Capítulo 96

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Elliot llegó muy tarde a casa ese día. En la estación seguían de lleno con el caso. Un niño raptado no era para menos. Fin y Carisi se habían quedado en la unidad mientras Elliot iba a casa con Olivia y Noah y Amanda iba a cuidar de su pequeña, Jesse. A sus amigos no les importaba sacrificar una noche de sueño por la que consideraban su familia o por su trabajo.

—¿Ya vas a decirme de qué se trata el caso? —preguntó Liv acostada en el sofá cuando sintió a Elliot llegar a casa, era tarde y a menos que no fuera algo muy importante él no hubiera demorado.

—Me asustaste. Creí que dormías —se acercó a besar su frente—. ¿Qué haces aquí abajo y con las luces apagadas? —preguntó y se sentó a su lado, puso su mano sobre su vientre y ella sonrió.

—Te esperaba.

—¿Noah? —preguntó luego de dejar un beso en su cabello.

—Durmiendo. Quería esperarte pero estaba agotado.

—Al final si lo llevaste al parque —ella asintió—. ¿Tú y los bebés?

—Perfectamente bien. Nada de mareos, nada de desmayos, nada de estrés.

—Vamos a la cama, cariño.

—¿Cenaste? Puedo calentar tu cena. Está en el horno.

—Yo puedo hacerlo. Tú mejor ve...

—No, no, no. No me pides que vaya arriba a descansar. Me quedaré contigo hasta que cenes y luego nos vamos juntos a la cama —interrumpió cruzándose de brazos y mirándolo fijamente.

Elliot calentó su cena y Olivia se sentó en una de las sillas altas alrededor del mesón de la cocina a esperarlo y acompañarlo a cenar. Él preguntó sobre lo que habían hecho toda la tarde y ella a pesar de que quería enterarse del trabajo empezó a contarle todo con lujo de detalles. También tuvieron tiempo de hablar sobre la conversación que había tenido con Alex en la mañana, sólo la parte en la que solucionaban lo que les estaba molestando en su amistad. Él tenía días insistiéndole a Olivia para que hablara con la rubia pero ella no quería aceptar que estaba molesta con su mejor amiga porque creía que la había cambiado por sus compañeros del nuevo trabajo.

Subieron a la habitación después de que Elliot cenara. Antes pasaron por la habitación de Noah para que él le diera el beso de las buenas noches a su pequeño. Se quedó mucho tiempo mirándolo y acariciándolo, eso no pasó desapercibido por Liv. Ella sabía que algo pasaba y ese algo era con respecto al caso que les había llegado en la mañana.

—Ya me cansé de preguntarte de qué se trata el caso, Ell.

—Tenía la esperanza que dejaras de preguntar y mañana seguir con ello.

Liv dejó de lado el libro que leía y dio dos palmadas del lado de la cama de Elliot para que él se acostara.

—¿Así está bien? —preguntó cuándo se acostó y ella se acomodó encima de su pecho.

—Mucho mejor. Ahora, el caso.

—Bien aunque no me gusta hablar del trabajo en la casa —dijo serio y ella lo abrazó más fuerte—. Secuestraron a un niño de 5 años, Andy. Tiene problemas respiratorios y se agrava cuando está en un ambiente tenso. Se lo llevaron en el receso de la escuela, un joven según las cámaras pero no hay rastro de él. Los padres del niño aseguran que habían visto antes al joven. Quizás cuando era un adolescente.

—Entonces si saben quién es. Eso hace más fácil la búsqueda. ¿Recuerdan dónde lo vieron?

—En una casa hogar. Adoptaron al pequeño cuando era un bebé y ahí había un adolescente. También iban a adoptarlo pero se metió en una pelea y mató a alguien. Es su hermano.

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