Me salvaste. [Terminada]

86. Charlas de padre e hijo.

-Narra Isabel-

Luego de aquel show demoledor volvimos a casa. Lisa iba dormida en el asiento trasero mientras que con José Manuel veníamos charlando.

José Manuel: fue un show increíble y muy emocionante -comentó con una sonrisa-
Isabel: opino lo mismo... Fue un verdadero placer volver a pisar un escenario y hacer lo que más amo.
José Manuel: estuviste increíble, me enamoraste una vez más.
Isabel: gracias por estar y por apoyarme siempre.
José Manuel: tu felicidad es muy importante para mí y haría lo que sea por verte sonreír siempre.

Tome su mano y la acaricie. El me miro y me dedicó la sonrisa más hermosa.
Al llegar a la casa estacionó José Manuel el auto y nos bajamos. Lisa iba dormida a upa de su papá así que ni bien entramos José la llevo a su cama. Dejé mis cosas a un lado y fui a la cocina a preparar café.

Después de la cena no había nada mejor.

El pequeño José Manuel estaba súper inquieto dentro de mi. Apoye las manos y en mi vientre y realice un par de caricias en el. La sonrisa no se borraba de mi rostro.

José Manuel se encontraba parado apoyado en el marco de la puerta sin dejar de mirarnos.

Isabel: ¿Qué miras tanto? -pregunté graciosa-
José Manuel: me enamora cada día más verte así, con ese instinto maternal. Brindándole todo tu amor y atención a nuestro bebé.

Se acercó a mí y besó mis labios. Me ayudó a preparar el café y a llevarlo al living. A decir verdad José Manuel no dejaba de malcriarme.

Nos sentamos en el sillón y comenzamos a charlar en compañía de la taza de café

Isabel: todavía no caigo que seremos papás. Creo que caeré en la realidad cuando nazca y pueda ver su carita.
José Manuel: me pasa igual. Siempre soñamos con esto y ahora que lo estamos cumpliendo no lo creo.
Isabel: a veces me atacan esos miedos comunes pero creo que me tranquiliza verte a mi lado.
José Manuel: serás una excelente mamá. Lisa te ama como tal.
Isabel: y yo la amo a ella, te lo juro.

El bebé no dejaba de moverse. A decir verdad estaba más inquieto que las otras noches. Por momentos sus movimientos me generaba un dolor leve pero que era fácil de soportar.

José Manuel: ¿Está inquieto?
Isabel: ¡Esta como loco! -reímos-
José Manuel: haber charlaremos unos minutos.
Isabel: ¿Sobre que?
José Manuel: cosas de padre e hijo, así que usted se calla.
Isabel: ¿Neta? Está bien.

José Manuel levantó un poco mi remera y luego apoyo su cabeza en mi vientre. Comenzó a hacer suaves caricias y a hablarle.

José Manuel: buenas noches hijo, mamá me está comentando que estás muy inquieto. Disfrutaste del show ¿Verdad? Tu mamá canta hermoso ¿Viste? Cuando nazcas podrás disfrutar más claramente de su voz. Te cantará todo lo que quieras. Falta poco para que veamos tu rostro y para tenerte con nosotros. Eres un sueño cumplido hijo. Gracias por llegar a nuestras vidas, por iluminarlas y por acompañar a tu mamá de la forma que lo haces.
Si mañana deseas compraré muchos chocolates para ti.
Te amo, hijito. -dejo un beso en mi vientre y juro que me morí de amor en ese momento-