Capítulo 78

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—Te dije que tenía sueño.

—Fue mi compañera por 12 años y nunca me atreví a confesarle que estaba loco por ella. Que me bastaba su sola presencia para alegrar mi día. Nunca le dije que la amaba. Esa es la única vez que te mentí por omisión —confesó con una gran sonrisa acostándose a su lado y abrazándola—. Su nombre es Olivia Benson.

Ella giró lo más rápido que pudo para quedar encima de él y poder besarlo.

Olivia no pudo resistirse a sus palabras. Lo amaba y él a ella. Durante 12 años tuvieron todo y nada a la vez pero ahora era distinto, tenían todo y no dejarían que eso cambiara por nada del mundo. Ninguno iba a renunciar al paraíso que era estar en los brazos del otro.

Los besos fueron subiendo de tono y sumados con sus caricias terminaron amándose todo la noche. Con calma, con dulzura, ternura, con verdadero amor.

—¿Podemos desayunar fuera? ¿En ese lugar donde hacen crepes de todos los sabores? —preguntó Liv apenas se levantó de la cama, muy temprano.

—Alguien amaneció con antojo por lo que veo —comentó Elliot riendo y abrazándola.

—¿Vamos a ir o no?

—Si vamos. Lo que quieras comer, comemos —respondió y besó su mejilla para luego besar su barriga—. Buenos días mis amores —añadió hablando con sus bebés y ella sonrió, siempre era tan tierno con ella.

Despertaron a Noah ya que milagrosamente aún seguía durmiendo y no había sido el primero en despertar. Se arreglaron lo más rápido posible y se fueron al lugar que había pedido Liv para desayunar. Ella no era de mezclar sabores pero ese día se había levantado con unos gustos no muy propios de ella.

Desayunaron y regresaron al departamento ya que los hijos de Elliot habían dicho que estaban llegando. Por suerte el restaurante no quedaba muy lejos así que llegaron justo cuando Maureen estaba estacionando el auto.

—¡Liv! —gritaron los chicos acercándose a abrazarla.

Se veía muy tierna con su barriga, cada semana se notaba más su embarazo y los hijos de Elliot estaban emocionados por eso.

—Está muy grande —comentó Maureen refiriéndose a su barriga y ella rió.

—Estoy enorme.

—Embarazada. ¿Puedo? —Kathleen señaló su barriga, quería acariciarla al igual que sus hermanos pero no se animaban a decirle.

—Oh cariño, claro que sí. No me molesta que toquen mi barriga. Noah y Elliot lo hacen a diario.

—Te ha crecido mucho en esta semana o eso creo. Quizás es porque no te vemos todos los días —dijo Richard tocando su barriga algo tímido.

—De hecho yo siento que me ha crecido más en estas dos últimas semanas. Para cuando tenga 8 seguro reviento.

Todos rieron.

—Me alegra que quieran a Liv y a sus hermanos pero yo también estoy aquí eh —se quejó Elliot y sus hijos rieron para después abrazarlo y darle un beso.

Estuvieron unos minutos más conversando en el estacionamiento hasta que decidieron que era tiempo de subir. Eli había sido el más cariñoso de todos acercándose a la barriga de Liv para hablar con los bebés.

"Creo que no puedo pedir nada más en este mundo. Tengo a los mejores hijos del mundo y a Olivia que es maravillosa. La mujer perfecta a mi lado. No necesito nada ni a nadie más para ser completamente feliz" pensó Elliot mientras subían al departamento, pasó su brazo por la espalda baja de Olivia para pegarla más a él y besó su mejilla cariñosamente.

Reencuentros amorososTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon