Me salvaste. [Terminada]

70. ¿Yo? ¡No puede ser!

-Narra Isabel-

El médico anotaba cada cosa que yo le comentaba. Volvía a leer mi historia clínica y agregaba cosas, anotaciones y números.

Doctor: Acostate en la camilla Isa y levántate un poco la remera.
Isabel: está bien.

Hice lo que el médico me pidió y espere. Sus manos fueron a mi panza y a mi cuello. Hizo algunas revisiones y anotó nuevamente en la computadora.

Me levanté y me subí a la balanza. Automáticamente cerré mis ojos. No quería ver ese número, pareciera como si fuera la primera vez que me pesaba.

Doctor: 70 kilos, muy bien Isa de verdad.

Suspiré y sonreí. Había mejorado, la situación era completamente distinta. Me sentía demasiado bien y el diagnóstico de los médicos era bueno... ¿Qué más podía pedir?

Luego de haber anotado un par de cosas más procedió a hacerme un análisis de sangre. Su rostro denotaba una sorpresa pero no me decía nada.

Isabel: ¿Está todo bien?
Doctor: Si Isa, en tres horas estarán los resultados de los análisis. Luego de eso irás a la consulta con la psicóloga y al finalizar la visita del día tendrás tu alta firmada.
Isabel: está bien. -Sonreí-

Salí del consultorio y camine hacia la habitación. Las tres horas sin duda se me harían eternas... ¿Que dirá el resultado?

Camila trato de ayudarme y de tratar que me despeje. Íbamos acomodando todo en mi valija. Sin dudas sería imposible olvidarme de ella.

Isabel: tengo miedo Cami.
Camila: ¿A qué?
Isabel:  a que el resultado de los análisis den mal. No se, tengo mucho miedo. -suspire-
Camila: tranquila -sonrió- veras que todo saldrá bien.
Isabel: eso espero. -suspire- se me hace eterno el paso de los minutos.

Camila no dijo nada tan solo me abrazó. Cerré mis ojos y disfrute de aquello. Trate de tranquilizarme y de pensar en cosas lindas, de seguro así el tiempo de pasaría más rápido.

Luego de que pasaron las tres horas camine hacia el hall donde estaban los consultorios esperando a que el doctor me llamará para decirme que arrojaron los resultados del análisis de sangre.

Mis piernas iban a mil al igual que mi corazón. Necesitaba saber una vez por todas porque tanto misterio.

Doctor: Lascurain, Isabel.

Suspiré y me paré. Todos los pacientes que estaban allí me miraron. Tome fuerzas y entré al consultorio. El médico me siguió y cerrando la puerta visualice un sobre de madera en sus manos.

Doctor: ¿Nerviosa? -asentí- tranquila Isa. Todo está bien.
Isabel: ¿No me miente verdad?
Doctor: no Isa. -saco los papeles del sobre- los estudios arrojan que tu estado anímico ha mejorado muchísimo desde que comenzaste el tratamiento. Tu cuerpo tiene todo lo necesario para seguir adelante aunque sos consciente que por más que tengas tu alta las consultas siguen ¿Verdad?
Isabel: Si, si doctor lo sé.
Doctor: los estudios arrojan algo más.
Isabel: ¿Qué más?
Doctor: ninguno de los médicos pueden explicar esto. Sin duda, tu cuerpo reaccionó mejor de lo que esperábamos y nos da mucha felicidad.
Isabel: ¿A qué se refiere doctor? -pregunté confundida-
Doctor: ¡Felicidades Isa! Estás embarazada de dos meses y medio.
Isabel: ¿Yo? -pregunté y mis lágrimas cayeron- ¿Yo? ¡No puede ser! -me largué a llorar demostrando toda la emoción que sentía en aquel momento-