La hora de la verdad

682 45 0
                                    

CAPÍTULO 10:

Un coche no es que sea el mejor lugar para dormir. Cuando me levanto, me duele todo. Me duelen las piernas, la espalda y creo que he debido de doblarme algo en mi cuello porque no puedo moverlo. Además creo que he debido de estar clavándome el cinturón de seguridad en el cuello, porque cuando me levanto, siento mi cara dormida.

Por suerte, las vistas cuando me levanto ayudan. Está a punto de amanecer y a lo lejos, empiezo a ver la ciudad. Estamos a punto de llegar y el recuerdo del tema principal que me ha traído allí, vuelve a mí.

Emily va conduciendo. Después de una larga pelea por quien conducía y para que descansase, había tomado el bando del conductor mientras yo dormía algo.

Nada más me escucha, se vuelve hacia mí un momento y me da los buenos días con una sonrisa:

-Buenos días. ¿Qué tal has dormido?- me pregunta.

-Mal- admito intentando crujir mi cuello- Tengo dolor en partes del cuerpo en las que no sabía que podía tener- no había músculo que no me doliera.- ¿Hemos llegado ya a la ciudad?- Emily admite.

-Estamos a unos diez minutos- mi corazón empieza a latir con más fuerza- ¿Preparada para enfrentarte a lo que sea?

-Estoy preparada.

No lo estaba, al decir verdad. Pensaba en el momento y sabía que todo mi cuerpo estaba aterrado por lo que pasara. Sin embargo, si no hacía aquello, ¿cuándo iba a finalmente hacerle caso a la realidad? ¿Iba siempre a tenerle siempre miedo a lo que pudiera pasar por miedo a salir lastimada? No, no podía dejarlo de aquella manera, necesitaba finalmente hacerle frente y aquel era el día.

-¿Estarás conmigo en todo momento?- miro a Emily, no podía hacerlo sin ella.

-Si quieres, allí estaré- asiento.

Quizás no fuera lo mejor por hacer, quizás debía de enfrentarme a él a solas, pero si era verdad que me estaba siendo infiel; necesitaba a Emily a mi lado. Necesitaba tenerla allí y saber que había alguien quien confiaba en mí.

Encontramos el hotel con facilidad, uno de los edificios más espectaculares que he visto, si soy sincera. Alto, con grandes ventanales y un gran jardín en la azotea. Había leído sobre el edificio. Hecho por uno de los mejores arquitectos del mundo, podía albergar a casi veinte mil huéspedes. Tenía gimnasio, spa y piscina climatizada, además de las piscinas infinitas, que daba a parar con las mejores vistas de la ciudad. Desde luego, el sitio era de lo mejorcito. Si Elliot estaba allí con otra chica, debía de decir aunque me costara; que al menos sabía tratar a la amante con delicadeza.

Aparcamos frente al hotel, en un golpe de suerte que tenemos cuando llegamos y uno de los coches se va marchando. Me quedo mirando el sitio, mientras Emily aparca. Estoy nerviosa, pero a la vez, ansiosa por enfrentarme finalmente a todo; por saber finalmente quien tenía razón si mis amigas o mi "prometido".

No sabía cual de las dos cosas era peor.

Caminamos hacia el hotel en silencio. No puedo escuchar el ruido de la ciudad, solo el de mi corazón, que no para de latir en mi pecho. Estoy tan nerviosa que puedo sentir que voy a vomitar de un momento a otro. Emily me mira, aunque mis ojos están clavados en la puerta del hotel:

-¿Estás preparada?- me pregunta.

-¿Eso creo?- respondo más bien como pregunta.

-Estaré contigo en todo momento, ¿me escuchas?- se acerca a mí y empiezo a notar su mano entrelazando sus dedos con los míos- Sea lo que sea lo que pase.

Por un puñado de besos //EMISON// (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora