Me salvaste. [Terminada]

39. Promesas.

-Narra Isabel-

Estaba a pocas horas de ingresar a la clínica. Mis ojos estaban hinchados de tanto llorar, mi cabeza dolía al igual que toda mi alma. Sentía miedo, terror ante todo lo que vendría. Tenia claro que no podría sola (a decir verdad si es por mi saldría corriendo muy lejos de aquí para evitar esto).

Aquella madrugada no pude pegar un ojo. Quería que las horas se pasarán lo más lento posible. Y así fue, pero las mismas a convirtieron en la peor tortura.

Mis pensamientos no me ayudaban para nada. Todas las incógnitas que pasaban por mi mente necesitaban ser contestadas aunque no tenía a nadie que sea capaz de darme una respuesta.

Mis miedos estaban todos reunidos convirtiéndome en la persona más frágil que podía existir. Se cruzaban miles de personas en mi mente... Mis padres, mis hermanos, Fernanda, José Manuel, Lisa. Hacia esto por ellos más que por mi.

Me levanté y camine hasta el baño. Sin saber porque me mire al espejo. Me sorprendí al darme cuenta cuan lejos había llegado pero todo era malo, mi vida era horrenda y mis intenciones aún peores.

Suspire y volví a mi habitación. Pude visualizar que la luz de la habitación de Mayte estaba encendida así que con pasos temblorosos fui hasta allí.

Al llegar la vi a Mayte terminando de leer un libro. Cuando me vio dejo el mismo sobre la mesita de luz.

Mayte: ¿No puedes dormir?
Isabel: no. -Suspire-
Mayte: ven.

Camine hacia la cama y me acosté a su lado. Ella me tapo con las frazadas y tomó mi mano.

Isabel: ¿Y tú? ¿Por qué no puedes dormir?
Mayte: el bebé no deja de moverse. -Respondió y yo sonreí-
Isabel: tu desvelo al menos es por algo lindo.
Mayte: ¿Te preocupa lo de hoy verdad?
Isabel: si. -respondí y mis ojos se llenaron de lágrimas- quiero salir corriendo te juro.

Ella no dijo nada y me abrazo. En lo profundo se lo agradecí inmensamente. Con suaves caricias sobre mi cabello y mi espalda dejo que yo siga hablando.

Isabel: no voy a poder sola Chi -Dije en medio de un llanto consumidor- muero de miedo de perder a la gente que quiero por esto. Es durísimo para mí saber que estaré seis meses allí dentro.
Mayte: puedo entenderte. -Dijo mientras acariciaba mi mejilla- quiero que nunca olvides esto... Yo estaré siempre contigo ¿Si? Tienes a mucha gente que quiere verte bien y que daría su vida por ti. Tienes que luchar por ellos pero principalmente por ti. No tienes que permitir que está enfermedad te gane.
Isabel: a veces me siento tan débil te juro. -Escondí mi llanto en su pecho-
Mayte: tranquila bonita tranquila.
Isabel: prométeme que no me dejaras sola May, prométeme que estarás siempre conmigo. A pesar de todo.
Mayte: te lo prometo hermana. -besó mi frente-

Me quedé refugiada en sus brazos sintiendo la protección de los mismos escondiendo mis penas y mis miedos en su pecho.

-Narra José Manuel-

Desde hace varias horas estaba intentando dormir pero no lo conseguía. Había llegado el día de la internación de Isa. Ahora todo lo que vendría sería difícil. Para ella principalmente pero para todos también.

Tome mi celular y le envié un WhatsApp. En aquel momento no me importó la hora tan solo quería decirle algo...

"José Manuel: empieza un duro camino que transitaremos juntos. Te prometo que por nada del mundo te dejaré sola, te prometo que estaré presente cada día y me aseguraré que nunca te falte nada. Reafirmo cada día que eres el amor de mi vida. Te amo mi amor. Nunca lo olvides, esto es para siempre y sortearemos cada obstáculo que la vida nos ponga. Lo prometo."