendo la vida imposible a más de mil personas, y por mucho que lo ames, nunca verás el daño que hizo... Deja que ese capullo muera en paz.-Negué con la cabeza.

-¡Sóis los dos unos putos asquerosos! ¡Él está muriendo! ¡Os odio!-Grité más fuerte y tomé mi teléfono para llamar a la ambulancia, no tardaron en cogerlo.- Calle Coon Street número ocho, es una fábrica abandonada, hay tres heridos, uno muy grave, al borde de la muerte, dénse prisa.-Ordené rápido y colgué.-Kendall...-Dije mirándolo. Todo estaba oscuro, menos él. Había una fuerte luz que brillaba en él, era por eso que no dejaba de mirarlo. Era el centro de mi atención. Sólo me preocupaba él, él y él, nadie más. Lo amaba mucho.

Esta era la peor visión de mi vida. Kendall tenía sus manos en su estómago, el pelo revuelto, los ojos medio cerrados y ahora la sangre también salía por su boca. Era lo único que se podía ver. Sangre, sangre, y más sangre. Gemidos inconscientes se escapaban de su boca, y apenas podía moverse. Era una auténtica tortura verlo en ese estado.

-(Tn)____...-Dijo muy bajo, lo suficiente para poder oírlo. Su voz era débil y quebrada, esto no podía ser peor.- Escúchame, (Tn)____...

-Kendall...-Derramé más lágrimas que cayeron en sus mejillas.- No me dejes, sigue conmigo, puedes vivir, venga... Por favor, formaremos una familia juntos, nos casaremos, seremos felices, pero por favor...-Dije seguido.-No te vayas...

-Nunca... Nunca sabré... Nunca sabré como me enamoré de ti en un mes... Yo...-Parpadeó lento.-Te amo, (Tn)____, eso no lo dudes nunca... Y siempre te amaré...-Esas fueron las últimas palabras que dijo, antes de cerrar los ojos. Mierda, se me iba, se me iba.

-¡Kendall! ¡No, Kendall! ¡Quédate conmigo!-Grité ahora desesperada.- No te mueras, tenemos una vida por delante, juntos...-Lloré más fuerte.-Por favor...

Entre abrió los ojos, y pude ver ahí todo lo que habíamos pasado juntos. Sus verdes, aguados, y ahora débiles ojos, me lo expresaban todo. Recuerdo el primer día que lo conocí, cuando estuve en ese camión extraño y luego en el hospital abandonado, en Philadelphia, en esa cueva azul debajo de la cascada y en el adosado que habíamos vivido la última semana. En los besos que había recibido y en las ganas de abrazarle que tenía.

-Te amo, (Tn)_____...-Cerró los ojos definitivamente.

Esto se acababa. Ya no sabía que hacer, por más que lo llamara, no abría sus ojos. Su pulso aún se sentía, pero era demasiado débil. Un gran charco rojo se iba expandiendo por el suelo, cada vez manchando más trozo, manchando mi ropa y la suya, pero simplemente, no me importaba. Lo amaba. Lo amaba, lo amaba demasiado para dejarlo ir. ¡Teníamos toda una vida por delante! Él sólo tenía diecinuéve años, yo tenía dieciocho. Quién sabe, igual todo se arreglaba y vivíamos felices, pero por ahora, esto iba empeorando. El charco era cada vez más extenso, y mi preocupación también. Si la ambulancia no venía ahora mismo, moriría en mis brazos.