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He pasado la mayor parte de la noche hablando con Alex, e incluso Gerard por un tiempo, pero no estoy avanzando. Una mujer con la que estuve sólo un par de noches va a tener a mi bebé, y la que amo la estoy perdiendo.
Esta es la peor noche de mi vida.
Dane llega a mi puerta. Es inesperado, son las tres de la mañana —la mañana del que debería haber sido el día que Camila se casara conmigo. No me sorprende cuando me dice que ha estado en su casa. Estoy agradecida más que nada, feliz de que tuviera a alguien con ella. Aunque, no estoy segura de querer oír lo que tiene que decir.
Nos sentamos con una taza de café. Estoy cansada, pero la última cosa que quiero hacer es dormir. Indolentemente, me vuelvo a mover en el sofá. Cruzando los brazos sobre mi pecho, veo a Dane, sentado a mi lado.
—¿Cómo está? —Es una pregunta estúpida, pero la más obvia para hacer.
Lo que realmente quiero saber es si todavía la conservo.
—No muy bien. Emocionalmente sobre todo, pero creo que ya sabes eso sin que te lo diga. —Asiento con la cabeza. Por supuesto que lo sé. Lo peor de todo este lío es que ella está siendo lastimada—. Ella no puede soportar la idea de que tú y otra persona van a tener un bebé. Le dije que creo que ella puede hacerlo, sólo necesita tiempo. Es más fuerte de lo que piensa, pero en realidad no lo ve, no en este momento, de todos modos.
—¡Mierda! —Dejo que mi cabeza caiga contra el cuero—. Ni siquiera sé si puedo hacerlo. No tengo otra opción, sin embargo, ella la tiene.
—Amiga, esta mierda está seriamente jodida. ¿Es sin duda tuyo?
—Ella dijo que soy la única con la que ha estado desde que su relación terminó hace siete meses. Le creo, pero voy a asegurarme. Tengo que hacerlo.
Él duda. Eso me dice que no me va a gustar lo que vendrá después.
—Camila quería que te dijera que va a quedarse con su tía y su tío en Arizona por ahora.
—¿Ella se está yendo?
—Sí. Sé que marcharse no es la respuesta, pero ella parece pensar que lo es. Piensa que será más fácil para las dos si no está aquí por los próximos cuatro meses más o menos. Tal vez pueda ayudar si puede estar lejos de la situación por un tiempo.
—Mierda, no me esperaba eso. Esta dejando el maldito estado. —Es peor de lo que pensaba. Tenerla cerca, incluso si no estábamos juntas, podría haber sido capaz de tolerarlo, pero estar ausente por completo es otra cosa.
Mi corazón oficialmente ha sido arrancado de mi maldito pecho.
—No me gusta tener que decirte esto.
Ni siquiera puedo resistir preguntar:
—¿Qué? — ¿Cuán peor las cosas posiblemente se pueden poner?
—Dijo que será mucho más fácil si no tratas de hablar con ella, o detener su partida. Quiere espacio para pensar, vendrá a ti en su momento.
Golpeo mi cabeza contra el sofá, un movimiento sin sentido que no va a resolver una mierda, pero hay algo muy atractivo en golpearme mucho ahora mismo.
—Está dejando la galería y sus compromisos de fotografía.
—No esperaba que esto fuera fácil, pero irse. Mierda. No hay manera de que le hubiera puesto un dedo encima si supiera que esto sucedería. Mi estupidez y ella es la herida, ¿cuán jodido es eso?
—Lo sé. —Él pone su mano en mi hombro, apretándolo—. Traté de hacer que se quedara o por lo menos que hablara contigo, pero una vez que se le metió la idea de Arizona en la cabeza no cedió. Me dio esto para ti. —Me pasa una hoja de papel amarilla doblada—. Ya sabes dónde estoy.
