—Solo en apariencia para ciertas personas. —Lo iba a hacer, tenía que decirle. —En realidad nuestro mundo está lleno de...

—Sangre, muerte, destrucción, masacres. Puede que no lo recuerdes, pero te vi arrancarle el corazón a una mujer. —Elijah no lo creía, lo dijo como si no fuera nada en realidad.

—¿No te molesta? —Hayley tenía un pasado oscuro que en realidad se parecía al de Skylar: ambas eran huérfanas, pero en realidad había grandes diferencias, la principal es qué Skylar no era una mujer lobo, era cazadora.

—Elijah... —Soltó un suspiro pesado, el tema de muerte era complicado por los puntos de vista. Dejó los cubiertos a un lado. —Crecí escuchando ridiculeces como "Te pinchas él dedo para asegurar la muerte de tu enemigo" "la sangre en tus manos es sangre de los inocentes que has salvado". Tengo una obsesión sobrenatural por matar, que por cierto aun no resuelvo, y he matado más gente de la qué puedo contar. Créeme que puedo soportar el drama de los Mikaelson siempre y cuando tu estés sujetando mi mano. —Elijah la veía cono si fuera un bicho raro y añadió —: Reté todas mis creencias sobre vampiros al darte el primer beso, no me voy a rendir tan fácil contigo.

Era imposible, era demasiado perfecta. 

—Debes matar pronto antes de que tengas una recaída. —Decidió cambiar el tema o terminaría lanzándose sobre ella para llenarla de besos.

—Lo hago otro día. —No estaba de humor y no lo estaría por un buen tiempo.

—Solo no quiero tener que ir a buscarte otra vez al hospital... —Su brazo cruzó la mesa y sujetó la mano de Skylar.

—No lo harás, te lo prometo. —Entrelazaron de nuevo sus manos y continuaron comiendo como podían, así con sus manos juntas.

—¿Algo más que me quieras contar del drama Mikaelson? —Estaban colocando el postre, fresas, chocolate y algo parecido a uvas en una copa.

—Pues... —Mil años de vivencias se resumían en una sola cosa, un solo trauma. —Tengo... Un trauma. —Cuando ella frunció el ceño prosiguió. —No puedo tener las manos cubiertas de sangre.

—¿Demasiado fino? —Elijah río y negó.

—Pasó cuando me convirtió mi madre. Maté a la mujer que amaba y desde entonces escondo toda la culpa tras "la puerta roja" —Skylar tardó un rato en entender que era realmente. Finalmente lo hizo, un lugar representativo en su mente.

—Yo tengo uno también. —Elijah dejó los cubiertos sobre la mesa para prestarle completa atención. —Bueno... Si fuera inmortal creo que sé en qué lugar escondería mis pecados.

—Finalmente alguien me entiende. —Sonrió. Sus hermanos lidiaban de otra forma con las culpas, Klaus pintaba, Rebekah lloraba y Kol... Ni idea que hacía.

—Creo que... Mi lugar sería el sótano del orfanato, ahí nadie bajaba, a nadie le importaba que pasaba tras esa puerta, ni que me hacían... —Hizo una mueca que preocupó a Elijah. Ella lo notó y decidió despreocuparlo. —Ahí pasó lo de... Ya sabes. —Señaló su brazo, más precisamente el lugar por donde pasaban las venas. —Además, había un agujero con algo parecido a un túnel que terminaba en el bosque, por ahí me escapaba de vez en cuando. —Guiñó un ojo, haciendo obvio que escapó más de un par de veces. —Aunque... También el sótano de la casa de mis padres, ahí me escondía cuando hacia algo malo.

—Tienes algo con los sótanos.

—Tú tienes algo con mi cabello y no te digo nada. —Ambos rieron suavemente.

Finalmente terminaron y salieron del restaurante. Elijah abrió la puerta del auto para que ella entrada y después condujo nuevamente.

—Creo que vas en dirección contraria. —Ella creía que volvían a la casa Mikaelson. Que equivocada estaba.

Distraction {Elijah Mikaelson}Where stories live. Discover now