A la mañana siguiente...

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Supongo que a ella le tendré que ser a la primera en ser honesta sobre todo lo que ha pasado en el "viajecito" que hemos hecho las dos. Aunque, al decir verdad, le tendré que hablar a todas y pedirles perdón por dudar de ellas y pedirles que la próxima vez, confíen en mí más y me digan la verdad por fin.

-¿Preparada para volver a la realidad?- Emily pregunta una vez todo preparado.

-Supongo...- miro el osito y con ella a la mano, tengo que rectificarme- Aunque creo que sí, más que nunca, estoy preparada.

La vuelta a la vida normal se hace más corta de lo normal. Eso o me parece a mi más corta porque por un lado, lo único que quiero es quedarme como estoy en aquel momento. No volver a la realidad nunca, quedarme de aquella manera para siempre. Sin embargo, las horas pasan, el camino a casa se hace a cada momento más corto y cuando nos queremos dar cuenta, los primeros edificios de Rosewood empiezan a hacerse visible a lo lejos.

En ese momento, no puedo evitar mirar a Emily, sentada a mi lado, que me sonríe. En su mirada puedo notar que también está nerviosa y creo saber cual es su razón: Paige. No hemos hablado del tema, pero aún no ha quedado claro qué pasa entre ella y Paige, más aun con lo que ha pasado estos dos días atrás.

Tendremos ese asunto pendiente.

-¿Te acerco a casa?- pregunto después de un largo silencio.

-¿Te importa?- niego, sería un placer para mí.

-Es lo último que puedo hacer después de todo lo vivido- respiro profundamente y la realidad me golpea, recordando que tengo que enfrentarme a una casa ahora llena de recuerdos de alguien que me mintió.

-Gracias... Aunque si quieres, puedo quedarme esta noche- esta también lo recuerda y, aunque quiero aceptar, lo rechazo.

-Cuanto antes me enfrente a todo, todo, valga la redundancia, será mejor. Te veo mañana en el colegio, todo estará bien, te lo prometo.

Emily sonríe y no puede hacer nada más, porque llegamos a su casa, donde la dejo antes de que insista o yo cambie de opinión.

Cuando llego a casa, y nada más abrir la puerta, es como darme un puñetazo yo misma. Mire por donde mire, quiero quemarlo y destrozarlo todo. Todo está lleno de recuerdos de lo que una vez me pareció una realidad suficiente para mí. Ahora que sé la verdad, siento como si fuera a vomitar cada vez que veo algo de él. Veo nuestra foto, nuestra primera cita y tal como la tomo en mis manos, la lanzo contra el suelo. El cristal del marco estalla en mil pedazos y para mi sorpresa, no me hace sentir nada.

Escucho entonces un ruido arriba. Me quedo quieta, ¿quién es? ¿un ladrón?

Se quien sea, ah elegido a la persona equivocada para meterse aquella noche porque pienso descargar mi ira sobre él. Tomo la lámpara más cercana que tengo y me acerco a las escaleras sin que me escuche. Poco a poco, escuchando como los pasos se van haciendo cada vez más y más fuertes hasta que...:

-Ali, Ali, que soy yo- casi le parto la cabeza a mi hermano Jason- Tranquila.

-Jason, por dios, que susto- respiro por fin tranquila, volviendo a colocar la lámpara en su sitio.- ¿Qué estás haciendo en casa?

-Preocupado por ti, hacia casi tres días que no sabía de ti. ¿Dónde has estado...?- su pregunta se va callando a medida que encuentra algo que llama su atención detrás de mí- ¿te has comprado un oso de peluche?

Sigo su mirada y me río al verlo, lo único bueno en aquella casa en aquel momento. Una larga historia que tendré que ir pensando en como contar:

-Es una larga historia, Jason- respondo suspirando. Solo...- lo miro- Tenías razón sobre Elliot- Jason se queda quieto, mirándome- Cece Drake, tu antigua novia. Al parecer, llevaban tiempo.

Por un puñado de besos //EMISON// (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora