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—Esta bien, Cam.
—murmuro Isaac sin mirarlo, solo tomando la mano de Stiles con la frente casi pegada a esta.
—Vayance, y encuentren el rastro.

—Avisa si despierta, ¿de acuerdo?
—musito con cariño, agachandoce a su lado.
—Ey, deja de culparte. Nada de esto es culpa tuya.

—Estoy bien, Cam.
—dijo mirándolo de reojo.
—Ve, porfavor.

Su hermano lo miro unos segundos sin decir nada y solo asintió saliendo de la habitación, no sin antes besarle la cabeza.

No sabe si pasaron minutos, segundos, horas, pero lo único que podía escuchar era el corazón de Stiles. Sus latidos eran tan suavez y tranquilos, acompañando el ambiente, tranquilizandolo. Desmostrandole que está a ahí, que estaba a salvo.

Escucho un suave suspiro y levanto la cabeza. Vio como Stiles volvía a suspirar ladeando la cabeza y pestaño unas cuantas veces.

Pero el ritmo de su corazón comenzó a ser más rápido.

—Eh, Stiles, soy yo. Mí amor, soy yo. Isaac.
—murmuro poniendoce enfrente suyo, mientras le tomaba las mejillas.

Se preocupo cuando sus mejillas comenzaron a ponerse coloradas y cada vez tomaba más bocanadas de aire.

—Siente los latidos de mi corazón.
—le dijo, mientras tomaba su mano y la llevaba a su pecho
—soy yo, Isaac. Estás a salvo, Stiles. Estas conmigo. Te lo prometo.

Sus latidos siguieron aumentando y el ojiazul presionó su mano contra su pecho, y con la otra mano presiono su mejilla, sin dejar de mirarlo.

—Estas a salvo.
—dijo en voz baja, con cariño
—Sky, ¿lo recuerdas? Es nuestra palabra clave.

Había dado en el blanco.

Su corazón fue regularizandose poco a poco, al igual que su respiracion.

Se le rompió el corazón al ver esos lindos ojos color miel llenarce de lágrimas. Le acarició la mejilla con suavidad, pero Stiles tomo su mano y la dejo en la camilla.

No quería que le tocará por el momento, no hasta que supiera que no iba a reaccionar de mala manera.

—¿Estamos en el hospital?
—pregunto, pero su voz estaba afónica y gastada.

—Si, amor. Llegamos hace unas horas.
—respondio, mirando de reojo el reloj.

—¿Dónde está mí papá?
—dijo esta vez mas asustado.

Su corazón se llenó de ternura, parecía tan frágil que solo quería llevárselo lejos y ponerlo dentro de una cajita de cristal para protegerlo del mundo.

—Esta afuera. ¿Quieres que vaya por el?
—pregunto con voz suave, y Stiles asintió sin despegar la mirada de sus ojos.

Acarició su mano una última vez y salió de la habitación, viendo como el sheriff bebía una soda. Tenía una enormes ojeras y parecía que los años se le habían hechado encima.

—John.
—hablo suavemente, y el sheriff levantó la vista, mirándolo sin energía y sin brillo en los ojos.
—Desperto. Y está buscandote.
—le dijo con cariño y los ojos del hombre aumentaron su tamaño y se llenaron de lágrimas al instante. Se levantó como si su alma dependiera de ello, pero Isaac le tomo del ante brazo, sin mirarlo.
—Tiene miedo, John. Cualquier movimiento podría asustarlo. Tenga cuidado, porfavor.

El solo asintió y entro a la habitación dejando la puerta medio abierta. Stiles miro a su padre con la mirada rota y el sheriff no dudó en prestar su paso hasta tenerle entre sus brazos, que lo rodearon.

《Sentimientos》StisaacDonde viven las historias. Descúbrelo ahora