Aclaraciones, Sentimientos y otras cosas

Comenzar desde el principio
                                    

-Lo sé, pero quiero que se entere por mí y no por terceras personas.

-¿Enterarse por ti?- pregunta como si estuviera diciendo una barbaridad- Nunca creí que te estaría escuchando decir algo así- en eso tiene razón y le asiento con fuerza.

-Caleb, he hecho cosas horribles desde que era pequeña. Decidí cambiar y si no puedo hacerle frente a una cosa así, ¿cómo voy a enseñarle al mundo que he cambiado?- y aquello también iba por él- Sé que cuando empezaste el colegio, casi te metí entre rejas por un largo tiempo y cuanto menos confiaras en mí, mejor, pero créeme que he cambiado y quiero que la gente lo note.

Caleb no responde.

Sé que nuestra relación había sido del todo, menos de amigos. Nos habíamos conocido en el instituto, cuando llegó como alumno problemático y yo tenía a Hannah prácticamente haciendo lo que yo quería. Sabía que ambos se gustaban, pero por aquel entonces, no es que llevara muy bien que alguien se enfrentara a mí. Asique un día, tras enterarme de que era un hacker, hice pensar al colegio entero que había hackeado el sistema central del centro.

No me enorgullecía aquello, pero por aquel entonces, sí lo hacía. Ahora que había cambiado, no es que aquello me redimiera, pero quería al menos que enseñara que podía confiar en mí. Sobre todo, porque él era literalmente el primero que sabía aquello.

-Está bien, lo haré... Supongo que no es fácil enfrentarse a una cosa así.

-Gracias- respiro aliviada- De verdad, muchas gracias.

-No me las des hasta que sepa quién te está haciendo chantaje.

Se levanta y camina hacia la otra punta del salón donde toma su ordenador y un par de cables que trae consigo. Se sienta a mi lado, colocando el portátil entre nosotros.

-Tengo un rastreador de IPs. Sea de donde sea que te hayan mandado el mensaje, enseguida lo sabremos. No creo que sea más de un ocultador de número y nada más.

-Esperemos también- no podría vivir más con la culpa.

Caleb conecta el móvil al portátil. En la pantalla empieza a aparecer lo que parece el programa central del móvil y después de eso, la verdad es que me pierdo un poco. Supongo que lo siguiente, solo lo llega a entender Caleb.

-¿Seguro que esto va a funcionar?- le pregunto después de un rato.

-Supongo- responde él sin mirarme- Si el que sea no es otro hacker, podríamos tener suerte- aquello no me tranquiliza y Caleb lo nota- Lo conseguiré, tranquila.- me quedo mirándolo y sonríe por primera vez- Tranquila, nadie va a saber que te has liado con una chica si es lo que te preocupa.

Voy a responderle, pero por primera vez, me quedo pensando sobre el tema. ¿Realmente me preocupaba que fuera una chica? Todo este tiempo había pensado en que le estaba poniendo literalmente los cuernos a Elliot, nada más. Nunca había pensado en que era Emily, lo que hacía el tema más confuso. Lo único en lo que realmente pensaba era en que era Emily y me empezaba a gustar más que con Elliot.

¿Significaba entonces que me ponía más nerviosa porque era Emily y porque me gustaba el hecho de que me besara? ¿Significaba entonces que todo era por culpa de que me estaba realmente dando cuenta de que me gustaban las chicas? ¿O ambos sexos?

-En realidad, no sé si es eso lo que más me preocupa- confieso finalmente.

-¿A qué te refieres?- Caleb teclea un par de cosas en el ordenador y se gira- ¿No es porque engañas a tu prometido con una chica?

-No... bueno, sí, es eso; pero más es el hecho de que engaño a Elliot con alguien que me hace sentir más cosas que Elliot me ha hecho sentir durante todo este tiempo.- si es que se podía resumir de aquella manera- Es Emily, lo sé, pero... Nunca pensé en que era una chica...- Caleb alza sus cejas, sorprendido- ¿Qué?

-¿Puede ser que es porque te hayas enamorado de ella?

-¿Tu crees?- Caleb se encoge de brazos, volviendo al ordenador un momento.

-Puede ser. No elegimos de quien nos enamoramos. Muchas veces pueden pasar años hasta que encontramos a la persona con quien realmente nuestro corazón quiere pasar el resto de su vida con...- me asusta con sus palabras, pero no puedo evitar notar como tiene razón en todo lo que dice- ¿Has pensado en tus sentimientos por ella desde que pasó todo esto?

Niego, solo hago dar vueltas al asunto.

-No puedo quitarme de la cabeza de que estamos engañando a gente. Todavía no he llegado a pensar en lo que siento o no por ella.- respondo- Emily no sé, pero yo estoy haciendo daño tanto a ella como... como a Paige y es otra de las personas con las que necesito aclarar las cosas.

-El Karma es una perra- me río- pero creo que deberías de pensar sobre ello. ¿Tampoco hablasteis del tema?

-Está enfadada conmigo...- tengo que reírme con la ironía.- Por eso mismo, porque no me aclaro con lo que está pasando...

Caleb y yo nos miramos y por primera vez desde que hemos estado juntos y a solas, nos reímos como si nada de nuestro pasado importara.

-Años después y sigues siendo la reina del drama.

-Como siempre- el ordenador suena- ¿Algo?

Caleb se queda callado, mirando lo que ha aparecido en la pantalla, pero al juzgar por su cara, no es que sean buenas noticias. Toma el teléfono, mira de nuevo algo y vuelve al ordenador. Lo escucho resoplar, supongo que el poder saber quién es no va a ser tan fácil como había pensado.

-¿Algo?- pregunto sin embargo.

-La mala noticia: no, no hay nada- ojala que la buena sea mucho mejor.

-¿Y la buena?

-Tengo algo que podría ayudar, pero hasta el lunes no puedo ayudarte con ello. No es por nada, si no porque está en la oficina y no puedo ir a por ello.

¿Estar todo el fin de semana sin móvil? Elliot sospecharía algo, pero así estaría libre de pensar en lo que no debía. Además, más de una vez había pensado en hacerlo. Todo un día sin tecnología, las cosas que debería de estar perdiéndome por estar en el móvil pegada era poca.

-Está bien, quédatelo. Solo... que Hannah no sepa nada, por favor.

-Claro, no te preocupes- Caleb sonríe.- El lunes nada más lo tenga, te digo.

-Gracias.- abro las manos y espero un abrazo- ¿Hacemos las paces o no?

Caleb duda, pero acepta:

-No te acostumbres.

-tranquilo.

Al decir verdad, era hasta bueno y diferente por decir que habíamos hecho las paces. Después de lo pasado y después de la conversación mantenida, la verdad es que hasta me había alegrado por ello.

-Vaya, ¿me he perdido algo?- Hannah nos interrumpe.

Por suerte, Caleb ya ha escondido todo.

-Cariño, estás en casa- se adelanta a mí- Solo... hablábamos. Hacía tiempo que teníamos que poner las cosas en orden, ¿verdad?- asiento.

Por un puñado de besos //EMISON// (Completada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora