El castaño sollozo en el pecho de su padre, estrujando con las dos manos la camisa color beige.

—Papa.
—lloro, escondiendoce en sus brazos, sintiendoce protegido y asalvo.

—Ya está, ya está. Papá está aquí, Stiles.
—murmuro contra su cabello, mientras lo acariciaba y lo besaba.
—Papa está aquí.

(...)

—¿Cómo está?
—pregunto Scott entrando rapidamente por la puerta de emergencia, con la respiración agitada y lleno de preocupación.

Iba a seguir preguntando, pero sus labios se cerraron al momento de ver a su Beta. Isaac estaba llorando.

—Oh, Isaac.
—murmuro el moreno con el corazón estrujado. Abrió sus brazos sin decir nada, siendo recibido por el más alto, quién lo abrazo con cuerpo y alma.

Sollozo en el hombro de su Alfa, pero aún así no dejaba de doler. No dejaba de sentir tanta culpabilidad.

—Fue mí cupa. Todo esto fue mí culpa.
—lloro, estrujando la camiseta del chico.

—Sabes que eso no es verdad.
—le consoló su Alfa, con la voz quebrada.
—Nada de esto fue tú culpa.

—Si lo fue. Sí solo me hubiese quedado con el esa noche, como debería haber sido...nada de esto hubiese pasado. El no estaría en esa puta camilla sin poder caminar. El no hubiese pasado por todo eso. ¡El no merecía nada de lo que le paso!

Scott lo abrazó con más fuerza.

—Stiles no merecia nada de lo que le hicieron. Eso es verdad. Pero no fue tú culpa. Tu te quedaste vigilando a Derek para protegerlo a él, no tenías manera de saber que estaba en peligro.
—le dijo con suavidad, sobando su espalda.
—Stiles te ama. Y estoy seguro de que no te culpa por lo que sucedió, pero te necesita, Isaac. Te necesita a su lado más que nunca.

El ojiazul se separó del lobo secandoce las lágrimas de sus ojos y mejillas y suspiro.

—Tienes razón. Tienes razón. Lo siento.

—Ey, no te disculpes.
—sonrio, apoyando su mano en el hombro del contrario y dándole un apretón cariñoso.

—¿Tú estás bien?
—pregunto al ver sus ojos marrones lagrimosos.

—Honestamente, no.
—admitio con sinceridad y tristeza.
—Estoy preocupado y nervioso. Mí lobo se está volviendo loco por ir y desgarrarle la garganta a Jack por haber tocado a mí Beta. A mí familia. Stiles está mal y no hay rastro de esta puta manada por ningún lado. Se supone que soy el Alfa, pero estoy asustado y nervioso y no sé qué hacer.
—Para eso estamos nosotros.
—dijo Érika apareciendo detrás de él, con Boyd, Liam y Lydia a su lado.

—Somos una manada. Y una manada no trabaja sola.
—dijo Lydia.

—Una manada se quiere, se cuida y se apoya en las buenas y en las malas.
—sonrio Liam.

—Somos una familia.
—admitio Boyd, mirándolo a los ojos.

—Y las familias superan hasta las peores mierdas, juntos.
—Isaac sonrió.

Su Alfa miró a sus Betas con orgullo y cariño, y todos asintieron.



(...)










Ya eran las 12 de la noche, y la habitación estaba en silencio. Cada integrante de la manada habia visto a Stiles, le habían tomado la mano y le habían mostrado su apoyo. Incluso el castaño permitió que Scott le abrazara, fue pequeño toque, pero fue algo.

《Sentimientos》StisaacDonde viven las historias. Descúbrelo ahora