Capítulo 14

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Camila

Maratón 1/3

No hay duda de que Saffron y sus amigos juegan bastante, todos son buenos. _____ y Gerard son los mejores jugadores, y tuve suerte contra Gerard y permanecí en la última ronda de Blackjack11. Solo éramos _____ y yo. Gané. Estoy segura de que me dejó ganar; ella juega mejor que yo. Mi victoria no se siente justificada y no creo que le ganase en nuestro juego de carreras, incluso si lo hiciera sólo por hacerlo. No entiendo por qué me lo permite, tal vez porque esta siendo educada.

–Lau, mejor nos vamos –le digo, mirando el reloj. El tiempo ha pasado muy rápido — son casi las 4:00a.m.

–Nah, quédense –dice Gerard, agitando una mano hacia adelante, rechazando mi sugerencia–. La fiesta apenas comienza.

Me río de él, está claramente borracho. No hay ninguna fiesta, pero en su cabeza sí. Irme no es lo que quiero, pero su propuesta no parece suficiente.

–No, creo que probablemente deberíamos irnos ahora –me senté en una posición más vertical. Mi trasero está adormecido por el suelo, aún con cojines del sofá debajo de mí. He estado sentada aquí durante horas.

–Deberían quedarse un poco más –añade Dane–. Nadie más se está yendo todavía.

Está bien, pero no es Dane ni Gerard quien quiero que nos pidan que nos quedemos. Lo que quiero es que _____ lo haga. He tenido una de las noches más divertidas. Estos chicos son geniales, pero lo que más he disfrutado es estar en compañía de _____.

Esto no es bueno.

–Voy a polvorear mi nariz –le digo, poniéndome de pie con mi anestesiado — trasero.

En el baño, aprovecho la oportunidad para mirar alrededor. Por razones obvias, no le presté mucha atención la última vez que estuve aquí. Me intriga saber si este baño de alguna manera se parece a _____. Tengo curiosidad acerca del tipo de gel de baño que utiliza y su colonia. Siempre huele bien, a pesar de que no llevaba perfume en absoluto cuando hacía mis tatuajes. Al igual que en la fiesta, esta noche su olor tiene un trasfondo dulce y terroso.

Nada por aquí me dice algo sobre la personalidad de la tipa. Quiero saber más sobre ella y cuánto de este departamento se basa en su gusto personal. ¿Cómo luce su dormitorio? No estoy consiguiendo nada aquí, y estoy muy interesada en descubrir más. Es hora de irse.

Vuelvo a salir para encontrar a la mujer del centro de mis pensamientos en la cocina con mi amiga.

–¿Qué están haciendo? –pregunto, no es que no sea obvio.

–Tenemos hambre –responde Lauren alegremente, encogiéndose de hombros.

–¿Tienes hambre? –_____ me pregunta.

–Um, no, no lo creo –ella sonríe y sigue en lo suyo. Esa sonrisa envió una oleada de calor que me recorrió la espalda y una sensación de hormigueo en una parte que me niego a reconocer.

De pie en el desayunador, veo a Lauren y a _____ hacer huevos revueltos, panqueques y tocino. No es una buena idea. Me centro en lo perfecta que le queda la camiseta a _____, algodón verde oscuro aferrándose a sus suaves curvas de masa muscular desarrollada. Y ahora se pone peor, me encuentro a mí misma observando la forma en que sus ajustados pantalones vaqueros están alrededor de sus caderas, con un grueso cinturón de cuero negro que lo mantiene en su sitio. Oh, mierda, me estoy poniendo demasiado caliente. Soy como un maldito horno humano y ni siquiera he visto más allá de su cinturón. Tengo que alejarme de aquí –de ella.

Los otros están jugando a otro juego de cartas, pero yo no quiero, así que salgo al balcón. Hace frío aquí afuera y los calentadores no están encendidos, así que agarro una manta funky de crochet, que esta doblada sobre la parte posterior del sillón para dos. Es gruesa y suave, diseñada en todos los colores del arco iris, y huele igual que la toalla de mano en el baño. Se siente fría, por estar aquí, pero se va a calentar con el calor de mi cuerpo lo suficientemente pronto.

Envuelta en la gruesa lana, estoy en la luz que viene desde el interior del apartamento, con vistas sobre la ciudad dormida. A lo lejos, más allá de Bay Bridge, el toque de añil y el tono rosa del cielo de zafiro ligeramente nublado, es un nuevo día.

Lau asoma la cabeza por la rendija abierta de la puerta.

–Hey, vamos a comer ahora, ¿estás segura de que no quieres algo?

–No, gracias –le respondo.

Ella me sonríe y vuelve a entrar.

Sonrío, porque eso me permite estar más tiempo.

If Only (Camila  y Tú G!P)Where stories live. Discover now