—¡¿Que hice?! —Chilló un hombre sujetándose la cabeza con fuerza. Logan se negaba a verlo por el miedo que sentía, pero Skylar se grabó en la cabeza ese rostro, jamás lo olvidaría. No era muy viejo, no tenía nada más allá de una fea herida en la cima de la cabeza que sangraba, lo cual era poco a comparación.

El hombre salió corriendo, entró a su auto no tan averiado como el de los Dollanger y huyó sin saber que había dejado a dos pequeños niños huérfanos.

***

Skylar despertó sintiendo la garganta arder, la boca seca y la cabeza a punto de explotar, todo dolía como si un camión la hubiera golpeado. Se movió un poco y el dolor en la cabeza fue peor, punzante en la parte trasera y así supo que no era exclusivamente una resaca; se levantó encontrándose con una funda blanca manchada de negro. La puerta estaba por abrirse y su primera reacción fue girar la almohada para que no se notara.

—Buenos días. —Era Elijah, ya vestido con su típico traje, el cabello arreglado, excelente actitud mañanera y un jugo de naranja en la mano. —¿Como te sientes?

—Como si un autobús me hubiera atropellado. —Él rió ligeramente y se acercó para entregarle el jugo, sacó de su bolsillo una pastilla para el dolor y también se la dio. Sky bajó la mirada y notó lo que tenía puesto, como no recordaba lo que pasó la noche anterior miles de teorías se crearon en su cabeza. —¿Nosotros...? —Señaló la camisa que llevaba puesta, segura de quien era el dueño.

—Solo dormiste toda la noche y una buena parte del día. —Explicó sin perder su sonrisa. —Tienes suerte de que sea sábado. —Ella tragó la pastilla con el jugo y volvió a recostarse, cubriéndose los ojos con el brazo.

—No volveré a beber. —Se quejó sintiendo un fuerte dolor.

—Yo me aseguraré de ello. —La sonrisa de Elijah fue borrada cuando notó algo rojo asomándose por el cuello de la camisa, así que se atrevió a bajarla un poco la camisa solo para ver lo que había hecho.

—Solo apretaste con fuerza, he pasado peores. —Subió de nuevo la camisa para cubrirse. Abrió los ojos y superando el dolor causado por el alcohol se levantó para verlo. —Elijah... —Quebró el silencio sin saber exactamente qué decir.

—Primero debes darte un baño, después me disculparé... —Fue interrumpido por la boca de Skylar sobre la suya.

Ella lo besó, un beso fuerte, desesperado y apasionado, se necesitaban el uno al otro, aunque el tiempo fuera corto debían estar juntos, sus pieles debían tocarse, lo necesitaban.

Elijah la recostó nuevamente en la cama sin ser capaz de separarse de la dulzura de sus labios, se acomodó sobre ella mientras le acariciaba las mejillas y se deleitó al sentirla suspirar. Ambos sintieron que las corrientes eléctricas eran incluso más fuertes que la última vez que se besaron, tal vez eran sus manos acariciándose las que lograban aquel efecto en el otro.

—¡Elijah! ¿Ya la despertaste? —Sonó la voz de Rebekah obligándolos a separarse.

—¡Si! —Gritó él de vuelta mientras la ayudaba a incorporarse sin mucho problema.

—¡La ropa ya está en el baño! —Elijah suspiró y sin esperar aprobación la tomó en brazos para así llevarla al baño principal.

Skylar no puso resistencia a ese gesto y no fue solo porque no quería caminar, le rodeó el cuello con los brazos al original y lo vio como si fuera la primera vez, detallando su mirada oscura, su cabello castaño perfectamente arreglado, la mandíbula cincelada cubierta por una suave barba que a pesar de ser mañanera lucía arreglada.

Todo él lucía perfecto.

—¿Qué soy para ti? —Preguntó sin poder evitarlo, pero no se arrepintió a pesar de que estaba nerviosa por la respuesta, porque debía escucharla.

Distraction {Elijah Mikaelson}Место, где живут истории. Откройте их для себя