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Apenas entro a la habitación el sheriff le pregunto que había pasado, y le conto lo sucedido mientras cenaban.

-¿No vivías con Scott?- pregunto el sheriff tirando los restos a la basura y volvía a la posición junto a su hijo.

-Si, pero supongo que ya no.- sonrió amargamente- Mañana ire a su casa y sacare mis cosas. Podría pedirle a Melissa una habitación del hospital hasta que consiga en donde quedarme- comento algo avergonzado.

-Nada de eso- soltó John- Desde hoy vives en mi casa, Isaac. Y si tengo que adoptarte legalmente para que aceptes, lo hare.

El nombrado abrió los ojos como platos y nego con la cabeza efusivamente mientras balbuceaba.

-Y no acepto un no por respuesta- lo señalo con severidad.

-De verdad lo agradezco pero no quiero ser molestia John- comenzó con vergüenza.

-No eres ninguna molestia, hijo- le sonrió- Además, estoy seguro de que Stiles estará encantado. A veces trabajo doble turno y detesto que este en casa solo tanto tiempo.

El ojiazul sonrió rojo hasta las orejas.

John busco las llaves de su casa y se las tendió al chico.

-Ve a casa con el Jeep y pégate un baño- le sonrió.

-Sin ofender sheriff, pero apesta a preocupación y cansancio.- rio nervioso- Valla a casa y duerma un poco. Yo me quedo y cualquier cosa prometo llamarlo.

El sheriff lo miro unos cuantos minutos, analizándolo.

-Bien- suspiro y con un horrible dolor de espalda se levanto de su silla y dejo unas palmaditas sobre la espalda del Beta.

-Adiós, señor.

-No me digas señor porque me siento viejo- rodo los ojos- Desde ahora dime John.

Isaac asintió con una diminuta sonrisa y John se despidió de el con un movimiento de manos.

Al estar completamente solo, el suspiro.

Giro su cabeza levemente y miro al castaño descansar.

Nunca se había dado cuanta lo hermoso que era. Si sabia que era lindo, si, pero no sabia que de tal manera.

Tenia un suave y desordenado cabello que lucia brilloso. Una piel blanca y suave como la porcelana combinada con hermosos lunares como constelaciones que adornaban su piel y resaltaban en el. Un finos y rosados labios que se veían apetecibles debajo de una pequeña nariz respingona.

Desgraciadamente no podía ver sus ojos y tuvo curiosidad de saber como se vería el castaño sin camisa.

Desde que lo conoció, jamás vio el cuerpo que se escondía debajo de las camisas y remeras levemente holgadas.

Y por un momento sintió pena por Lydia, al no darse cuenta del chico que se perdió.

¡Isaac Lahey se sonrojo de su propio pensamiento!

Tomo la mano de Stiles y la acaricio con su dedo pulgar.

-Prometo que desde hoy te protegeré de todo y de todos- murmuro- Nada te pasara si estas conmigo, Stiles.

Unas cuantas horas después el rubio abrió sus ojos algo somnoliento sintiendo una suave caricia sobre sus manos y fue en ese momento en el que se dio cuenta de que el monitor que controlaba el ritmo cardiaco del castaño había aumentado levemente, en un ritmo suave.

Levanto su cabeza y sonrió al ver como el castaño de hermosos ojos whisky despertaba parpadeando repetidas veces.

-Stiles- dijo el, mientras se levantaba de la silla y se inclinaba hacia el.

-¿Isaac?- pregunto con la voz demasiado ronca y un dolor subió por toda su garganta al pronunciar aquellas palabras. Soltó un quejido de dolor mientras llevaba su mano a la zona afectada.

-No Stiles, no te toques el cuello- dijo el ojiazul, tomando su mano con suavidad y volvió a dejarla reposar sobre la cama, mientras sus venas se volvían negras al intentar sacar el dolor del castaño.

-No- murmuro el, mientras alejaba su mano.

-Stiles, tranquilo ¿si? Así no sentirás dolor- el volvió a negar pero un giro algo brusco causo mas dolor en su cuello y Isaac no dudo en concentrarse para aliviar su dolor.

Unos segundos después, Stiles no sintió nada mas que alivio y agradeció al rubio con la mirada.

-Llamare a tu padre. Se fue hace unas horas a casa, creo que sabia que lo regañarías por estar tan preocupado.- el sonrió levemente pero paro al instante al ver los ojos del menor cristalizados.- ¿que pasa? Ey, ey no llores.

Olfateo disimuladamente el ambiente y pudo sentir el dolor que irradiaba el humano.

Derek, fue su primer pensamiento.

-Stiles, no llores ¿si? Estoy contigo, por favor no llores- rogo el rubio acariciando el cabello suave del castaño.

Este nego con la cabeza cerrando sus ojos permitiendo que las lagrimas de sus ojos resbalaran rápidamente sobre sus mejillas. El ojiazul sintió una opresión en el pecho al verlo de esta manera, tan indefenso.

-Si esto es por lo que sucedió, no pienses en ello. No fue tu culpa ¿si?- no respondió- Oye, Sti- llamo su atención colocando una mano sobre su mentón con suavidad y obligando al castaño a verlo a los ojos- Derek no volverá a ponerte una mano encima. Te lo prometo.

Stiles intento decir algo pero las palabras no salían. No sabia si era por el rasguño de su cuello o por el gran nudo en su garganta.

-Tengo una idea. No hablemos de esto hasta que te den el alta ¿quieres?- pregunto Isaac, acariciando su mano.- Cuando estés mejor y puedas hablar, hablaremos.

El castaño lo pensó unos segundos y asintió mientras algunos hipidos hacían saltar su pecho.

Isaac aprovecho unos segundos para mandar un mensaje a John, avisándole que había despertado. Sabia que el sheriff aparecería en la habitación en menos de quince minutos.

-No sabes lo feliz que estoy de que despiertes- suspiro.

El castaño lo miro interrogante. Era raro no escuchar su constante parloteo.

-Oh, dormiste casi dos días.

Stiles abrió los ojos de par en par y lo miro con cara de 'me jodes'.

-Nop, no te jodo- Isaac suspiro- Perdiste mucha sangre Sti. -Los doctores dijeron que si no despertabas en dos o tres días había la posibilidad de que entres en un estado de coma.- murmuro agachando su cabeza.

Stiles tomo su mano y le sonrió levemente, con una mirada de 'estoy bien', que le transmitió seguridad al chico.

Isaac le sonrió devuelta, esta vez, de verdad.

Se le quedo viendo a los ojos. Esos hermosos ojos whisky que podrías quedarte viéndolos durante horas, su belleza no podría cansarte.

Eran totalmente marrones, dos lindos orbes enormes como canicas hipnotizan tés, empezando muy oscuros pero poco a poco el color marrón se suavizaba haciéndolos totalmente hermosos con una largas y espesas pestañas negras que eran extremadamente tiernas.

El castaño no podía dejar de ver esos ojos azules. Eran grandes y azules como el mar. Con manchitas de un azul mas oscuro con finas y largas pestañas de un tono muy claro. Podías perderte en aquellos ojos sin ningún problema.

-¡Stiles!- el grito de su padre interrumpió la guerra de miradas que ambos jóvenes mantenían.

El castaño, feliz de ver a su padre como un niño pequeño, le sonrió con cariño abriendo sus brazos para un abrazo que no tardo en aparecer.

John irradiaba felicidad y alivio de ver a su pequeño retoño despierto y sonriendo como el acostumbraba. Dejo un beso en su coronilla mientras acariciaba su cabello.

-Gracias al cielo estas bien hijo- murmuro en su oreja suspirando de alivio. No podría ni siquiera pensar en perderlo.- ¿como te sientes?

-No puede hablar todavía- dijo Isaac con suavidad, mirando enternecido la escena padre e hijo que desgraciadamente el nunca tuvo.

-Oh, ya me parecía que no dijeras nada sarcástico- burlo su padre y ambos rieron ante el golpe en el brazo que le proporciono el adolecente a su padre- Ah cierto, Isaac- el nombrado lo miro- Pase por la casa de Melissa hace unas horas y me ayudo con tus cosas. Tienes todo en casa. Ahora la habitación es tuya.

Isaac sonrió sonrojado agradeciéndole con la mirada, mientras el castaño ladeaba la cabeza como un cachorrito.

-Hijo, Isaac se mudara con nosotros- le dijo su padre con una sonrisa cariñosa.

Isaac asintió sonrojado. Dio unos cuantos saltitos en la camilla sonriendo causando que su padre ría.

-Cuando te den el alta iremos a casa ¿les parece?.- ambos chicos asintieron, justo en el momento en el que Melissa entro en la habitación.

Acaricio el cabello de Stiles con cariño y dejo un beso en su frente para luego pedirle a ambos que salgan de la habitación, para poder ver sus puntos.

Antes de salir Isaac dejo una caricia en la mano del castaño para luego soltarla, acción que no paso desapercibida ni para John ni para Melissa.

Luego de revisar el cuello del adolecente, que se encontraba en buen estado, y limpiar nuevamente la herida le permitió ir a casa con la condición de no hablar demasiado, cosa que no pasaría aunque le corten la lengua, y limpiar la herida diariamente hasta que le quiten los puntos.

Al llegar a casa lo que menos se esperaban era ver una manada preocupada en la entrada Stillinski. Pero lo que menos se esperaban era ver a Derek Hale.

-¿Que hacen aquí?- pregunto el sheriff cortante, con la mano sobre su pistola.

Isaac ayudo a Stiles a bajar del auto porque aun se encontraba algo débil, mirando de reojo cada movimiento de la manada activando sus sentidos al máximo dejándoles en claro que no los quería allí.

-¿Stiles? ¿Estas bien?- hablo Scott acercándose, con sus facciones preocupadas.

Isaac gruño protectoramente cuando Stiles se escondió mas en su pecho cuando el se acerco.

-El imbécil de tu Alfa casi lo mata, ¿como crees que esta?- gruño mostrando sus ojos ámbar y sus colmillos.

-Vuelve a decirme de esa forma y serás el próximo- gruño Derek caminando a paso rápido hacia el.

Paro en seco al olfatear el olor a miedo que desprendía el humano y como Isaac lo ponía detrás suyo para protegerlo.

-Todos ustedes, especialmente tu Alfa incompetente, váyanse de mi propiedad en este momento- apunto a Derek con su arma entre las cejas- No quiero volver a verlos cerca de esta propiedad o de mi hijo ¿les quedo claro?

-¿Que crees que harás con una bala común y corriente?- burlo Derek, apretando los dientes.

--¿Con una bala común y corriente? Nada. ¿Con una bala de acónito? No lose, dímelo tu.- saco el seguro a su arma, con las suficientes ganas de volarle la cabeza.

-Derek- dijo Braeden entre dientes, sabiendo que el sheriff era capaz de dispararle.

-Váyanse. ¡Ahora!- grito con la paciencia por el suelo.

-Por favor, solo queremos hablar con Stiles y ver como esta- dijo Lydia, con sus ojos algo cristalizados, tratando de calmar la situación.

-No se encuentra bien por su culpa- se refirió a Derek y a toda la manada- Ya lo vieron, ahora váyanse. Cuando se mejore talvez quiera hablar con ustedes. Pero tu- gruño a Derek- Te le acercas una vez mas y te juro que te mato. ¿Te quedo claro?

Derek no dijo nada. Se quedo con su pose derecha y seria que acostumbraba.

Los miembros de la manada iban a reclamar nuevamente, pero el aroma de dolor les abofeteo en la cara.

El corazón de todos se estrujo al ver al castaño con lagrimas en sus ojos, viendo la escena mientras Isaac acariciaba su espalda.

-Solo váyanse, por favor- murmuro el castaño en un hilo de voz, claro que los lobos lograron escucharlo claramente.

Nadie dijo nada, solo se fueron. No querían dañarlo mas.

Antes de entrar a su casa, Stiles vio por ultima vez a Scott.

-Pensé que eras mi hermano- musito tan pequeñito, que solo Scott lo escucho.





《Sentimientos》StisaacDonde viven las historias. Descúbrelo ahora