Me salvaste. [Terminada]

93. Últimos preparativos.

-Narra Isabel-

Ya estábamos organizando los últimos preparativos para la boda con José Manuel y la verdad que las ansias y los nervios nos ganaban por completo.

Isabel: Amo como nos complementamos
José Manuel: sin dudas ayuda mucho eso en este caso.
Isabel: De verdad que si. ¿Ya tienes el traje mi amor?
José Manuel: ¡Listo!
Isabel: muero por verlo, aunque tendré que esperar.
José Manuel: ¿Tu vestido ya está listo? -asintió- ¿Y si mejor rompemos la tradición y te lo pones para mí?
Isabel: ¡No! Va a ser sorpresa señorito.
José Manuel: ¡Ufa! -se quejó como los nenes-

Reí y fui acomodando toda la lista.

-Ropa ✓
-Salón ✓
-Invitados ✓
-Anillos ✓
-Lugar de la boda ✓
-Peinados/maquillaje ✓
-Carta ✓

Dejé todo a un lado cuando José Manuel comenzó a besar mi cuello, cerré mis ojos y tirando mi cabeza a un costado junto a mi cabello le dejé espacio libre para que siga haciendo lo que quiera en mi piel.

José Manuel: hueles delicioso. -dijo sin dejar de besarme- te extraño tanto.
Isabel: ¡Y yo a ti! -exclamé aún con mis ojos cerrados-
José Manuel: te tengo una sorpresa.
Isabel: ¿Para mí? -asintió- ¿Qué es?
José Manuel: ven conmigo. -tomó mi mano y me llevó hasta la habitación-

Al entrar allí caminó hasta el placard y sacó dos bolsas que dejó en la cama.

Camine hacia ellas y las abrí con muchísimo cuidado. En la primer bolsa habían dos cajas cada una llevaba un conjunto de bebé, uno en tono rosa pastel y el otro en tono celeste.
Mis ojos se llenaron de lágrimas, era demasiado hermoso. Ya era sensible y el embarazo me hacía más sensible aún.

Bese sus labios y lo mire.

Jose Manuel: ¿Te gustan?
Isabel: me encantan. Están hermosos mi amor.
José Manuel: me alegra mucho mi amor.

Me quedaba aún una bolsa por abrir. Lo hice con cuidado y ahí se encontraba una caja color bordo cuadrada. La tomé en mis manos y la abrí, adentro contenía un collar hermoso que al medio llevaba la inicial de mi nombre adentro de un corazón.

José Manuel la tomó en sus manos y luego me la colocó alrededor del cuello. Mientras lo hacía dijo.

José Manuel: esto será el símbolo de mi amor que no tiene fin, que es inmenso e infinito como el mar. Que contiene promesas de amor y felicidad, de apoyo y esfuerzo pero por sobre todo de pasión y una enorme admiración hacia ti, hacia la mujer en la que te estás convirtiendo y hacia la felicidad que me brindas cada día segundo a segundo.

Volví a besarlo pero esta vez más tiempo. José Manuel con pequeños gestos lograba enamorarme cada vez más, era increíble todo el amor que sentía por Él. Aquel amor eterno que nos une desde niños y que me salvó del más doloroso infierno.
Eso era, sentirse a salvo. Encontrar a la persona ideal para que sea tu refugio y tu sostén. Encontrar al amor de tu vida y al príncipe de tus sueños.