Me salvaste. [Terminada]

27. Sentir que todo acaba

-Narra Isabel-

Luego de un día intenso decidí subir a mi habitación a bañarme, de verdad que lo necesitaba.
Cerré la puerta y comencé a buscar la ropa de dormir para luego entrar al baño.
Mi cabeza comenzó a dar vueltas, me sentía completamente mareada... ¿Qué me estaba pasando? Mis piernas comenzaban a temblar al igual que todo mi cuerpo. Me sujete de un mueble y espere a que se me pasará. Miles de sensaciones horribles recorrían mi cuerpo.

Minutos después me sentí más tranquila por lo que decidí ir a bañarme. Luego de abrir el grifo y desvestirme botando la ropa sucia al cesto revise que el agua esté como me gustaba... Me metí abajo del agua y deje que está me relajara. Cerré mis ojos y moje mi cara. Todo era demasiado relajante y necesario.

Lave mi cabello y mi cuerpo, al cabo de unos cuantos minutos salí y me envolví en mi bata seguido de que envolví mi cabello en otra toalla. Salí del baño y me sequé para cambiarme.

Una vez que termine de hacer todo aquello y ya completamente vestida decidí ir al tocador a peinarme. No llegue ya que todas esas sensaciones que sentí antes de entrar a bañarme volvieron como puño y eran peores. Mi cabeza dolía al igual que mi estómago, todo daba vueltas, mis piernas temblaban al igual que todo mi cuerpo. Los dolores eran horrendos. Sentía que todo acaba al menos para mí y que el cuerpo me estaba pasando factura de todo el maltrato que yo había ejercido sobre el al dejar de comer.

Quise llamar a Mayte pero termine desplomada en el suelo y ya no sentí más nada.

-narra Mayte-

Me encontraba en la cocina tomando un vaso con agua. No podía creer estar de nuevo junto a mi hermana. Todo había cambiado sin duda y muy pero muy pocas para bien.

Me apoye en la mesada y mire a un punto fijo... ¿Cómo podía ayudar a Isabel en esta situación? ¿Cómo hacer que no sienta todas esas horribles sensaciones?

Estaba por enviarle un mensaje a Fernanda para que me ayude con esto, definitivamente no iba a poder sola.

Comencé a escribir cuando siento un golpe proveniente de la habitación de Isabel, deje el vaso y tome mi celular en la mano. Sentí una sensación horrible. Camine hasta allí y la puerta estaba cerrada, la abrí ya que no estaba cerrada con llave y la veo a Isa tirada en el suelo.

Corrí hacia ella y la tome en mis brazos. Estaba desmayada. ¿Qué mierda había pasado?

Mis lágrimas comenzaron a caer cual lluvia. Un miedo me invadió. No quería perderla, no ahora que estábamos juntas de nuevo. Marque el número de emergencias en mi celular y llamé pudiendo ayuda.

Tome a Isa y la abracé contra mi pecho rezándole a Dios que no le haya pasado nada malo, que todo estuviera bien.

Dios ayúdame en este momento, que no haya pasado nada malo con Isa. Tú sabes lo que ella significa para mí, no la quites de mi lado te lo suplico.