Distraction {Elijah Mikaelson}

9

"La sangre que cubre tus manos es sangre inocente que has salvado"

"¡No quiero!"

"Piensa siempre en quienes salvas"

«Piensa en todos... Humanos... Vampiros... Elijah... Elijah.»

Elijah Mikaelson.

—Señorita. —Habló la auxiliar de vuelvo moviendo ligeramente el hombro de Skylar. —Ya vamos a aterrizar. —Le dijo con una sonrisa y tono amable demasiado fingidos, cosa que era parte de su trabajo.

—Gracias. —Contestó y la mujer se retiró para despertar a otra persona dos filas más adelante.

Solo dos horas de sueño y aun se sentía miserable, agotada y estúpida. Sacó otro cigarrillo de su bolsillo y lo partió en dos, sacando todo el tabaco sobre la mesita de su asiento. Si, ya le habían dicho que no podía fumar en el avión, pero descubrió que podía masticar el tabaco un rato, el sabor ayudaba, aunque necesitaría contactar a un dentista en cuanto tocara tierra.

Tres horas de vuelo habían transcurrido, eso significa que tres horas atrás había dejado New Orleans.

En la primera media hora le dijeron que no podía fumar en el avión, en la primera hora la persona a su lado le dijo que podía masticar el tabaco y recibir la nicotina directamente, se quedó dormida y en esas dos horas de sueño estuvo presente no solo Elijah, también Rebekah, su "amiga", Kol "su idiota favorito" y Klaus el extravagante, a Freya no la conoció casi, pero también estuvo ahí como un extra en la escena.

Finalmente, el avión aterrizó y ella pensó sin querer en lo repentino que había sido todo.

Solo eran las cinco de la mañana y parecía haber pasado en años. Elijah y ella formalizaron su relación en la mañana, en la tarde descubrió lo que él y su familia eran, pasó todo el santo día corriendo por New Orleans, en la noche conoció a Marcus y descubrió el cigarrillo, a media noche pidió un boleto de avión directo a Wichita sin importarle pagar de más, llamó a su hermano para avisarle a qué hora llegaba, se despidió de Fiorella y James, dejó la ropa de Rebekah para que se la devolvieran y fue al aeropuerto. Para terminar, a las dos de la mañana abordó el avión.

Ahora estaba por llegar al único lugar que había conocido realmente. Si, nació en Chicago, pero terminó en Wichita junto a su hermano por culpa de un idiota ebrio.

Bajó del avión con el poco equipaje que había empacado en solo diez minutos y pasando por la pasarela hacia el aeropuerto cayó en cuenta de que había huido de sus problemas de nuevo.

Olvidó eso al ver al hombre con chaqueta de cuero, camisa blanca, pantalones vaqueros, ojos verdes y cabello marrón que la esperaba con brazos abiertos y perfecta sonrisa.

—¡Logui! —Gritó como una niña que vuelve a casa después de pasar el verano lejos y corrió hacia él para abrazarlo dejando caer la maleta en el proceso. Logan correspondió con fuerza, levantándola del suelo y dando un par de giros.

—¡Hermanita! —Ella sentía los ojos arder por las lágrimas querían salir, realmente necesitaba ese abrazo de parte de su otra mitad. —Como te extrañe. —Afirmó dejándola sobre sus pies en el suelo y entonces comenzó a darle varios besos en la cabeza.

—¡Y yo a ti! —La voz de Sky tembló un poco por la emoción de finalmente abrazar a su mellizo.

Logan le acarició la mejilla, después se inclinó para sujetar la maleta que ella había dejado caer y se la puso en el hombro para que no la tomara de nuevo.