Gracias a las tres personas que comentaron acerca de que opción querían les agradezco mucho y bueno como dos optaron por la primera opción estos días estuve editando la historia para poder continuarla, y ya esta listo sinceramente no fue mucho lo que se edito y sin mas continuamos con las historia, gracias otra vez.
Camila
Tracé besos bajando por la barbilla y el cuello de _____ antes de empujarla sobre su espalda, para ponerme en cuclillas sobre ella y extender sus caderas con mis pies. Mis manos se concentraron en su pecho, me senté acunando su pene con mi resbaladizo coño. Bajando la parte superior de mi cuerpo hasta el suyo, agarré la barra de su tetilla entre mis dientes y tiré de ella antes de succionarlo dentro de mi boca.
–Mierrrrrda –murmura ella, poniendo sus dedos en mis cabellos sueltos y agarrándolo. Sonrío por su reacción y cubro su pecho con besos y lamidas suaves y provocadores. Dándole mi plena atención a su otra tetilla, trabajo con mi lengua sobre eso y a su alrededor.
Volviendo a la posición cuclillas/ahorcajadas, empiezo a deslizar mi zona resbaladiza a lo largo de su barra, una y otra vez. El único sonido ahora es nuestra profunda respiración y mi mojada mientras me deslizo alrededor de ella. Libero el dulce placer con un suspiro.
–Te sientes tan bien debajo de mí, así, _____, piel contra piel, pero te necesito dentro de mí.
–Tú eres la que tiene el control aquí –sé que está peleando contra asumir el mando. Puedo oírlo en su tensa voz y sentirla en el agarre exigente que tiene sobre mis caderas.
Ésta será nuestra primera vez sin una barrera de látex entre nosotras. Ha estado en mi mente constantemente. Levantándome levemente, me posiciono bien y lentamente me deslizo hacia bajo en ella, mis paredes se cierran a su alrededor, sujetándola, manteniéndola. Toda mía. Me quedo quieta, mi cuerpo reclamando el suyo.
–Mmm, _____.
–¡Joder, me estás volviendo loca! –dice ella, al tiempo que levanta sus caderas, y siento la deliciosa mordida de su pene empujando contra mi cérvix.
Mis manos se afirmaron en sus firmes abdominales, empiezo a moverme, arriba y abajo, sin prisa. Me estremezco a lo largo del sentimiento y exhalo su nombre, suena más como un lloro, incluso para mis oídos. Cuando acelero, _____ se impulsa hacia arriba, incrementando la penetración, que ya nos tiene a ambas gimiendo y mis uñas la muerden.
Es un acuerdo tácito, reubico mis piernas, moviéndome de mis pies a mis rodillas, y _____ me empuja hacia abajo hacia ella. La parte superior de nuestros cuerpos ahora están pegados, pechos contra pechos y suave barriga contra firmes abdominales, la pulverizo. Un suave temblor para a través de mí y tengo piel de gallina cuando su tacto traza la longitud de mi espina dorsal, del cuello hasta el trasero. Sus dedos rozan levemente en la parte de atrás de mi entrada y yo suspiro con placentera y provocadora emoción. Hundiéndose en mi humedad, haciéndolos deslizarse con mi excitación, _____ usa la punta de un dedo para examinar la apretada entrada. Me relajo, dejándola entrar. El cálido escozor que su entrada crea rápidamente remite, se remplaza por destellos de sensación mientras ella trabaja su camino hacia dentro, lentamente, un poco a la vez. Después de que mi cuerpo acepta toda la longitud, otro se une a la fiesta. Estoy perdida en el placer dual, una estimulación sobrecargada. Rechino los dientes más fuerte y y _____ empuja dentro de mi trasero más profundo, más rápido.
–Ah, sí, me gusta eso –le digo, nuestros rostro ahora mejilla —con —mejilla y mi boca en su oído.
–Voy a tomarte y reclamarte en todas las formas posibles después de hacerte mi esposa –dice ella, y yo puedo oír que quiere decir cada una de las palabras.
