—Continuemos. —Habló Elijah para que dejaran de ver a su amada mujer.

—Funcionó. Costian de catorce años tenía la fuerza de diez hombres, era el niño de ojos que se tornaron negros. Louis de dieciséis años era rápido, él tenía los ojos amarillos y Lexa, de catorce años era perfecta según decía Padre: fuerza, velocidad, agilidad, flexibilidad, inteligencia aumentada, era la niña de ojos verdes. —El apretón en el brazo de Elijah se hizo más fuerte. —Todos tenían algo en común: inmunidad al control mental y lo más importante, su sangre se volvió negra como la noche, como los ojos del diablo.

—Vaya ejército. —Dijo Klaus con ironía. —Tres niños que...

—Los vampiros volvieron, querían seguir jugando con nosotros. —Interrumpió Dianne. —Entre Louis y Costian mataron a la mujer y Lexa sola mató al hombre. Todo era perfecto con los tres protectores hasta qué comenzaron a sufrir de ansiedad, dolores de cabeza, sed excesiva... Un día los síntomas se detuvieron, tres mujeres aparecieron muertas, ellos las mataron.

—¿Por qué? —Habló Freya.

—Tenían sed de muerte, la sangre los hizo adictos a matar sin saberlo. Siguieron matando y matando, su sed era tal que terminaron buscando personas en Marsella para matarlas y acabar con el malestar.

—Hubo una masacre en Marsella por ese tiempo... Vampiros. —Interrumpió Klaus.

—No fueron vampiros los de la masacre, fueron Costian, Louis y Lexa. Corrían los veinte kilómetros hacia la ciudad y volvían sin problema. —Respondió con mirada carente de vida. Continuó con la historia: —Todo siguió así hasta que Padre se enteró de qué pasaba y les dio caza junto a mi madre por todo el bosque, ahí descubrieron que no solo eran inmunes a la compulsión de los vampiros, eran inmunes a la magia de las brujas. Louis mató a mi padre y Costian a mi madre. Solo sobrevivimos dos chicas más y yo, logramos atraparlos y encerrarlos, pero murieron dos semanas después de capturarlos.

—¿Que les pasó? —Preguntó Marcel.

—Los encerramos y su adicción los mató. Los dolores de cabeza fueron insoportables, vomitaban, se quedaron ciegos, sordos, la fiebre era terrible hasta que finalmente, su cordura los abandonó y... Al final convulsionaron hasta la muerte. —Elijah estaba ansioso, quería gritar, abrazar a Skylar y llevársela lejos, a un lugar que nadie conociera.

—Tenían abstinencia. —Habló Skylar con inexpresividad en los ojos, pero en el fondo tenía miedo de ella misma, de lo que corría por sus venas para ser exactos.

—Si. Traté de curarlos, pero no pude, busqué con desespero la receta de lo que sea que les dio mi padre, pero no estaba. No se la dio a nadie y murió con él la creación de la Sangre Demoniaca. Gracias al cielo. —Dianne tenía la mirada fija en Skylar, como si buscara algo.

—¿Por qué le pusieron así? —Habló Kol nuevamente.

—Por la mirada en los ojos de Louis y Costian cuando perdieron la cabeza, por cómo se retorcían del dolor, parecían poseídos por el mismo diablo. —Un escalofrío le recorrió la espalda.

—¿Qué pasó con Lexa? —Interrogó Rebekah.

—Como les dije, su inteligencia y astucia aumentó. En lugar de volver ella huyó a quien sabe dónde. Era difícil saber dónde estaba. La Sangre Demoniaca tiene otra cualidad, es totalmente toxica para un vampiro o lobo. —Sky abrió los ojos, eso explicaba bastante en realidad. "Te pinchas el dedo con tu arma", no era una rima, era para hacer segura la muerte... Su cuchillo nunca tuvo una punta de madera.

—Bien, sabemos el origen de Lady Silence, pero no como atraparla. —Klaus se levantó de su silla molesto y a punto de romper todo en su camino.

—Si les sirve de algo... —Habló Dianne de nuevo. —Tengo tengo teorías.

Distraction {Elijah Mikaelson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora