Capítulo 95

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—¿Dónde está mami? —preguntó Noah cuando Elliot fue a despertarlo.

—Buenos días cariño —besó su frente y el niño frunció la nariz.

—Hola papi ¿y mami?

—Veo que hoy soy invisible —murmuró y sonrió—. Mami está durmiendo. La dejaremos dormir hasta que nos tengamos que irnos. Tú a la escuela y yo al trabajo. Le llevaremos el desayuno a la cama. ¿Me ayudas? —añadió acariciando la mejilla de su pequeño y haciendo que se siente.

—No. Me quedaré con mami —bajó de la cama muy rápido y corrió hacia la habitación de ellos.

—Noah, no despiertes a tu mamá —ordenó en un tono fuerte.

El pequeño fue a meterse debajo de las mantas de la cama de su mamá. Ella ya estaba despierta, sólo trataba de convencer a su cuerpo que tenía que levantarse así que cuando su hijo llegó a su cara, acercándose muy despacito le dio un susto y se lanzó a abrazarlo y besarlo.

—No mami. No —pidió riendo ya que ella empezó a hacerle cosquillas.

—¿Qué se dice primero cuando se ve a mami?

—Buenos... buenos días mami —respondió como pudo y ella paró para besar su frente.

—Te dije que no despertaras a mamá —lo reprendió Elliot cruzado de brazos mientras miraba a su hijo.

—No me despertó —sonrió para ver si se le quitaba la cara de seriedad que tenía—. ¿Tampoco vas a saludarme? ¿Quieres el mismo remedio que le di a Noah?

Él se acercó a besar su frente.

—Buenos días. No debiste despertar todavía. Noah y yo vamos a traerte el desayuno y luego nos iremos —acarició su mejilla tiernamente—. Vamos campeón que se hace tarde para la escuela.

—No, que me quedo con mami.

—Cariño tenemos que ir a trabajar y tú tienes que ir a la escuela.

—¿Qué? No, no, no. No irás a trabajar. Vas a quedarte en casa, descansando.

—No voy a quedarme en casa. Tenemos trabajo.

Noah estaba atento y en silencio ante la pequeña discusión de sus padres.

—Olivia —respiró profundo, no quería discutir por algo indiscutible. Ella sintió como se tensaba al decir su nombre. Estaba bastante enojado pero estaba controlando su ira para no levantarle la voz—. Allan te dijo que por lo menos hoy te quedes en casa. Mañana regresas al trabajo si es lo que tanto quieres.

—Bien.

—Noah, a tu habitación. Irás a la escuela.

Su hijo no estaba acostumbrado a verlo así por lo que sin decir nada bajo de la cama y le dio un beso a su mamá antes de salir. Elliot le dijo a Olivia que ya traería el desayuno pero ella dijo que podía bajar para desayunar con ellos. Él sólo asintió y salió de la habitación.

"Bien, me quedaré en casa. Aburrida y descansando" pensó ella volviendo a acostarse en la cama.

Los tres desayunaron en silencio. En la casa solo se escuchaban los ladridos de Oreo, jugaba con un peluche pequeño de Noah del cual se había adueñado. Olivia llamó a Lucy para informarle que no era necesario que fueran a ver a Oreo y que tampoco era necesario que en la tarde se quedara con Noah ya que ella no iría a trabajar. A Elliot no le pareció tanto la idea de que se quedara con el cachorro y luego se quedara sola con Noah después que saliera de la escuela. El punto era que descansara pero él tampoco es que iba a esposarla a la cama para que lo hiciera.

Reencuentros amorososWhere stories live. Discover now