Camila
Finalmente, el momento ha llegado: adiós frío y nebuloso San Francisco, hola soleado y cálido Cancún. Mi entusiasmo no es porque no pueda esperar a dejar este lugar, me encanta San Francisco, es porque estoy emocionada por mi viaje. Y esta es la primera vez sin mis padres, mi celebración por terminar el colegio e ir a la universidad en otoño. Voy a ir con Lauren, mi hermana Elena y su mejor amiga Dinah. Estoy en una fase excitante de mi vida y tengo muchas cosas planeadas para el verano, empezando por las vacaciones.
Un golpe en mi puerta. Mamá entra.
―Camila, te vas en menos de dos horas y todavía no has hecho el equipaje ―dice ella con un acento Cubano, apenas influenciado por los más de veinte años viviendo en los Estados Unidos. Por la forma en la que está de pie con sus manos en las caderas, sus ojos marrones echando un vistazo, claramente no está impresionada, me siento como una niña que ha sido pillada con sus dedos en el frasco de las galletas.
―Tengo todo lo que necesito justo aquí. ―Probablemente ayudaría si en realidad no hubiera sonado como si acabara de ser pillada con mis dedos en el frasco de las galletas―. Sólo tengo que ponerlo en mi maleta.
Hasta el momento, tengo todas mis cosas tiradas en un montón sobre mi alfombra púrpura y, si mamá no hubiera entrado cuando lo hizo, lo hubiera recogido todo y arrojarlo todo dentro de mi maleta. Así no es como hago las cosas usualmente, pero elegí quedarme con Shawn anoche, y la mayor parte del día, en vez de venir a casa y empacar.
Mamá se sienta en mi cama y se estira para agarrar una camisa rosa en la parte de arriba del montón. Definitivamente tengo que hacer esto apropiadamente ahora, así que me pongo a su lado.
―Al menos has organizado tu habitación. ¿Tienes tu carnet de conducir, dinero y...?
―Sí, mamá, tengo todo. Deja de preocuparte, todas estaremos bien.
―Sé que lo estaréis, pero también sé lo desorganizada que puedes ser. Te pareces demasiado a tu papá.
―Has estado trabajando todo el día, deberías relajarte. Puedo hacer esto sola.
―Si me voy ahora, todo esto sencillamente será arrojado dentro de tu maleta. ―Ella pone cinco camisas que ha doblado dentro de mi maleta.
―Tengo todo listo. Esa es la parte más importante, ¿verdad? Soy más organizada de lo que crees.
Ella no se molesta en replicar. Soy organizada por lo que a mí respecta, todo siempre se queda hecho, pero no soy tan rígida como mamá o Elena, así que no llego a sus estándares. Soy más como papá. Él siempre termina haciendo las cosas también. Pongo tres pantalones vaqueros bonitos con las camisas. Mamá lleva la delantera. Quizá esto sea útil, después de todo, a su velocidad se hará todo en cuestión de segundos, y sólo tendré que hacer una tercera parte de eso. Qué bien.
―¿Dónde está tu protección solar? ―pregunta mientras inspecciona mis artículos de tocador sobre el suelo―. Solo porque puedes broncearte con facilidad no significa que no necesitas proteger tu piel.
Miro a mi cómoda de pino.
―Allí. ―Apunto con el dedo―. Notarás que he comprado la mejor marca, me tomo el cuidado de mi piel seriamente.
Ella ríe, sonando ligeramente malhumorada.
―¿Qué harás sin Shawn? ―bromea ella.
―Extrañarlo como loca. ―Esa es la única desventaja de mis vacaciones, pero todos estuvimos de acuerdo en que sería sólo cosas de chicas. Suspiro al pensar en dos semanas sin mi hombre. Ya lo extraño.
Mamá sacude su cabeza, una sonrisa suave y afectuosa le da forma a sus labios.
―Será bueno tener algún tiempo lejos del otro. Sólo han sido cinco meses, y tú piensas que ya es el amor de tu vida.
―Eso es porque lo es. No necesito estar con él más tiempo para saber eso. Y, antes que lo digas, tampoco necesito ser más vieja para saberlo.
―Pongo una pila de pantalones cortos y faldas dentro con los otros artículos, intentando no ofenderme con sus palabras. Fallo―. ¿Preferirías que yo me acostara con cualquiera entonces?
Ella me apuñada con un contacto visual duro. Sé que no piensa eso, realmente no debería haberlo dicho. Mamá siempre había animado a Elena y a mí para que nos guardemos para alguien a quien amemos. Yo lo hice; Shawn.
―Tú también conociste a papá cuando tenías dieciocho, y todavía están juntos veintitrés años después.
―Sí, lo hice, pero no me lo tomaba en serio con tu padre tan rápido, Camila.
―Eso es probablemente porque vivías en Cuba. No podías tomarlo demasiado en serio cuando la mayoría del tiempo os escribíais el uno al otro.
―Sí, pero ambos conocíamos al otro y al mismo tiempo teníamos vidas separadas y nuestras propias experiencias. Pasó un buen año antes de que viniera aquí a vivir con mi tía, y luego salimos seis meses antes de que se me declarase. Sentar la cabeza y casarse no es tan urgente en estos días.
―Whoa, mamá, aminora. Ni siquiera hemos hablado de esas cosas, y no lo haré ahora, de todas formas –ella suspira otra vez y se concentra en empacar la ropa que acaba de doblar―. Pensaba que te gustaba Shawn.
―Por supuesto que te gusta, pero quiero que disfrutes, no que te enamores cuando tienes tanto por delante. Shawn es cinco años mayor que tú, ha experimentado más que tú.
Así que el problema es la diferencia de edad. Tiene más sentido, porque ella supo que mi papa era el elegido antes siquiera de que supiera su nombre. Y tenía mi edad. Ahora lo pillo.
―No estoy acelerando nada, honestamente. Al menos él no es como Austin, me puso los cuernos con su ex novia sólo porque no quise... ―me detengo ahí en ese tema. Puede que no amara al cretino, pero aún así me sentí traicionada. Él rompió mi confianza y me hirió, el jodido idiota.
―Sí, lo sé, cariño, no te molestes. ―Ella frota mi muslo amablemente–― Todo lo que estoy diciendo es que tu viaje con las chicas es una buena oportunidad para hacer otras cosas, con otra gente. Ustedes están tan envueltos el uno con el otro. Sólo quiero que hagas lo mejor de ser joven.
―Lo sé y lo haré. Lo estoy haciendo. No voy a apresurar nada, y tengo un montón de cosas divertidas planeadas para el verano, y no todas incluyen a Shawn. Él también tiene compromisos de motocross, así que estará lejos mucho en los próximos meses. Prometo que pasaré tiempo con mis otros amigos, ¿de acuerdo? Todavía estoy con Lau casi tan a menudo como estaba antes, eso nunca va a cambiar.
Ella sonríe y continúa con la tarea entre manos.
Para cuando terminamos, todo lo que necesito llevarme está empacado y bien organizado. Como dije, las cosas siempre terminan hechas. Aunque estoy agradecida de que mi mamá viniera a ayudar, ha sido mucho más fácil, y estoy contenta de que hayamos hablado. Ella abandona mi habitación con aparente calma. Mi relación sí que se tornó seria bastante rápido, eso no se puede negar, pero me he sentido bien con cada paso que Shawn y yo hemos tomado.
