Camila
El tiempo vuela cuando uno se divierte. Los últimos veintiún meses, con Román, han sido un viaje increíble. Hemos estado viviendo juntos desde el quinto mes. No lo planeamos, pero fue algo natural, aunque rápido. Pasamos todos los momentos libres juntos y hemos tenido muchas aventuras, haciendo viajes por los EE.UU y más allá, Francia, Inglaterra e Irlanda. No sé cómo, pero de alguna manera, un novio mío me convenció para participar en el Scottsdale FiestaBowl media maratón — la 24 ª carrera anual. Tiene lugar el 2 de septiembre y comenzó a entrenar para ello en abril. He odiado cada segundo de ella y me he quejado a lo loco. Incluso traté de evitar hacerlo, un número de veces, pero Roman no me dejó.
Al parecer, me alegraré de haber ido después. No estoy de acuerdo. Él me arrastra fuera de la casa más temprano, justo después de la salida del sol cuando es agradable y fresco, corremos Scottsdale Road. Dice que es la parte que va a ser el tramo más difícil de la carrera, porque es el punto más pronunciado. Seis millas malditas que me hace hacer, y luego pasamos el día comiendo como caballos. ¿Qué pasa con eso? Estoy segura de que he ganado unos cuantos kilos, puedo sentirlo. Sólo Dios sabe cómo me las arreglaré con catorce kilómetros en el día. No sé cómo, ni por qué, la gente hace maratones completos, es una locura.
Tengo que admitir que he mejorado mi resistencia y me siento más flexible debido a las sesiones de estiramientos rigurosas que me ponen a prueba. Incluso he sucumbido a hacer yoga dos veces a la semana, y nuestro sexo es bastante atlético, también. De esa parte no me quejo, llego a disfrutar bastante. Agradezco todos los beneficios adicionales de la carrera y el estiramiento, pero sé que, aunque Roman no creo que lo sepa, voy a parar las cosas del ejercicio justo después de la maratón. Me quedo con el Yoga, pero eso es todo.
El ejercicio no es lo mío, no me gusta y nunca lo haré. Probablemente me aprovecho de que mi peso, con excepción de ahora, apenas ha cambiado a lo largo de mi vida adulta, y hasta ahora mi hermana y yo estamos teniendo un buen metabolismo después de mamá. Si continuamos de esta manera, nunca vamos a tener que trabajar activamente para mantener nuestro tamaño. Si eso cambia, entonces arrastro el culo al gimnasio.
Las semanas se están acercando y entre formación y trabajo, estoy más ocupada de lo que nunca he estado. Mi negocio ha ido viento en popa, la mayoría se ha debido a la fotografía de bodas, que adoro, especialmente la creación de álbumes de fotos. Hoy es domingo y estoy haciendo una boda, lo que hace pensar que me han lavado el cerebro. En primer lugar, nunca pensé en hacer esto como parte de mi carrera como fotógrafa, pero me ha encantado. En segundo lugar, he llegado a admirar las grandes bodas de tipo tradicional y me encuentro tomando notas mentales de lo que me gustaría, y de lo que no. Mi hermana empezó a jugar a la novia a la edad de seis años, yo siempre he sido la santa. A partir de entonces pasó toda su vida, hasta su gran día, planeándola. Ahora estoy haciendo lo que ella hizo antes, solo que yo a los veintiocho. Llego al hotel, la novia es más de interiores, se encuentra a poca distancia de la Basílica de Santa María, una iglesia encantadora en Phoenix, donde se está recibiendo a los recién casados. Mientras tomo fotos de la hermosa dama, de su encaje y su vestido de seda, no puedo creer que yo estuve a punto de casarme. No siempre tengo estos pensamientos cuando hago trabajos como éste, pero de vez en cuando los tengo. Parece que fue hace una vida, en la vida de alguien distinto.
Ahora que me han lavado el cerebro, me alegro de no hacerlo. Sé que no me he arrepentido de mi elección entonces, sobre todo porque eso es lo que más me convenía en aquel momento, pero siempre y cuando no pase nada, haré toda Bodavilla. Todavía quiero un día que refleje mi estilo vanguardista y moderno, pero con un toque tradicional también, y quiero allí a toda mi familia y amigos. Siento que he crecido y de cierta manera he cambiado, desde el primer día en Scottsdale. El día finalmente termina. Fue agradable, pero era mucho tiempo. Estoy feliz de estar en casa. También estoy contenta de encontrar que Roman está todavía en casa.
— Hey— Me saluda con su fabulosa sonrisa. — ¿Cómo te fue? —
— Muy bien.— Dejo mis cosas en el suelo junto a la puerta, y me uno a él. Nos sentamos en el bar del desayuno y le cuento sobre el día. Si se tratara de una mujer que estaba con Daría le contaría hasta el último detalle, algo que hago frecuentemente con Elena, que le encanta escuchar acerca de algunas de las bodas, pero le haré a Roman una versión breve. Largos días como este me duele el cuello y el hombro y Roman me masajea la espalda. Una vez que termino de hablar, me tumbo boca abajo en la camilla de Roman, y recompensa mi trabajo. Cierro los ojos, terminando, y lo escucho hablar de sus acontecimientos.
***
Es mi día libre del trabajo de fotografía, así que es hora de hacer escultura. Antes de empezar, me siento en la terraza a la sombra del sol caliente, con el periódico y un café. Estoy bloqueando todos los pensamientos de la maratón del viernes, no puedo creer que sea tan sólo dentro de cuatro días. En el lado positivo, veré a mi familia. Eso es lo único bueno de esta semana. Estoy ansiando ver a mi sobrina y sobrino, me he perdido gran parte del primer año de Madison de vida. No puedo esperar para ver a Lauren y mi hermana y mis padres. Maldita sea, no puedo esperar para verlos todos.
Compruebo los titulares de primera página, la fecha de hoy literalmente, salta a la vista y me huele a frío en la cara. Mi taza se cae de mi mano, golpeando el suelo y haciendo ruido. Apenas registro la sensación del líquido caliente salpicado por mi pierna. 29 de agosto de 2011. El cumpleaños de _____. Tiene treinta y tres ahora.
Un escalofrío me recorre y se me pone la piel de gallina. Me he preparado para esta fecha, y el resto de las fechas importantes que le siguen, durante los últimos dos años. Llámame sentimental, o llámame estúpida, pero estas fechas significan algo para mí, a pesar de que me hacen daño. Me sorprende que pensase que podría olvidar, pero yo lo he hecho. He estado tan atrapada en la preparación para la carrera, el trabajo y la visita de mi familia, que no he tenido en cuenta nada más. Hace diez años que _____ y yo nos conocimos, en cuatro días serán tres años desde el día en que me fui a su apartamento, y la última vez que hablamos, y en seis días serán tres años desde el día que nos íbamos a casar. ¿Cómo podría olvidarlo? Fue sólo ayer que pensé en lo cerca que estuvimos de casarnos. Dios, todavía me duele. Es tan doloroso como lo era en aquel entonces.
¿Cuándo voy a dejar de amar a esa mujer? ¿Por qué parece como si mis sentimientos por _____ estuviesen atrapados en un túnel del tiempo? ¿Por qué no puedo conseguir más de ella? Ella entró en mi vida hace diez años, y me ha gustado casi todos los días desde entonces. ¡Ah, maldita década! Ni siquiera duró una semana. Tengo que dejarla ir, nunca estuvimos destinadas a estar juntas. Estoy con Roman ahora y mi vida está aquí con él. No puedo amar a _____ más. No quiero.
