Capítulo 10

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Luego de dejar a los hijos de Elliot en su departamento se dirigieron al de Liv. Los hijos de Elliot se despidieron de ella diciéndole lo bien que la habían pasado y pidiéndole ver a Noah cada fin de semana si era posible. Llegaron al departamento de Olivia y Noah estaba profundamente dormido así que Elliot lo tomó en brazos nuevamente para ayudarla. 

—Gracias por cargarlo. Sé que pesa demasiado —agradeció ella riendo.

—No hay problema.

Ella le mostró donde quedaba la habitación del niño para que lo acueste en su cama. "Cuando se vaya Ell le pongo su pijama" pensó.

—Se divirtió mucho hoy. Nos divertimos mucho hoy, gracias.

—Hace tiempo no pasaba tan bien. Gracias a ti por aceptar la invitación. Creo que es hora de irme. También querrás descansar —dijo aunque no se quería separar de ella. "Tengo que contener las ganas que tengo de decirle cuanto la amo, no es tiempo y si sigo aquí no podré" pensó Elliot. 

—Estoy agotada y seguro Noah despierta de la mañana —dijo con cara de enojada pero terminó sonriendo, lo acompañó a la puerta.

—Espero que se repita lo de hoy.

—Sí... claro —respondió ella nerviosa, la mirada penetrante de esos ojos azules hermosos que la hipnotizaban la estaban matando lentamente.

Liv iba a darle un beso en la mejilla para despedirse, como gesto de agradecimiento por el buen día que pasaron y además porque se había sentido tan bien cuando él se había despedido el día anterior de esa manera. No contaba con que él también lo haría, así que ambos giraron sus cabezas para acercarse y terminaron rozando sus labios por varios segundos. Ambos estaban nerviosos y hubieran querido que ese momento fuera eterno, aunque ella no estuviera lista para reconocerlo. 

—Liv.. Yo... es que... —susurraba Elliot sin poder formular una frase coherente. No quería que retrocediera la relación con ella o que pensara que se estaba aprovechando de la situación. Él deseaba tanto besarla pero de verdad, no solo un roce de labios pero sabía que ella no estaba lista. Ni sabía lo que sentía por él y quería ganarse su amor de la mejor manera. 

—No, disculpa. Ell fue mi culpa —contestó bastante apenada.

Él le sonrió al ver que no estaba enojada y se acercó para darle un beso en la mejilla esta vez algo más cerca de sus labios y se fue

"¿Cómo te atreviste a hacer eso Stabler? ¡Que idiota! Tenía que aguantarme las ganas. Esperemos que ella no cambie su actitud conmigo. La quiero cerca. Dios como me puedo aguantar con esos ojos llenos de luz, que dicen todo de ella y su sonrisa que hace que a cualquiera se le olvide todo lo malo de su vida. Es tan hermosa" iba pensando él mientras bajaba por el edificio de Olivia y se dirigía al suyo. 

Ella estaba todavía de pie contra la puerta pensando en lo que había pasado. Tocaba sus labios y cerraba los ojos pensando en ese momento.

Ni Elliot ni Olivia pudieron conciliar el sueño esa noche. Sólo pensaban en los labios de otros, en esos segundos mágicos. Ya era domingo y Elliot quería llamar a Liv pero tenía que darle su espacio así que se dedicó a sus hijos.

—¡Papá! —lo llamó Kathleen por tercera vez ya que él estaba hundido en sus pensamientos, todos tenían que ver con Olivia por supuesto.

—Dime cariño. Estaba pensando.

—Claro, te dije que Maureen llamó para almorzar juntos y después nos lleva a casa.

—Dijo que le avisemos dónde —añadió Dickie.

Reencuentros amorososDonde viven las historias. Descúbrelo ahora