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-Oye Sti, ¿quieres ayudarme a instalarme?-pregunto Isaac recargado en el marco de la habitacion del castaño, viendo como guardaba los libros de la escuela, que habia terminado hace una semana por lo que ya estaban en puras vacaciones.

Ambos tenian un promedio impecable, por lo que no tenian que preocuparse de rendir materias en verano.

-Claro.- murmuro levantandoce y guardando las cajas con cuidado. No podia hablar muy alto, por lo que tenia que murmurar y agradecia que Isaac sea un hombre lobo.

Una se le resvalo de la manos por lo que termino en el suelo con libros a su alrededor.

Isaac rapidamente se acerco a ayudar y ambos comenzaron a guardar los libros nuevamente entre risas y risas.

Pero ambos intentaron tomar el mismo libro la vez, por lo que la mano del ojiazul termino encima de la del castaño, causando que las risas ya no se oyeran.

Ambos sintieron esa calidez, esa calidez que solo sientes cuando esta en casa.

Se quedaron asi unos segundos con sus manos juntas hasta que Isaac subio la mirada, chocando con la de Stiles.

Esa mirada chocolate estaba justo en la suya, haciendo que una energia le recorra todo el cuerpo.

Volvieron a la realidad unos segundos despues, apartando sus manos a la vez mientras terminaban de guardar los libros en silencio.

Al terminar se dirigieron a la que seria ahora la habitacion de Isaac. No era muy diferente a la de Stiles, solo que esta era de un color beige.

Tenia el mismo tamaño que la habitacion del castaño y la cama estaba junto a la pared, frente al armario. A un lado de la cama posaba un pequeña mesita donde habia una lampara. Tambien habia un escritorio bastante grande con una notebook encima y arriba tenia pequeños estantes.

-Gracias por dejar que me quede- dijo el ojiazul, mientras dejaba uno de sus bolsos sobre la cama.

-No eres molestia Isaac. Ademas, me agrada que vivas conmigo- sonrio de verdad- No tienes muchas cosas. ¿Dejaste mas en la casa de Scott?

-No, es que...luego de que mi padre muriera solo me quede con mi ropa y algunas fotos familiares. No me gusta recordarlo amenudo, por eso deje todo en la vieja casa.- explico algo dolido.

-Lo siento, no debi preguntar- murmuro el castaño y se acerco a el, sentandoce a su lado- ¿no te quedaste con algun recuerdo de tu madre?

-Luego de que muera, el quemo todo lo de ella. Solo logre salvar unas fotos, un collar y un anillo- murmuro con una mueca.

El castaño coloco una mano sobre su pierna en forma de apoyo. Sabia lo doloroso que era perder a alguien que amas.

Lo atrajo a un fuerte abrazo enrredando sus brazos alrrededor de su cuello mientras el ojiazul rodeaba su torso.

-Quiero que sepas que ya no estas solo ¿si? Nos tienes a mi y a mi padre. A Erika, a Boyd, a Lydia, a Scott, a Malia, a Kira. A todos. Aunque la cosas no esten del todo bien, aun nos tienes. Especialmente a mi. No dudes en hablar conmigo si lo necesitas.- murmuro cerca de su oido.

El jamas se sintio tan querido como en ese momento. El adoraba a Scott, Boyd y Erika principalmente pero el castaño era diferente. El lo escuchaba. Lo hacia sentirse bien, querido. El sabia cuando el necesitaba hablar, y cuando necesitaba un abrazo.

Porque todas las personas necesitan de vez en cuando un abrazo fuerte y que te digan que todo estara bien mientras te dicen cuanto te quieren.

Desde que su madre habia muerto y estuvo solo con su padre, no recibio un abrazo. No recibio esas palabras 'todo estara bien, estas conmigo'. Nunca se sintio apoyado.

《Sentimientos》StisaacDonde viven las historias. Descúbrelo ahora