Capítulo ∞ 35

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35

"Caminante no hay camino, se hace camino al andar."

***

NENA

Mientras se desarrolla el entrenamiento tomo un par de notas para pasárselas luego a Daniel. El equipo ha mejorado considerablemente desde hace un par de meses, después de haber perdido en el Torneo Regional. Al parecer eso los ha motivado y ahora parece como si dieran el más que el 100% de su capacidad.

Volteo la hoja de mi libreta y continuo escribiendo, hasta que alcanzo a divisar a Katherin hablando con el rubio que la tiene suspirando y sonriendo como una tonta. Ellos verdaderamente se ven bien juntos.

Ella da la vuelta y se aleja de él a paso lento. Comienza a dirigirse hacia los consultorios hasta que parece notarme, me sonríe y cambia su dirección.

—Hola —saluda radiante.

—¿Qué tal? —Le devuelvo la sonrisa y me hago a un lado para que ella se siente junto a mi—. ¿Cómo van las cosas entre Manuel y tú?

—De maravilla —comenta mientras toma asiento.

Ambas lo observamos mientras charla animadamente con un par de miembros del equipo.

—Dime qué le hiciste a ese chico para que dejara su adicción por el teléfono.

—Tuvimos una pequeña charla acerca de eso.

—Excelente. Ese chico vivía metido en ese aparato —comento con algo de gracia—. Además, lo he visto bastante atento contigo. El tipo está embobado, ¿qué le hiciste?

Ella se acerca a mi oído y con cuidado de que nadie más escuche susurra:

—Le di juagadura de calzón.

Ambas reímos en fuertes carcajadas, casi por cinco minutos seguidos.

—Qué asqueroso, Katherin.

Cuando logro calmarme continúo con mi tarea mientras Katherin se balancea hacia delante y atrás en su sitio. Trato de no prestarle mucha atención pero al cabo de diez minutos sigue con lo mismo, sólo que ha empezado a tararear una canción.

Suspiro y dejo mi libreta a un lado.

—A ver, cuéntame.

—¿Qué cosa? —Frunce el ceño, como si no entendiera de lo que le hablo.

—Ahorrémonos las preguntas innecesarias y dime qué sucede. —Pongo los ojos y espero a que empiece a parlotear como sólo ella sabe hacer.

Katherin contiene una sonrisa pero no puede hacerlo por mucho tiempo. Juro que parece como si sus ojos hubieran sido reemplazados por un par de corazones.

—Lo amo, Macarena —se limita a decir.

Yo espero un par de segundos para que continúe, pero no lo hace.

—¿Y?

—¿Cómo así que "y"? —Hace las comillas con sus dedos.

—Yo hace mucho tiempo sé que estás enamorada, así que dime algo que no sepa.

Me encojo de hombros y tomo nuevamente mi libreta en vista de que no hay nada nuevo por saber, pero ella me la arrebata antes de que me de cuenta.

—Sé que dije que estaba enamorada de él. Y sé que dije que era alguien muy especial, pero esto es diferente. Yo nunca me he sentido así por alguien más y es... extraño. —Frunce el ceño y sus ojos se entrecierran—. En las otras relaciones en las que he estado siempre he creído estar enamorada, de verdad que sí. Pero ahora, que he conocido a Manuel, siento como si nada de eso haya sido real.

Cenizas de un amor olvidado © | #1Where stories live. Discover now