Me salvaste. [Terminada]

7. ¡Eras tú!

-Narra Isabel-

Tome mi celular en medio de lágrimas y le envié un mensaje.

Isabel: Gracias por tan lindos regalos, no puedo creerlo. ¡Eras tú!
José Manuel: Hola hermosa espere tanto tu mensaje, me alegra que te hayan gustado.
Isabel: ¿Qué pasó que volviste? ¡No te das una idea cuánto te extrañe!
José Manuel: Muchas cosas. Quiero y necesito verte. Yo también te extrañe tanto.
Isabel: ¿Quieres venir a casa? Mi desconocido sabe la dirección de mi casa 😂
José Manuel: Esta bien. En media hora estoy ahí.
Isabel: Te espero. Y si, También te amo.

Sonreí y comencé a preparar todo. No podía creerlo, una emoción recorría mi cuerpo de par en par. Después de haberle buscado y haberme rendido estaba ahí, en media hora vendría mi casa y nos veríamos de nuevo.

-Narra Jose Manuel-

Lisa iría a la casa de una compañera del kinder. Estaba feliz adaptándose a México. Me preparé y la pequeña ya estaba lista para ir a dormir a la casa de su compañera.

José Manuel: ¿Cualquier cosa me llamaras?
Lisa: Si papá, yo te llamaré.
José Manuel: Disfruta mucho y pórtate bien ¿Si?

La pequeña asintió con su cabeza y sonrió. Luego de llegar a la casa de su amiga hablé con la madre y me dio la completa seguridad de que estarían bien. Las saludé y me fui.

Pase por una casa de chocolates, compre una caja de bombones en forma de corazón. Aboné y me fui. Al ir caminando tenía tiempo de pensar que le diría, cómo reaccionaria, como actuaria ella al verme. Estaba nervioso, ansioso quizás demasiado.

Minutos después llegue, estaba enfrente de su casa. Suspire. Mis piernas temblaban, mi corazón latía fuerte y mis manos sudaban. Cruce y estando frente a la puerta toque el timbre y espere algunos segundos.

La puerta se abrió y allí estaba ella. Sus ojos estaban repletos de lágrimas al igual que los míos. Nuestras sonrisas estaban plasmadas en nuestros rostros. Ella me abrazo con emoción y yo la apreté suavemente con mi cuerpo.

Isabel: ¡Eres tú! ¡Eres tú! -Dijo llorando mientras me abrazaba-
José Manuel: te extrañe tanto. -Susurre en sus brazos-
Isabel: Y yo a ti.

Unos minutos después nos separamos y ella me invitó a pasar. Nos sentamos en el sillón, no podíamos dejar de mirarnos.

Isabel: ¿Quieres tomar algo?
José Manuel: me encantaría.
Isabel: ahora vuelvo.

Se levantó y fue a la cocina. Mire a mi alrededor y no podía creerlo. Aquella niña había cumplido un par de sueños que ambos conocíamos. Mire en una pared retratos con fotos. Había dos con sus padres, uno con sus hermanos y hermanas y otra con Mayte y Fernanda. Los recordaba a ellos con mucho cariño.

Isabel: Aquí está. -Dijo apoyando una bandeja con dos tazas de café-
José Manuel: Están hermosas las fotos.
Isabel: Si -Suspiró-
José Manuel: No sabía que estaban mal entre ustedes.
Isabel: ¡Larga historia!
José Manuel: Tengo demasiado tiempo si quieres contarme.
Isabel: Quizás...

Nos sentamos nuevamente y comenzamos a tomar el café mientras hablábamos de muchas cosas. Desde que me fui habían pasado muchas cosas que veía en sus ojos que necesitaba largar. La tarde/noche definitivamente​ sería larga y de muchas confesiones.