Capítulo 3

2.5K 144 8
                                    

Elliot aún confundido caminó despacio hacia la salida de la unidad. Habían pasado muchos años y aquel lugar se veía tan diferente. Todo, simplemente todo había cambiado. No se quería ir sin antes ver a Liv aunque sea de lejos, deseando que todo fuese como antes. Se acercó a la oficina de Olivia, la cual solía ser del capitán Cragen, se detuvo unos segundos perdiéndose en la hermosa vista que tenía, ella. Ahora sabía que la amaba. Sólo esperaba que no fuera demasiado tarde. Estaba ahí, contemplándola. Evitando a toda costa que lo notara. Se alejó de su oficina y salió contando con que su visita no había sido la mejor idea.

Decidió que lo mejor era caminar hacia el departamento que había rentado. No estaba lejos de la estación y necesitaba aire fresco. Mientras caminaba tenía la mente en otro lugar. Tantos pensamientos rondaban por su cabeza y en todos estaba presente Olivia. Su regreso a New York y sobre todo su regreso a la unidad con ella al mando. Cuando llegó decidió tomar una ducha para después ir a dormir pensando que eso podría ayudarlo a aclarar sus ideas. Su mente no dejaba de pensar en los pro y contra de volver a trabajar ahí. Quizás afectaría mas su relación con Olivia y era lo que menos quería. Ella al parecer no estaba nada contenta con su regreso, le costaba aún asumir la noticia. Hasta creía que lo odiaba. Pero, ¿Qué esperaba? Él se había ido por tantos años. Sin despedirse siquiera de ella. Sin devolverle una llamada o un mensaje. Sabía que no sería nada fácil recuperar su confianza pero para él ya no era una opción el alejarse. Era una decisión tomada. Tenía que volver y recuperar la felicidad que tenía estando cerca de Liv. Había regresado por eso y no se iba a dar por vencido tan fácil. Iba a luchar por el perdón de Olivia.

Elliot había tomado la decisión que por el momento no le contaría nada a su ex compañera sobre su regreso a Víctimas Especiales. Aún faltaban semanas para que se reintegrara a su antigua unidad. Empezaría por ella. Porque aunque sea tolerara su presencia. Su prioridad era que ella volviera a confiar en él, como lo hacían antes cuando eran compañeros. Después de todo era una noticia delicada el hecho de ingresar como su nuevo sargento. No pensaba dejar pasar una oportunidad de acercarse de nuevo a Liv.

Al día siguiente decidió volver a la estación. En una de esas podría al fin conversar con Olivia, eso era lo que mas anhelaba. No contaba que pasaría desapercibido como el día anterior. Entró a la estación y no había nadie en su escritorio, ni siquiera Fin. Miró hacia la oficina de Liv y vio dentro a Fin, Amanda y Carisi. Nadie había notado su presencia así que permaneció ahí un rato más y alcanzo a escuchar algo sobre el caso del día anterior.

—Liv volvimos al hospital y logramos hablar un poco más con Stefanny. Dijo que la noche anterior había estado en casa de una amiga, en una fiesta. Hablamos con Chloe, su amiga, nos dijo que había tomado un par de copas —informó Carisi.

—También mencionó que fue de las últimas en irse. Incluso se ofreció a llevarla a casa pero Stefanny se negó y se fue sola en su auto. Después de eso no supo nada de ella —continuó Amanda con el relato.

—¿Ella estaba tomando? ¿Y embarazada? —preguntó Liv asombrada. 

Amanda le comunicó que la víctima no sabía de su estado y siguieron comentando lo que el doctor había escrito en el informe. 

—Mmm... Liv, no pudieron hacer nada más por él. El bebe murió —dijo Fin bajando la mirada luego de que Liv preguntara por el bebé.

—Ella... ¿ya lo sabe? ¿Sabe que perdió al bebe? —preguntó Olivia sintiendo una opresión en la garganta que no la dejaba seguir hablando, ahora que era madre todos los casos le llegaban y afectaban de distintas maneras.

—Ya se lo dijimos, creímos que debía saberlo. Además cuando se entero que estaba embarazada no dejaba de preguntar por su hijo —respondió Amanda.

Elliot escuchó que la víctima había perdido su bebé por el ataque y sintió tanta rabia y odio. Solo quería golpear al responsable. No había sentido eso en tantos años, desde que salió de la unidad no volvió a trabajar con víctimas. Trabajaba en homicidios y aunque habían muertes espantosas nada era peor que lidiar con una víctima. Recordó lo difícil que era ese trabajo y que Liv siempre sabía como darle estabilidad. Ella siempre sabía cómo controlar su fuerte temperamento.

Los detectives salieron de la oficina de su teniente con el objetivo de buscar mas información. Algo con lo que pudieran encontrar a quien hizo algo así. Estaban tan concentrados en el caso que la presencia de Elliot pasó desapercibida. La unidad volvió a quedar sola y él se dirigió a la oficina de Liv. 

—Olivia —dijo ingresando a su oficina.

—Elliot... Otra vez por aquí —respiró profundo—. Estoy viéndote más que en los últimos seis años.

—Necesitamos hablar. Por favor. Sé que no merezco nada de ti pero sólo te pido eso. Unos minutos. Dame sólo unos pocos minutos de tu tiempo —suplicó. Haría hasta lo imposible por hablar con ella. No le importaba ir todos los días a la estación y que ella lo echara siempre. Tenía la esperanza que algún día ella aceptaría—. Vendré todos los días si es preciso hasta que puedas darme unos minutos para poder conversar.

Ella sintió cómo su cuerpo se estremecía. Que a él no le importara su rechazo y que fuera capaz de ir a verla todos los días la desconcertaba.

—Bien —aceptó minutos de silencio después aunque creía que no sería una buena idea en lo absoluto—. Mañana en la cafetería de aquí cerca. Ahora déjame trabajar por favor.

Esos minutos de espera se le hicieron eternos a Elliot pero lo había conseguido. Ahora tenía la oportunidad de hablar con Liv al día siguiente.


Sweet & Coffee ❤

Reencuentros amorososWhere stories live. Discover now